Buscar este blog

miércoles, 12 de abril de 2017

Crítica de "BATMAN: El tribunal de los búhos"


Click sobre las imágenes para ampliar.
Información editorial: reseña de “El tribunal de los búhos”, primer arco argumental del segundo volumen de “Batman”, publicados entre los números 1 al 6 USA de la colección por DC Comics, realizador por Scott Snyder (guión), Greg Capullo (dibujo) y Jonathan Glapion (tintas), entre septiembre de 2011 y febrero de 2012.


Antecedentes: cuando a DC se le ocurrió “reiniciar” todo su universo desde cero, se encontró con un gran problema dentro de sus “nuevos 52”, ya que al hacer “borrón y cuenta nueva” se tacharían de un plumazo las brillantes etapas que Grant Morrison y Geoff Johns estaban realizando con Batman y Linterna Verde, respectivamente. Así, se le ocurrió la rocambolesca variante de que el Nuevo DC se iniciaría cinco años después del debut de los héroes, con lo que todas esas historias deberíamos “comprimirlas” dentro de su continuidad intrínseca en dicho período. ¿Lo habéis entendido? ¿No? Ya, es lo que tienen las piruetas circenses de las editoriales. Básicamente, que mientras otros personajes como Superman o Wonder Woman empezaban a contarse desde su origen, Batman (en el caso que nos ocupa) es, desde el número 1 de sus títulos, un héroe asentado en Gotham, que lleva colaborando años con el comisario Gordon y tiene bajo su tutela a toda una serie de pupilos como Dick Grayson (Nightwing), Tim Drake (Robin) o su propio hijo, Damien.


Argumento: desde su construcción, Gotham le debe mucho a la familia Wayne, de hecho, fue el tatarabuelo de Bruce, Alan Wayne, quien edificó gran parte de ella desde 1888. Ahora, es el propio Bruce Wayne quien quiere remodelarla y, al tiempo, apoyar la candidatura de Lincoln March para alcalde, un hombre que tiene su misma visión de lo que debe ser el futuro de Gotham, además de haberse hecho a sí mismo desde muy joven al haberse criado huérfano. Sin embargo, ambos hombres son también víctimas de un letal asesino, que sigue las directrices de una sociedad secreta conocida como “La corte de los búhos”, que han manejado los hilos de la ciudad desde las sombras desde hace décadas.


SPOILER: Dick, quien había sido señalado como sospechoso de una serie de crímenes que tienen que ver con “los Búhos”, es pronto descartado como tal, pero esto no evita que Batman acabe herido, desorientado y moribundo en un laberinto, dentro de las alcantarillas de Gotham, delirando y sufriendo ataques de los miembros de la sociedad secreta. Descubrimos que “los Búhos” tienen guaridas ocultas por toda la ciudad (lo que incluyen las propiedades de la familia Wayne) y que también pervirtieron a muchos niños para convertirlos en letales asesinos. Y, ahora que Batman les ha descubierto (y a pesar de que éste consigue huir del laberinto) ha llegado el momento de “despertarlos”.


Crítica: desde hace ya unos añitos, DC ha mimado a Batman, consciente de que es la piedra angular de su imperio editorial, por encima incluso de Superman. Por ello, de un tiempo a esta parte ha contado con largas etapas de autores de gran talento como Rucka, Morrison o ahora Snyder, los cuales han sabido muy bien ahondar en la parte oscura del personaje, respetando su oscuridad y barroquismo interior e intentando siempre ir “un paso adelante” en la historia personal del Caballero Oscuro, en vez de limitarse a repetir una y otra vez enfrentamientos con el Joker, Dos Caras o el Acertijo. En su día, Morrison optó por la inclusión de un hijo como manera de hacer que el héroe “creciese”, y ahora Snyder opta por la inversa y bucea en las raíces, llegando hasta el nacimiento de la propia Gotham para darle la vuelta a lo que sabíamos del personaje como un calcetín y consiguiendo contar algo nuevo pero sin desdecir lo que otros autores habían contado antes. Lo más acertado de esta primera hornada de cómics es conseguir que el lector se pregunte si esta especie de “secta masónica” pudieron ser realmente los responsables de la muerte de los padres de Bruce… pero tampoco lo afirma, que podría haber llevado también a una crítica feroz de los fans de toda la vida. En conjunto, “El tribunal de los Búhos” es un guantazo sin manos a los jefazos de DC, porque demuestra que ese “reboot comercialoide” que se acababan de sacar de la manga no era necesario; no hacía falta un nuevo origen para contar lo mismo de siempre pero de manera que pareciese nuevo. Lo que era menester eran buenos autores con algo que contar.



Imprescindible: pero si la labor de Snyder es encomiable (no sólo por plantear una historia interesante, sino por esforzarse en crear toda una serie de nuevos personajes que ayudean a enriquecer aún más el “bat-uniVerso”), la colección se antoja como imprescindible por la labor de un Greg Capullo que se erige como el mejor autor de su tiempo. El dibujante, consagrado durante muchos, muchos años, al sello de McFarlane, demuestra aquí que es un autor nacido para dibujar a Batman, mostrándose igual de brillante en los momentos espectaculares como de introspección, jugando con las composiciones de página y creando un entorno para el héroe, moviéndose siempre entre los claro-oscuros, como si estuviésemos dentro de una nueva adaptación de Tim Burton. Y, por si fuese poco, Capullo es una “rara avis” dentro del medio: un dibujante que no sólo dibuja bien… sino que lo hace rápido y totalmente capaz de entregar un número al mes, sin necesidad de “rellenos”. Por ello, esta etapa de guionista y dibujante será recordada en el futuro como una de las mejores del murciélago. Un clásico instantáneo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario