Año: 2017. Título original: xXx The Return of
Xander Cage. Director: D.J. Caruso (“Vidas ajenas·). Intérpretes: Vin
Diesel (“Fast & Furious”), Donnie Yen (“Rogue One”), Deepkia Padukone (“Race
2”), Ruby Rose (“John Wick: Pacto de sangre”), Tony Jaa (“Ong Bak”), Nina
Dobrev (la serie “The Vampire Diaries”), Samuel L. Jackson (“Los odiosos 8”),
Toni Collette (“El sexto sentido”), Ice Cube (“Straight Outta Compton”), y los
debuts del cantante Nicky Jam, la modelo Ariadna Gutiérrez y el jugador de
fútbol Neymar Junior. Presupuesto: 85 millones de dólares. Recaudación: 70
millones (hasta la fecha).
Sinopsis: la
muerte de su antiguo mentor, Augustus Gibbons, obliga a Xander Cage a regresar
de su paradisíaco auto-exilio tras fingir su muerte, y unirse de nuevo a la CIA
como agente xXx para detener a un grupo de terroristas que han robado la
poderosa “Caja de Pandora”, un arma capaz de hacer que todos los satélites que
orbitan sobre el planeta caigan a tierra provocando el caos. Para ello, antes
el otrora deportista extremo deberá unir un nuevo grupo de élite capaces de
todo.
Crítica: “La de
cosas que hago por mi país”. Tras ver esta fantasmada en estado puro que es la
nueva entrega de ese trasunto de James Bond en versión yanqui y para las nuevas
generaciones, no puedo menos que quitarme el sombrero ante Vin Diesel, una
especie de Santiago Segura (lo sé, las comparaciones son odiosas)
norteamericano, que ha aprendido con el paso de los años a aceptar su sitio en
esto del cine y a dar lo que esperan de él… pero de la mejor manera posible. Porque
hubo un tiempo, señoras y señores, al principio de su carrea, cuando en su
filmografía podía presumir de haber encandilado a Steven Spielberg (quien le
fichó para su “Salvar al soldado Ryan” tras ver los cortos que el chico se
había auto-producido), en que Diesel pretendía ser respetado como actor. Y para
eso, no sólo huía de la etiqueta de “héroe de acción”, sino que se negaba a
tener más de una franquicia en marcha, lo que le supuso incluso renunciar a las
dos primeras secuelas de “The Fast and The Furious” (si exceptuamos el cameo
final de la tercera) a favor de “Las crónicas de Riddick”. Lo propio hizo con “xXx”,
aunque el tiempo le demostró que todas estas decisiones eran, no sé si
equivocadas, pero cuanto menos sí inútiles. Y, como rectificar es de sabios,
más pronto o más tarde ha regresado a todas ellas, siendo no sólo la cara
visible del cartel, sino también parte importante en la toma de decisiones a la
hora de plantear cada una a largo plazo. De todas ellas, qué duda cabe que las
peripecias de Dominic Toretto y cía son las más exitosas, y mucho de eso hay en
esta “revitalización” del agente Xander Cage. No sólo en la inclusión de una
terna e secundarios que le den cierto aire a lo “Misión Imposible” (la serie
original, digo), sino también al sentido de la suspensión de la credibilidad,
llevándolo aquí incluso a su paroxismo, con secuencias que son tan
delirantemente flipantes que suscitan la carcajada del respetable más que la
admiración del mismo, si bien lo mejor que tiene esta secuela es que,
precisamente, no se toma demasiado (o más bien nada) en serio a sí misma, con
lo que el resultado final es más una broma cómplice con el espectador que un
intento por tomarle el pelo. No diré que estamos ante el nacimiento de una
nueva y fructífera franquicia (sobre todo a tenor de la discreta recaudación de
su primera semana en USA), pero desde luego tiene todos los alicientes para
serlo, y frente a quienes puedan calificar la propuesta de “broma pesada” yo en
cambio la defiendo como la consecuencia del hecho de aceptar, por parte de una
estrella de Hollywood, que ya se ha convertido en una marca registrada en sí
mismo. Como un Segura que a base de tropezar siempre en la misma piedra, sabe
que debe entregar cada cierto tiempo una nueva entrega de su “Torrente” para
permitirse el lujo de producir otros experimentos donde la gente nunca
encuentra lo que de él espera.
Memorable: “Piedra,
papel… o lanzagranadas”. La inesperada aparición final de Darius Stone. Toda una
sorpresa, no sólo porque es de los pocos gags que los tráilers no habían
destripado, sino porque estuvo a punto de “cargarse” una saga que, allá por los
“dosmiles”, aspiraba a ser tan longeva y rentable como la del mencionado James
Bond. ¿Dupla Cube/Diesel desde el inicio para la siguiente?
Mejorable:
tampoco podemos llevarnos a engaño. Si empiezas a tirar del hilo, le desarmas
todas las costuras. Empezando por algunos efectos visuales que parecen de “cartón-piedra”
(entendiéndose como lo que son a día de hoy; es decir: que se nota demasiado la
digitalización) y terminando en la supuesta muerte del personaje de Jackson que
no engaña a nadie. ¿O a ti sí?
Parafraseando: la
verdad es que el metraje está salpicado de frases lapidarias y chascarrillos,
como no podía ser menos. En uno, Cage se interesa por la suerte que ha corrido
uno de los malosos (cuya identidad no desvelaré para no hacer más SPOILERS).
¿La respuesta?: “El suelo amortiguó su caída”.
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