Información general:
reseña de “X”, sexto álbum de estudio de Chris Brown, lanzado por RCA records
en septiembre de 2014. Se compone de 17 temas con colaboraciones vocales de Lil
Wayne, R. Kelly, Usher, Brandy o Akon, entre otros. Antes del álbum, debido a
los contínuos retrasos por los problemas legales de Brown, se lanzaron los
singles promocionales “China Fine”, “Dont Think They Know” y “Love More” que,
finalmente, no forman parte del tracklist y se editaron en un EP aparte.
Posteriormente, se lanzaron “Loyal” y “New Flame”, que sí aparecen en el
trabajo. Debutó número 2 en la lista de Billboard, vendiendo más de cien mil
copias.
Crítica: “Tengo
una chica blanca con tetas falsas. La llevo conmigo a la bahía, con los ojos
cerrados, a fumar marihuana (…) Ella quiere follarse a todos los raperos”.
Chris Brown nunca ha sido un artista “real”; más bien, sus trabajos eran un
referente para ver por dónde iban los tiros del r&b en cada momento, pues
Brown se limita a hacer un “corta y pega” de lo más “cool” que estén haciendo
sus coetáneos, a la postre que los salpicaba con sus influencias de toda la
vida. Lo más elogiable que se puede decir de él es su capacidad para volver a
levantarse después de su caída en desgracia por el asunto Rihanna y el debacle
de su postrero “Grafitti”; aunque claro, habría que discutir si moralmente es
de aplaudir que haya tenido recursos (o los santos cojones) de volver al mundo
del entretenimiento tras haber sido condenado por malos tratos. Pero bueno… a
lo que vamos. Si en su álbum debut, Brown plagiaba la portada del “Thriller” de
Michael Jackson (además de sus coreografías), en “China Fime” se apropia de su
característico gritito y en “Add me in” hace lo propio con su forma de jugar
con los susurros y cambios de voz. Por otro lado, su pose en las letras de
misoginía mezclada con romanticismo cursi, que no eran más que una imitación de
R. Kelly, hacen que cuando éste aparece en “Drown in it” (una oda al
cunnilingus) sea difícil discernir quién es quien. Además, raya en lo absurdo,
auto-plagiándose en las bases de “Loyal” y “Come to do”. En general, “X” se
mantiene gracias a los “amiguetes” de los que ha sabido rodearse, dando un paso
más en su carrera: no sólo ha conseguido un estilo propio “mimetizándose” (por
no seguir con los símiles de “robando”) a otros artistas, sino que su nuevo LP
es un “que pase el siguiente”, desde Trey Sonz hasta la difunta Aaliyah, que le
hace los coros en otra canción que finalmente no se incluyó en el tracklist
final. Esto es especialmente llamativo, ya que la intención de Brown, según él
mismo confesó, era alejarse del AutoTunes y el resto de maquinitas para hacer
un homenaje a los años dorados del soul y la instrumentación orquestal más
clásica. Algo de eso había en “China Fine”, que suena al auténtico Jacko y al
Stevie Wonder de sus buenos años. Peeeeero… como el single no fue bien recibido
en las listas y pasó un año y medio entre su lanzamiento y el del propio disco…
pues volvemos a lo que hemos hecho en los dos discos anteriores, que es lo que
funciona, y los experimentos, como quien dice, para la Coca-Cola. O para otros
que tengan más redaños. En resumen: “X” no sentará cátedra en el panorama
musical actual, pero puede llegar a resultarte divertido. Además, es tan
extenso, que alguna pista habrá que te llame la atención.
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