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martes, 24 de enero de 2017

GH VIP 5: Peligro de cancelación y listado de problemas


“Houston, tenemos un problema”. Algo así deben estar pensando tanto en Mediaset como en Zeppelin Televisión, ahora que ven cómo, entrega tras entrega, tanto en las galas como en los “Debates” y demás, mengua día a día la audiencia de “GH VIP 5·, programa estrella de Telecinco y su formato más exitoso desde hace casi dos décadas. Una caída alarmante de popularidad y seguimiento que ya comenzó en la pasada edición de los anónimos (“GH 17”), y que por lo pronto ha llevado a la cadena a sustituir, al menos esta semana, el espacio de “Límite 48 horas”, programado para este martes por la noche, por la segunda gala de la nueva edición de “Got Talent”. Además, los responsables estarían valorando la posibilidad de incluir a una nueva concursante, Aída Nízar, tal y como se desprende de la encuesta que la propia Telecinco está efectuando en su web para que los visitantes determinen si ha llegado el momento de “perdonar” a la controvertida colaboradora. Y muy desesperados deben de estar en Mediaset para tomar esta resolución, ya que la otrora concursante de “GH 6” y posterior “Supervivientes” (en la edición que ganó Rosa Benito) llevaba alejada de sus pantallas desde hace 5 años, y más concretamente desde que demandó al grupo audiovisual por unas informaciones vertidas en el programa “Enemigos íntimos”, que supuso un gravante para las arcas del ente privado de más de cincuenta mil euros.
En fin, por todo ello, he creído conveniente aparcar por un día lo concerniente a la actualidad de la casa (incluyendo las declaraciones de Alison Eckman sobre que está “enamorada” de Marco Ferri) para señalar algunos puntos que podrían ser los responsables de este bajón de audiencia.
El cásting. No parece que, a priori, sea éste el punto más fuerte. Al igual que en otras ediciones, se ha seleccionado a un grupo bastante ecléctico que incluye gente popular en el sesgo de varias generaciones. Gente televisiva, aparecida en otros espacios como “Sálvame”, “Mujeres y Hombres y Viceversa”, etc, así como personajes con gran cantidad de seguidores en redes sociales del estilo Twitter, amén de otros a los que hacía tiempo que se les había perdido la pista y que podrían suscitar el interés de los telespectadores. Sin embargo, al margen de Toño Sanchís, que está de plena vigencia por su conflicto con la Esteban, no ha habido más grandes “bombazos” dentro del elenco, como el de la propia Belén o el de Rosa Benito (independientemente de su aportación final en el reality). Como siempre, muchos nombres sonaron en la terna de posibles inquilinos de la casa más famosa de Guadalix, pero fuera se quedaron algunos apetecibles como Mariló Montero (según parece, una ·inocentada” de algunas páginas web) o algún concursante de la primera edición de “Operación Triunfo”.
La expulsión de Toño Sanchís. Como decía en el párrafo anterior, el principal reclamo de esta edición era el famoso representante, que sin embargo se ha ido a la calle a las primeras de cambio, tal y como todos pronosticaban. Que Zeppelin no haya tomado medidas para evitarlo (al margen de lo ético o no de dicha acción) me parece un error garrafal. Además, no tuvieron el cuenta el factor “cliffhanger”, que raramente funciona con los “villanos”, pero sí en cambio con las “comedias románticas”. Esto es: en su día, muchos vieron el VIP para acontecer al “final feliz” de ver a la Esteban erigirse como ganadora del mismo. En cambio, saber que “el malo” (Toño) va a morir más pronto que tarde no llama tanto la atención. La única forma en que esto pudiese haberse revertido habría sido que su participación en el programa hubiese sido completamente distinto a lo que todos esperaban, pero la estancia de Sanchís se fraguó por los cauces que todos más o menos sospechábamos.
Las subtramas. Aparte de ese gran “bombazo” principal al que hacía referencia, un espacio multi-coral como la edición VIP de “Gran Hermano” necesita partir, de base, con algunas otras historias que podrían dar la sorpresa, ya que acontecimientos inesperados (como relaciones sentimentales, enemistades o alianzas) pueden llegar cuando el público ya haya dejado de seguir la edición. Es el caso de algunos conflictos que ya venían “de fuera” en otras ediciones y que dieron mucho que hablar por su continuación en un formato de telerrealidad, en otras ediciones, como la de Olvido Hormigos y Belén hace dos años o el de Laura Matamoros y Javier Tudela en la temporada pasada. Haber incluido a uno de los mencionados “triunfitos” con el productor Alejandro Abad, por ejemplo, habría sido un potente foco de atención secundario, toda vez que mantienen un contertulio público por los derechos de “Mi música es tu voz”, pero dicha subtrama no se fraguó.
