Emisión: septiembre
2014 – mayo 2015. Creador: Bruno Haller. Basada en: el personaje de DC Comics
creado por Bob Kane. Producotra: Warner Bros. Emisión original: FOX. En España:
Canal +. Episodios: 22. Director: Danny Cannon. Reparto: Ben McKenzie, Jada Pinkett
Smith, Erin Richards, Donal Logue, David Mazouz, Victoria Cartagena, Sean
Pertwee, Robin Lord Taylor, Zabryna Guevara, Cory Michael Smith, John Doman,
Andrew Stewart Jones, Camren Bicondova, Milo Ventimiglia.
Principal: tras
pasar un tiempo en el ejército, James Gordon regresa a Gotham para incorporarse
como Detective de Homicidios al Departamento de Policía, donde le asignarán
como compañero a Harvey Bullock, un agente de la vieja escuela con quien no
tardarán en saltar las fricciones. Su primer caso será el asesinato del
matrimonio Wayne, quienes dejan huérfano al pequeño Bruce, testigo parcial del
hecho y quien también intentará por su cuenta averiguar al culpable con la
ayuda de su fiel mayordomo, Alfred Pennyworth, y la joven ladrona Silena Kyle. La
tumultosa relación de James con el resto de compañeros del departamento le
llevarán temporalmente a ser suspendido del cuerpo y asignado como vigilante al
asilo Arkham, al tiempo que se separa de su mujer, Barbara. En el sanatorio
mental, no obstante, conocerá a Leslie Thompkins, una doctora que
posteriormente será su nuevo amor.
Secundario: el
ambicioso Oswald Cobblepot, a quienes todos apodan “el Pingüino”, intentará
hacerse un hueco en el entramado criminal de la ciudad, que se mueve a dos
bandas entre los clanes de Carmine Falcone y Salvatore Maroni, con la
despiadada Fish Money de por medio. La corrupción es tal que envenena hasta el
propio departamento de policía,pervirtiendo a los más altos mandos, lo que
afecta directamente a Bullock y Gordon, quien se verá obligado a fingir el
asesinato de Cobbleplot para demostrar su “compromiso”, lo que paradójicamente
iniciará una curiosa relación de amistad entre Oswald y James.
SPOILER: tras
librar a Barbara de un asesino en serie que secuestra a los seres más queridos
de la policía, Bullock y Gordon intentarán “limpiar” al departamento mientras
la ciudad sufre el asalto final entre Falcone y Maroni, provocado por
Cobblepot, que se salda con la muerte de ambos capos mafiosos y también,
supuestamente, la de Fish Money, lo que convierte a él en “el rey de Gotham”.
Mientras, Bruce es amenazado por un exsocio de su padre a que no siga
investigando si no quiere descubrir los pecados de su progenitor, pero el joven
Bruce está seguro de la inocencia de su padre y acaba descubriendo un pasadizo
secreto en la mansión que comunica directamente con una cueva subterránea.
Memorable: el
episodio 17, “Capucha Roja”, tiene ese humor negro y giros inesperados que
realmente elevan la serie más allá de la típica “ficción episódica” y que, sin
llegar a aparecer, despierta en los fans el cosquilleo en el estómago ante la
supuesta inminente aparición del Joker. En otro gran momento del capítulo, la
subtrama (por otro lado, prescindible) de Fish Money atrapada en la isla del
doctor Dollmaker se salda con la propia Money clavándose una cuchara en la cara
y saltándose un ojo para demostrar que no va a servir de conejillo de indias de
nadie.
Crítica: no,
“Gotham” no es la “Breaking Bad” de las series comiqueras en la pequeña
pantalla, pero desde luego es mucho mejor que “Smallville” (a su favor tiene,
claro, que es más “terrenal” y, por tanto, más fácil de ser fieles a las
viñetas con un presupuesto ajustado), y garantiza una diversión que va “in
crescendo”, conforme se va construyendo el universo alredodr de los personajes,
manejando muy bien la progresión de prsonajes como Edward Nigma o el futuro
Pingüino, que se descubre como la auténtica revelación de la serie, y el
villano sobre el que se vertebra todo a pesar de la aparición de otros como el
Espantapájaros, que junto a otros secundarios del estilo Lucius Fox, Harvey
Keitel o la familia de acróbatas Grayson, ayudan a que siempre tengamos
presente al Hombre Murciélago, a pesar de que nunca llegue a verse (por razones
obvias, claro; lo contrario sí que sería sorprendente). Y sé que muchos
esperaban una adaptación más apegada al “Año Uno” de Miller o a la “Gotham
Central” de Ed Brubaker y Greg Rucka, pero no podemos olvidar que es una
temporada de 22 episodios (demasiado larga como para que no tenga notables
alti-bajos) y que la cadena que produce es FOX. Esto es importante porque no
hablamos de una cadena de cable del estilo HBO o AMC, cuyas exigencias de
audiencia, a priori, son menores. “Gotham” se estrenó con ocho millones de
espectadores y fue bajando hasta los cinco millones, un descenso que podría ser
considerado como mortal pero que, en realidad, suponen un “share” bastante alto
lo, lo que garantiza su continuidad. Teniendo en cuenta que la concepción de la
serie es para un target bastante amplio (lo que obliga a concesiones como ese
amor adolescente y omnipresente de Wayne y Kyle), “Gotham” es bastante oscura,
al menos en su fotografía, y mezcla bien en su balanza todos su ingredientes
para no decepcionar a nadie. Si se le perdonan sus comprensibles pecados, se
puede disfrutar como un complemento “menor” de la trilogía del Caballero Oscuro
filmada por Christopher Nolan.
Resumiendo: en un
curioso juego de “retro-alimentación”, a quien más se parece “Totham” es a su
“hermana” de CW, “Arrow” (que, a su vez, tomaba como base la trilogía de
“Batman” para hacer de Flecha Verde un trasunto del Cruzado Enmascarado). FOX y
Warner Bros han tomado buena nota de la ficción del arquero, y aunque no llega
a los sonrojantes extremos de mostrar los abdominales de Gordon en cada
episodio o hacer de él un playboy que se vaya picando de flor en flor, tiene
algunos toques “folletinescos” que de seguro no agradarán a los más puristas
pero que ayudan a hacer más accesible el producto final a los neófitos. Además,
nunca llega a perder del todo el norte, y tiene esos puntos graciosos como
cuando Rruce dice a Alfred que va a invitar a un baile a Selina y el mayordomo
dice: “Entiendo… usted es un joven bien parecido, y ella es una chica vestida
de cuero negro ajustado”. Como decía aquel famoso anuncio de Coca-Cola:
“Gotham” es el resultado de querer un Batman para los altos, para los flacos,
para los feos, para los ricos, para ti, para mí… para todos. Y puede que no sea
tan malo como parece.
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