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miércoles, 12 de abril de 2017

Crítica de "DIVERGENTE" (2014)


Año: 2014. Basada en: la novela de 2011 escrita por Veronica Roth. Director: Noel Burger (“Sin límites”). Intérpretes: Shailene Woodley (“Los descendientes”), Kate Winslet (“Titanic”), Ashley Judd (“Heat”), Zoe Kravitz (“Mad Max: Furia en la carretera”), Tony Goldwyn (“Ghost, más allá del amor”), Theo James (“Underworld: El despertar”), Ansel Elgort (“Carrie”), Jai Courtney (“Terminator: Génesis”… ver crítica), Ray Stevenson (“Transporter Legacy”), Magggie Q (“La Jungla 4.0”), Miles Teller (“Cuatro Fantásticos”… ver crítica). Presupuesto: 85 millones de dólares. Recaudación: 288 millones. Premios: ganó varios galardones populares como 5 “Teen Choice Awards” y 2 “People Choice Awards”.


Franquicia: si bien se las prometían muy felices con esta primera entrega y la secuela: “La serie Divergente: Insurgente” (2015), el fracaso relativo de la tercera parte (“Ascensión”), que dividía el último libro en dos partes, siendo ésta la primera, llevó a la productora Summit Entertainment a cancelar la cuarta (y presumible última) entrega cinematográfica, que debería haberse estrenado este 2017. En su lugar, se planteó que el final de la saga fuese llevado a la pequeña pantalla, presentando de paso a nuevos personajes de cara al desarrollo de una serie televisiva. Sin embargo, desde dicho anuncio no hemos vuelto a saber nada al respecto, y la proyección de muchos de los implicados en la franquicia hacen difícil el suponer que acepten lo que a todas luces se antoja como una salida “por la puerta de atrás”.


Sinopsis: tras una guerra que casi acaba con la humanidad, la civilización se han reunido en Chicago, en un futuro cercano, dividida en cinco facciones que intentan erradicar los errores del pasado. Estas facciones son: cordialidad, erudición, verdad, abnegación y osadía. Al llegar a la dolescencia, los individuos son expuestos a un rito de iniciación que determinará a qué grupo pertenecen (generalmente, al mismo del que proceden) y a pesar de que pueden elegir cambiar, también se exponen a ser rechazados y vivir como indigentes al margen del sistema. Tris, quien procede de “abnegación” decide pasar a “osadía”, después de que su rito la haya marcado como una “divergente”, una anomalía que pertenece a más de una facción y cuya condición debe ser mantenida en secreto para no ser eliminada, puesto que supone una anomalía que hace peligrar el equilibrio entre los distintos sectores de la sociedad.


Crítica: tengo que reconocer que odio profundamente a Shailene Woodley desde que vi “Bajo la misma estrella”, pero lo cierto es que esta afirmación demuestra muy poca objetividad y me limitaré a decir que es una mala copia de Jennifer Lawrence (al igual que la película es una mala imitación de “The Hunger Games”) y no tiene el carisma de aquella para soportar el peso de la historia. Y no, no es que yo sea un enamorado de la Lawrence o de “Los juegos del hambre”. Al contrario: me produce tanta urticaria aquella saga como lo ha hecho ésta, pero al César lo que es del César, y a “Divergente” se le ve tanto el plumero que podríamos estar hablando de “plagio” si no fuese porque los responsables de la adaptación cinematográfica son prácticamente los mismos que la otra y bueno… podrían decir que es “su sello”. Pero claro, las fantasías de ciencia-ficción distópicas con romances adolescentes no tienen por qué funcionar siempre del mismo modo y la puesta en escena de “Divergente” es aún más paupérrima que la de su “hermana”, donde los personajes son meras caricaturas a los que sólo les falta lucir en la frente una pegatina para que se les pueda reconocer, como si el público fuese estúpido. Y no me refiero a los típicos “héroes” y “villanos” que se adivinan desde el primer fotograma, sino a cosas aún más sangrantes como esa facción de “Osadía” que van de un lado a otro corriendo y haciendo “parkour” para justificar su condición de “osados”. De hecho, todo lo tienen que hacer de forma peligrosa d inconsciente. ¿Follarán sobre un lecho de clavos, o el simple hecho de hacerlo sin condón ya será lo suficientemente “osado”? No lo sabemos (o al menos, no en esta entrega) porque la pareja protagonista se pasan casi dos horas y media “pelando la pava” sin llegar a “consumar”, porque ya se sabe que esto hay que alargarlo lo máximo posible. Los dos primeros tramos del film, no obstante, son llevaderos y transcurren sobre los dictados típicos del subgénero del “elegido” que llega para salvar al mundo, pero, como señalábamos, todo es tan previsible que el final resulta casi innecesario y su metraje se hace insoportablemente largo. Si a ello le sumas que desde el principio sabes que estás asistiendo al primer acto de una trilogía (y lo que es peor: una tetralogía, para seguir la moda de dividir el último libro en dos partes) la insatisfacción que te produce todo echan por tierra los pocos alicientes que el asunto tuviera en un principio.


Resumiendo: si bien es un pasatiempo convencional que no llega a defraudar tanto como otros experimentos coétaneos del estilo de “Cazadores de sombras”, su calado sólo será apto para aquellos a los que esto del cine todavía les parezca algo “nuevo” y tengan su pared decorada con pósters de los protas de “Crepúsculo” y “Los juegos del hambre”. Para los demás, podría ser un mero vehículo para sestear el fin de semana, pero sus más de dos horas de duración hacen que incluso para esto sea necesario pensárselo dos veces.


Memorable: en uno de los pocos puntos realmente divertidos del guión, Tris se enfrenta contra un enemigo que le dice: “No me vas a disparar”. Y ella se enoja: “¿Por qué todo el mundo me dice lo mismo?”. Y tiro al canto. Esa no me la esperaba, tengo que reconocerlo.


Mejorable: ver a la Winslet o Judd haciendo aquí de “madres” y “villanas” te hace darte cuenta de que el tiempo pasa para todos y no ves relevo en lo que viene por detrás. Tampoco se entiende que con todo lo que dura la peli se les de tan poca cancha a sus personajes.


Curiosidades: Shailene Woodley y Ansel Ergot, que interpretan aquí a dos hermanos de una misma facción, coincidirían poco después en “Bajo la misma estrella” interpretando a dos adolescentes que se enamoran, unidos por sendas enfermedades terminales. Por cierto, destaquemos también que Woodley, antes de la que nos ocupa, había participado en las audiciones para el papel protagonista en “The Hunger Games”, si bien acabó perdiendo el rol frente a una Jennifer Lawrence que ya apuntaba maneras de superestrella.



Parafraseando: Tris se enfrenta a su prueba de fuego final para ser aceptada por su facción adoptiva, y su noviete le advierte que si lo hace demasiado bien podrán darse cuenta de que es una “divergente”: “O sea, que si salgo demasiado rápido… me matan. Y si salgo demasiado despacio, me expulsan” “Exacto. Buena suerte”.

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