La novedad. En cada entrega, los guionistas de “GH” se esfuerzan por ofrecer algo nuevo que pueda enganchar a quienes ya estén quemados de ver siempre lo mismo, pero en numerosas ocasiones, sobre todo en la historia reciente, esos mismos aportes han sido denostados por los seguidores más acérrimos. Es el caso de la edición donde se concursaba “por parejas”, que ganó Paula, y que propició bastantes concursantes “mueble” (que fueron despachados en las últimas semanas con dobles expulsiones), o el famoso “Club” de la reciente versión anónima del formato. Y del “Contra-Club” mejor ni hablamos; el “bluff” más famoso en la historia de este popular programa. Para el “VIP 5” los responsables pensaron en incluir a un desconocido dentro del cásting de rostros populares, fingiendo ser una celebridad internacional. Una especie de “broma” que podría haber dado bastante juego, de no ser porque el susodicho, Tuto Durán, es bastante soso y no se está tomando esa oportunidad como un verdadero juego cómplice con la audiencia, sino como una tabla de salvación que le permita, realmente, convertirse en un músico conocido a su salida del reality, con lo que la cara que está mostrando es demasiado “blanca” y poco jugosa para lo que un “Gran Hermano” requiere.
La entrada de Terelu. Al margen de que te guste o no la mayor de las hijas de la Campos, la irrupción de la colaboradora de “Sálvame” es de esas cosas que prometían más de lo que fueron. Su estancia durante una semana podría haber removido los cimientos de la casa, de no ser porque no aportó nada nuevo a lo que ya había, sino que por el contrario vino a sumarse al vapuleo a Toño Sanchís, haciéndolo además a sus espaldas. Los responsables del programa podrían haber exigido algo más de este alojamiento VIP dentro del propio VIP (por ejemplo, poniéndole a Sanchís los vídeos de Terelu en el confesionario, tal y como se ha hecho en otras ocasiones), pero parece que la intención de Zeppelin era hacerle la estancia a la susodicha lo más confortable que se pudiese, seguramente con la intención de que ésta reconsiderase su postura de cara a concursar en alguna futura edición.
Los orígenes del “Debate”. Por último, y para no hacer muy largo este artículo, reseñar que Sandra Barneda, en la presentación del “DBT”, aseguró que iba a tener una vuelta a los orígenes del mismo, amén de alguna que otra novedad interesante. Esto, a la postre, no ha sido así. Si no recuerdo mal, los orígenes del susodicho “spin-off” de las galas eran un espacio deominical casi de madrugada, como complemento de alguna serie de éxito (la “Aída” de Carmen Machi, Paco León y cía) y con un núcleo de cuatro o cinco colaboradores fijos alrededor de un presentador. La idea de convertirlo en un espacio de “prime time” llevó, lógicamente, a ampliar no sólo su duración, sino también el número de contertulios y pequeñas secciones interactivas con el espectador para poder cubrir las tres horazas de lo que no deja de ser un “recoge-vídeos” del “24 horas”. Ese es, en esencia, su principal defecto. “El debate” no tiene ninguna identidad propia, y erróneamente en sus últimas ediciones se ha convertido en una especie de “Sálvame” venido a menos, con colaboradores y familiares de concursantes que se pelean entre sí, en muchos casos por cuestiones que no tienen nada que ver con “Gran Hermano”. Además, la existencia de otros espacios como “El programa de Ana Rosa”, “Sálvame” o el resumen diario del reality, hacen prescindible su visionado, toda vez que casi nunca tiene incidencia sobre lo que pasa en Guadalix; no hay expulsiones, ni nominaciones ni nada realmente relevante (salvo honrosas excepciones).

En fin, que todo esto acaba pasando factura al reality más longevo y querido de nuestro país, sobre todo con la sobreexplotación que Telecinco está haciendo del mismo en las últimas ediciones, tal y como señalé en blogs pasados. Espero que todo esto no acabe suscitando una posible cancelación de este “VIP 5”, algo que sin duda sería histórico y a la par catastrófico para esta producción de Zeppelin y Mediaset. Mañana en Orgullo Fan… más y mejor.

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