Información básica:
reseña del sexto álbum de estudio del cantante canadiense Michael Bublé
titulado “Crazy Love” en referencia a un tema de Van Morrison cuya versión se
incluye en el tracklist. Producido por David Foster, Bob Rock y Humberto
Gattica, la versión normal salió al mercado en octubre de 2009, aunque justo un
año después se comercializó una “Hollywood Edition” con temas nuevos y en
directo hasta completar un total de 22 canciones. La “Hollywood” que da título al disco estuvo
co-compuesta por el propip Bublé, al igual que “Haven´t Met You Yet”, el primer
single, que fue nominado al Grammy (aunque perdió frente al “The way you are”
de Bruno Mars), obteniendo el álbum el premio correspondiente a “Mejor Álbum de
Pop Tradicional”.
Crítica: de Bublé
siempre voy a criticar que se empeñe en hacer covers de temas que ya han
inmortalizado otros autores y que, encima, los haga exactamente a como estos lo
hicieron. Sin ir más lejos, en “Crazy Love” podemos escuchar un “Georgia on my
mind” que siempre va a estar asociado a Ray Charles, por muy bien que el
oriundo de Vancouver la entone. En fin… puede que sólo sea una minucia, porque
lo que hace Bublé, después de todo, es lo que podríamos llamar como “música
universal”. Puede que sólo sea eso: un buen ejecutor de temas clásicos (un
“crooner” de toda la vida, vamos) que a lo largo de su discografía nos ofrece
sus “mejores canciones de todos los tiempos”. Pero joder… ¡es que lo hace tan
bien! ¡Y queda ya tan poca gente que haga lo que él hace! Se le puede achacar
de oportunista, pero desde que irrumpió en la escena musical, ya nadie quiere
ser como Frank Sinatra o Dean Martin… quieren ser Michael Bublé. Y este “Crazy
Love” lo habrían bendecido los propios Frank y Dean, porque el canadiense suena
aquí más elegante que nunca, más clásico; como si se estuviera postulando para
ser el próximo anfitrión de un casino de Las Vegas. Escuchando el tracklist del
disco te parece estar ante un álbum en directo, con una orquesta de veinte
músicos sonando entre un ejército de mujeres vestidas como Ava Gardner o Rita
Heyworth y camareros con bandejas de dry Martini. Y la voz de Bublé suena más
Sinatra que nunca, con ese deje chulesco y arrogante al enfrentar cada estrofa
(incluso en las baladas) que parece decir: “Sí, ya sé que soy el mejor… pero me
encanta que me lo digan”. Por si quedaba alguna duda de cuáles eran sus
referentes, el disco se abre con un “Cry Me A River” que no desentonaría como
opening de alguna de las películas de James Bond, aunque lo cierto es que,
comparativamente, “Crazy Love” es más abierto a otros géneros: pop, jazz, retro
soul… aunque todo suena a swing y eso sin duda es prueba de que Bublé ha
encontrado “su sello”. Personalmente, y aunque me encanta cuando se pone en
plan festivalero, de éste LP me quedaría con los momentos más moñas,
especialmente en “At this moment” (el gran baladón del disco), “Whatever It
Takes” (que canta con Ron Sexsm) y esa intimista “End of May” que demuestran
que no le hace falta estar tan arropado por una banda, aunque en la edición
“Hollywood”, éste tema se completa a continuación con una brillante “Me and Mrs
Jones” en directo que te terminará de poner los pelos de punta. En definitiva:
puede que seas heavy, rapero o bakala, pero en algún momento de tu vida te
quitarás el sombrero ante este álbum porque, como digo, lo que aquí tenemos no
entiende de etiquetas. Es música universal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario