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Información general:
reseña de “All New X-Men” 1 al 5 USA, publicado a partir de noviembre de 2012
en USA por Marvel Comics y posteriormente recopilado en el TPB con título
“X-Men de ayer”, primer arco argumental de la nueva colección realizada por
Brian Michael Bendis (guión), Stuart Immonen (dibujos), Wade Grawbader (tintas(
y Marte Gracia (color). La cabecera entraba dentro del epígrafe de “Marvel
NOW”, que denominaba así a un grupo de títulos que tras el evento de
“Vengadores contra X-Men… ver crítica” sufrirían un “reboot” a cargo de nuevos
equipos creativos. Así, “All New X-Men” tomaba el relevo a “Uncanny X-Men” como
principal título de la franquicia mutante.
Antecedentes: en
la citada saga “AvX”, Cíclope fue temporalmente poseído por la Fuerza Fenix y
con los poderes y la personalidad alterados, mató a Charles Xavier. Ahora, un
nuevo equipo formado por Vengadores y X-Men pretende impedir una nueva guerra,
mientras la Escuela Jean Grey sigue adoctrinando a los jóvenes mutantes con
Lobezno, Kitty Pryde, la Bestia y el Hombre de Hielo entre sus filas. Pero como
resultado de todo lo anterior, también se ha deshecho el famoso hechizo de “No
más mutantes” pronunciado por la Bruja Escarlata al final de “Dinastía de M”,
con lo que nuevos adolescentes están manifestado el gen-X por todo el mundo.
Escapando de la cárcel y convertido en revolucionario, Cíclope se dedica a
rescatarlos y sumarlos a la causa mutante con Magneto, Emma Frost y Magik, sin
que sus antiguos compañeros puedan encontrar la forma de hacerle ver que se ha
convertido en aquello que más temía.
Historia: Hank
McCoy, la Bestia, se muere. Y crée que con él, de algún modo, también morirá el
sueño de Xavier de la armonía entre hombres y mutantes. En un último acto
desesperado, Hank viaja hasta el pasado, en los primeros días de la creación de
los “X-Men”, para hacer que el joven e idealista Scott Summers viaje hasta el
“futuro” (nuestro presente) y lehaga ver lo equivocado de sus actos.
Finalmente, no sólo el imberbe Cíclope, sino el resto de los jóvenes X-Men
(Jean Grey/Chica Maravilla, Warren Worthington(Ángel, Bobby Drake/Hombre de
Hielo y un McCoy todavía humano) son apartados de su tiempo para viajar al
nuestro, lo que producirá un profundo choque entre los mutantes del pasado y
del presente.
SPOILER: los X-Men originales escapan de la habitación
en la Escuela Jean Grey donde les han dejado encerrados a la espera de tomar
una decisión sobre qué hacer con ellos y se enfrentan al actual Cíclope y su
nueva Hermandad, sin que ninguno de los bandos llegue a vencer. A su regreso,
descubren que la Bestia ha entrado en paro cardíaco, pero su “yo más joven”
encuentra una forma de salvarlo llevándolo a una nueva “evolución” de aspecto
más humano. Jean no está por la labor de regresar al pasado hasta que nuestro
presente no sea un lugar mejor, así que finalmente se opta por dejar que el
“grupo original” permanezca en nuestro tiempo bajo la tutela de Kitty Pryde.
Crítica: que
Bendis ya no tenía más ideas para los Vengadores era una obviedad desde hacía
tiempo. Sólo tenemos que ller su “Era de Ultrón”. Pero eso no quiere decir que
no pudiese aportar algo novedoso y fresco a Marvel. El crossover entre mutantes
y “vengatas” le dio la oportunidad perfecta para cambiar de aires y llegar a los
X-Men con una premisa argumental que realmente merecía un relanzamiento más
allá del típico cambio de miembros o de uniformes. Lo que postula Bendis es una
especie de “película” al más puro estilo (y nunca mejor dicho) “X-Men
Orígenes”, en un canto a la nostalgia que ningún fan del grupo puede eludir. Su
proclamación, al anunciarse que iba a ser el nuevo guionista, de que iba a
matar a Cíclope fue tomado por muchos como un truco publicitario sin
justificación alguna, pero realmente el “viejo” Scott Summers hace mucho que
perdió el norte. Todo ello sin olvidar lo excitante que resulta para cualquier
fan de los X-Men el regreso de Jean Grey (además, una joven y lozana). Siempre
podemos achacar, no obstante, el sempiterno alargamiento de los arcos argumentales
acaecido en los últimos años, pero el propio Bendis se encarga de que eso
merezca la pena con los graciosos momentos de “choque de épocas” que sufren los
desplazados temporales al abandonar los alegres años 60 (momento en el que
fueron creados, claro, pero eso supondría que las versiones actuales fuesen ya
honorables jubilados… un chiste que podría haber llevado a malentendidos y que
nadie se arriesga a tocar ni reclamar) para llegar a una época donde existen
los teléfonos móviles e internet. Y es que, amigos, a lo largo de su vida, los
X-Men han tenido que enfrentarse a muchos futuros distópicos (el celebérrimos
de “Días del Futuro Pasado”, o aquellos donde crecieron Bishop o Cable) pero
nada les había preparado para que aquellos futuros… fuesen nuestro presente.
Nada que ver con aquellos días donde Stan Lee y Jack Kirby soñaban con crear
todo un universo que hoy en día mueve miles de millones y se ve en las
pantallas de todo el mundo. Sin duda, uno de esos puntos de partida que hacen
de un cómic una experiencia tan emocionante como cuando nosotros mismos éramos
inocentes y desprejuiciados. El “viejo” Bendis… en plena forma.
Dibujo: otro
punto a reivindicar de esta colección es, sin duda, Stuart Immonen, un artista
que a la chita callando se ha consolidado como uno de los mejores grafistas de
la actualidad, teniendo aquí su particular “canto del cisne” con unas páginas
que son, a la vez, espectaculares (acertado uso de las dobles páginas en los
momentos más sorprendentes de cada número), como un homenaje a todo el bagaje
visual que han tenido los personajes en sus cincuenta años de historia. En
resumen: una de esas lecturas obligadas, tanto para “viejos” como para “nuevos”
lectores.
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