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jueves, 9 de marzo de 2017

RICKY MARTIN: sound loaded (2000)


Reseña del sexto álbum de estudio del puertorriqueño Ricky Martin, lanzado por Columbia en el año 2000 con un total de 15 canciones. El disco, segundo del cantante en inglés, vendió más de 8 millones de discos y se extrajeron tres singles: “She Bangs”, “Nobody wants to be lonely” (con Christina Aguilera) y “Loaded”.

Crítica: pues sí, tengo un disco de Ricky Martin. Ahora, con todo el asunto de su salida del armario y nuestro atraso patrio en según qué cuestiones, parece casi sonrojante, pero en su día todos bailamos al son de las pistas de este LP. Y, re-escuchado a día de hoy, te queda la sensación de que es una lástima que su orientación sexual haya eclipsado tanto la figura de Martin, porque hubo un tiempo en que, realmente, era el nuevo Elvis Presley. Él sólo abrió las puertas de la música latina en Estados Unidos (con una campaña de márketing de aúpa, claro: el videoclip de “She Bangs” fue el más caro en su época: un millón de euros). Una producción impecable de lo mejor del género: Emilio Estefan, Jon Secada, Draco Rosa, Desmond Child… y Pau Donés, que con su Jarabe de Palo y “La Flaca” dio también el bombazo por aquellos días y le escribió un tema (“Cambia la piel”) que cerraba el disco y era de lo más interesante del mismo. Musicalmente impecable, “Sound Loaded” también puso de moda los toques árabicos (claramente en “Saint Tropez” o “One Night Man”) que luego copiaría todo el mundo, desde Britney Spears hasta 50 Cent. Como en la gran parte del pop latino de la década, el tracklist se componía básicamente de temas bailables y baladas al cincuenta por ciento. Y sí, los temas ñoños de “Sound Loaded” no son nada del otro mundo (excepto “Como to me” y “Nobody Wants To Be Lonely”, aunque el éxito de esta última se debió a la inclusión de Christina Aguilera para hacer el dueto, ya que la cantante no aparecía en la versión normal del álbum y tuvo que ser lanzado directamente como single independiente), pero… ¿a quién le importa? Porque siguiendo la estela de “Livin la Vida Loca”, este LP por lo que realmente destaca es por sus rítmicas canciones latinas con múltiples instrumentos (trompetas, sobre todo) que te hacían mover las caderas en la pista de baile, lo quisieras o no, y que luego copiarían todos, desde Chayanne a David Bisbal pasando por Marc Anthony. Y sí, se bailaba imitando los gestos de Ricky Martin en los videoclips; esos gestos que, vistos hoy día, te hacen decir: “¿Pero cómo no pude darme cuenta antes de que era gay?”. Pues chico, no sé, pero… ¿acaso la música entiende de eso? Puede que sí. Entonces todos somos un poco “homo”.

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