Información básica:
reseña de “Partners”, el álbum número 34 en la carrera de Barbra Streisand.
Producido por Babyface, quien también canta un tema a dúo con la artista, el LP
fue lanzado en septiembre de 2014, con doce tracks clásicos de la diva, reinterpretados
junto a estrellas de la música de ayer y de hoy como Billy Joel, John Mayer,
Lionel Richie o Josh Groban; además de una “Deluxe Edition” que incorporaba
otros duetos clásicos junto a Bryan Adams, Neil Diamond o Frank Sinatra.. El
álbum entró directo al número 1 en la lista Billboard vendiendo más de ciento
noventa mil copias, lo que la sitúa como la única cantante con un disco en el
número uno en las décadas desde 1960 hasta nuestros días. Hasta la fecha,
“Partners” ha vendido más de medio millón de copias en todo el mundo y es uno
de los últimos trabajos de la artista de Brooklyn más exitosos.
Crítica:
últimamente, no dejo de escuchar discos con concepción parecida a la que nos
ocupa. Será que la música original ha muerto. O que se acercan las navidades. O
las dos cosas. A sus 72 años, la Streisand se marca este “Socios” o “Parejas”,
que bien podría haberse llamado “Capricho”, pues ha estas alturas de la
película, la mujer ya puede hacer lo que quiera. Además, tiene uno de esos
ganchos que te garantizan cobertura mediática en la publicación del disco: un
“Love Me Tender” que gracias a la tecnología canta al unísono junto al
mismísimo Elvis Presley. Y bueno, para el caso… los dos podrían estar muertos.
Perdón, ya sé que me he expresado de forma un tanto brusca, pero “Partners”
tiene una intención tan clara de sacarle los cuartos al personal que la
presencia de la cantante resulta casi innecesaria en esta especie de “grandes
éxitos” que se nos intenta vender como “algo más”. Y no es que no tenga méritos
propios para hacerlo. Siempre es agradable escuchar a Michael Buble moviéndose
como pez en el agua en el terreno que mejor domina; que la armónica de Stevie
Wonder suene de nuevo en una producción reciente; constatar el buen estado de
forma de John Legend; deleitarte con el poderío de la garganta de Andrea
Bocelli o hacer un descubrimiento: en este caso, el de Jason Gould, hijo de la
actriz, que canta junto a su madre un “How deep is the ocean” con una
introducción orquestal que más parece una banda sonora. “Partners” es de esos
discos que escuchas en la consulta del médico y te relajan o que te incitan a
comprártelo en caso de estar en un centro comercial. Cumple su función
perfectamente: es el regalo perfecto para estas fechas. No me extrañaría que te
lo vendieran ya envuelto con lacito y todo. Pero es tan, tan, tan perfecto en
su ejecución como producto de márketing que yo recomiendo no comprarlo,
utilizar internet y hacer eso que la SGAE tan bien nos ha enseñado hacer
predicando con su ejemplo. Creedme: la Streisand no lo va a notar. Ha vendido
más de 75 millones de copias en toda su vida, tiene 2 Oscar, un Grammy, 5
Globos de Oro, un Tony y nosecuantos Emmy. ¿Qué más puede pedir? Pues eso:
permitirse el capricho de regrabar algunos temas clásicos con lo más granado de
ayer y de hoy. Y para el próximo año ya nos inventaremos otra cosa.
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