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miércoles, 25 de enero de 2017

Crítica de "xXx: Reactivated" (2017)


Año: 2017. Título original: xXx The Return of Xander Cage. Director: D.J. Caruso (“Vidas ajenas·). Intérpretes: Vin Diesel (“Fast & Furious”), Donnie Yen (“Rogue One”), Deepkia Padukone (“Race 2”), Ruby Rose (“John Wick: Pacto de sangre”), Tony Jaa (“Ong Bak”), Nina Dobrev (la serie “The Vampire Diaries”), Samuel L. Jackson (“Los odiosos 8”), Toni Collette (“El sexto sentido”), Ice Cube (“Straight Outta Compton”), y los debuts del cantante Nicky Jam, la modelo Ariadna Gutiérrez y el jugador de fútbol Neymar Junior. Presupuesto: 85 millones de dólares. Recaudación: 70 millones (hasta la fecha).

Sinopsis: la muerte de su antiguo mentor, Augustus Gibbons, obliga a Xander Cage a regresar de su paradisíaco auto-exilio tras fingir su muerte, y unirse de nuevo a la CIA como agente xXx para detener a un grupo de terroristas que han robado la poderosa “Caja de Pandora”, un arma capaz de hacer que todos los satélites que orbitan sobre el planeta caigan a tierra provocando el caos. Para ello, antes el otrora deportista extremo deberá unir un nuevo grupo de élite capaces de todo.

Crítica: “La de cosas que hago por mi país”. Tras ver esta fantasmada en estado puro que es la nueva entrega de ese trasunto de James Bond en versión yanqui y para las nuevas generaciones, no puedo menos que quitarme el sombrero ante Vin Diesel, una especie de Santiago Segura (lo sé, las comparaciones son odiosas) norteamericano, que ha aprendido con el paso de los años a aceptar su sitio en esto del cine y a dar lo que esperan de él… pero de la mejor manera posible. Porque hubo un tiempo, señoras y señores, al principio de su carrea, cuando en su filmografía podía presumir de haber encandilado a Steven Spielberg (quien le fichó para su “Salvar al soldado Ryan” tras ver los cortos que el chico se había auto-producido), en que Diesel pretendía ser respetado como actor. Y para eso, no sólo huía de la etiqueta de “héroe de acción”, sino que se negaba a tener más de una franquicia en marcha, lo que le supuso incluso renunciar a las dos primeras secuelas de “The Fast and The Furious” (si exceptuamos el cameo final de la tercera) a favor de “Las crónicas de Riddick”. Lo propio hizo con “xXx”, aunque el tiempo le demostró que todas estas decisiones eran, no sé si equivocadas, pero cuanto menos sí inútiles. Y, como rectificar es de sabios, más pronto o más tarde ha regresado a todas ellas, siendo no sólo la cara visible del cartel, sino también parte importante en la toma de decisiones a la hora de plantear cada una a largo plazo. De todas ellas, qué duda cabe que las peripecias de Dominic Toretto y cía son las más exitosas, y mucho de eso hay en esta “revitalización” del agente Xander Cage. No sólo en la inclusión de una terna e secundarios que le den cierto aire a lo “Misión Imposible” (la serie original, digo), sino también al sentido de la suspensión de la credibilidad, llevándolo aquí incluso a su paroxismo, con secuencias que son tan delirantemente flipantes que suscitan la carcajada del respetable más que la admiración del mismo, si bien lo mejor que tiene esta secuela es que, precisamente, no se toma demasiado (o más bien nada) en serio a sí misma, con lo que el resultado final es más una broma cómplice con el espectador que un intento por tomarle el pelo. No diré que estamos ante el nacimiento de una nueva y fructífera franquicia (sobre todo a tenor de la discreta recaudación de su primera semana en USA), pero desde luego tiene todos los alicientes para serlo, y frente a quienes puedan calificar la propuesta de “broma pesada” yo en cambio la defiendo como la consecuencia del hecho de aceptar, por parte de una estrella de Hollywood, que ya se ha convertido en una marca registrada en sí mismo. Como un Segura que a base de tropezar siempre en la misma piedra, sabe que debe entregar cada cierto tiempo una nueva entrega de su “Torrente” para permitirse el lujo de producir otros experimentos donde la gente nunca encuentra lo que de él espera.

Memorable: “Piedra, papel… o lanzagranadas”. La inesperada aparición final de Darius Stone. Toda una sorpresa, no sólo porque es de los pocos gags que los tráilers no habían destripado, sino porque estuvo a punto de “cargarse” una saga que, allá por los “dosmiles”, aspiraba a ser tan longeva y rentable como la del mencionado James Bond. ¿Dupla Cube/Diesel desde el inicio para la siguiente?

Mejorable: tampoco podemos llevarnos a engaño. Si empiezas a tirar del hilo, le desarmas todas las costuras. Empezando por algunos efectos visuales que parecen de “cartón-piedra” (entendiéndose como lo que son a día de hoy; es decir: que se nota demasiado la digitalización) y terminando en la supuesta muerte del personaje de Jackson que no engaña a nadie. ¿O a ti sí?


Parafraseando: la verdad es que el metraje está salpicado de frases lapidarias y chascarrillos, como no podía ser menos. En uno, Cage se interesa por la suerte que ha corrido uno de los malosos (cuya identidad no desvelaré para no hacer más SPOILERS). ¿La respuesta?: “El suelo amortiguó su caída”.

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