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viernes, 10 de febrero de 2017

MICHAEL JACKSON: xscape (2014)


Información general: reseña del segundo LP póstumo de Michael Jackson, lanzado en mayo de 2014 y que contiene ocho canciones inéditas producidas por Timbaland, Rodney Jerkins, Stargate o Dark Child, entre otros, bajo la supervisión de LA Reid, seleccionadas entre los descartes que Jackson hizo para sus discos de estudio de entre 1987 y 2003.

Crítica: cuando alguien se nos va, por grande que sea, se va para siempre y sólo nos queda el recuerdo. ¿O no? Si habéis visto la “performance” de la pasada edición de los Premios Billboard, con el holograma de Michael interpretando “Slave to the rhythm”, habréis tenido que frotaros los ojos pensando que el Rey del Pop, en realidad, llevaba años escondido y esperando su regreso por todo lo alto (y si no la habéis visto, es fácil: usar YouTube). Desde luego, el propio Jacko debía estar sonriendo desde el cielo y aplaudiendo tanto la actuación de su alter ego como el lanzamiento de su segundo álbum póstumo con temas originales (y los que quedan: Sony firmó un contrato con sus herederos para sacar al mercado diez discos en siete años aunue esto, por supuesto, incluye recopilatorios). Al contrario de lo que pasaba en el anterior, titulado simplemente “Michael” y donde era más obvio que lo que escuchábamos eran descartes de otros álbumes, en “Xscape” hay algunas sorpresas increíbles y suponen un buen muestrario de la versatilidad del intérprete de “Billie Jean”. Porque, si algo era Michael Jackson, era un vocalista tremendo que ofrecía muchos registros: el agresivo (“Chicago”); el ñoño (“Loving You”), el creador de atmósferas (“Blue Gangsta”) o el visionario de ritmos imposibles (“Xscape”, que es la única que se presenta tal cual la planteó Jacko con el productor Rodney Jerkins, así que, para bien o para mal, no ha sido “toqueteada” sin su consentimiento). Pero, sobre todo, Michael era un artista universal, y es ahí donde brilla “Love Never Felt So Good”, tema pegadizo hasta la médula compuesto junto a Paul Anka y que nos devuelve al mejor Jackson, el de los ochenta, y donde la aportación de Justin Timberlake (el “heredero” que más se le aproxima) suena perfecta y elegante. Atemporal. No se puede decir lo mismo de la mencionada “Slave..” o “Do You Know Where Your Children Are”, que suenan artificiales y donde solo el conocido grito “Hee-hee” marca de la casa parece real. Se antoja bastante difícil de creer que MJ las hubiera lanzada tal y como se nos presentan aquí, sobre todo la segunda, con esa base musical que parece sacada de una máquina recreativa. Y sorprendente también, cuanto menos, el “leit motiv” musical que sirve de esqueleto a “A Place With No Name”, un homenaje (¿o plagio?) de las bases de “Leave Me Alone” o “The Way You Make Me Feel” (ambos temas incluidos en “Bad”, su LP de 1987). Pero de lo que no cabe duda es de que, despojadas de su artificiosa producción, las canciones de “Xscape” suenan a Michael Jackson por los cuatro costados y te dejan con las ganas de escuchar el álbum una y otra vez. Siempre nos quedará la duda de saber si, de haber seguido él con vida, las hubiésemos llegado a escuchar. Pero como dije al principio… ya no está. Se ha ido. Y “Xscape” es mucho mejor que un simple recuerdo.

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