Buscar este blog

martes, 18 de abril de 2017

Crítica de "UN PASO ADELANTE: primera temporada"


Creada por: Daniel Écija. Productora: Globomedia. Emisión: enero – abril de 2002. Cadena: Antena 3. Episodios: 13. Intérpretes: Beatriz Luengo, Pablo Puyol, Mónica Cruz, Miguel Ángel Muñoz, Lola Herrera, Natalia Millán, Beatriz Rico, Silvia Marty, Alfonso Lara, Pedro Peña, Asier Etxendia, Jaime Blanch. Audiencias: la ficción tuvo una media de 3,5 millones de telespectadores y más de un 21% de share. Curiosidades: es la serie española más internacional, habiéndose vendido a más de 50 países. En 2015, salió al mercado un pack con todas las temporadas en alte definición, para conmemorar el 25 aniversario de la cadena. Hay un proyecto de cara a 2020 para hacer una película de televisión con los actores originales.


Principal: el día a día en una elitista escuela de artes escénicas siempre es complicado. Sobre todo para un grupo de alumnos de primer año: Lola (cándida e ingenua, se ha perdido gran parte de su juventud al tener que cuidar de su padre y hermano tras la muerte de su madre), Pedro (hijo de pescadores, que tendrá que trabajar en el propio centro para pagarse los estudios), Silvia (la niña pija, sobrina de una miembro del consejo de administración, siempre teniendo que demostrar que no depende de su apellido), “Rober” (el chulo y gamberro, que esconde un drama personal relacionado con un relación del pasado), Ingrid (la “casquivana” de la escuela, que no duda en acostarse con alumnos y profesores) o “Beni” (que lucha contra las etiquetas y los estereotipos debido a su condición sexual), entre otros.


Secundario: lógicamente, los profesores también tienen sus propios problemas empezando por Juan y Diana, profesores de música y danza moderna, respectivamente, que mantienen una relación de “idas y venidas” desde hace años. O Adela, antigua alumna del centro, que terminó en una espiral auto-destructiva tras una lesión y ahora intenta superar sus adicciones con la ayuda de Carmen, la directora del centro. Sin olvidarnos de Cristóbal, el excéntrico profesor de interpretación, el estricto jefe de estudios recién separado Germán, o el entrañable Antonio, conserje de la escuela que a pesar de su apariencia de viejo gruñón, no duda en echar una mano a los alumnos más necesitados.


SPOILER: los chicos se enfrentan a los exámenes finales con más nervios que nunca. Pedro y Rober, que han mantenido una rivalidad durante todo el curso por llamar la atención de Silvia, llegan a las manos cuando descubren que ambos, por separado, han estado con la joven. Lola, por su parte, acabará confesándole sus sentimientos a Pedro, y sufriendo por el rechazo de éste. Y finalmente Ingrid, suspendida en primera instancia por los celos de Diana, cuando ésta descubre que la alumna se ha liado con Juan, conseguirá pasar el corte forzando una revisión de los exámenes… si bien el principal afectado será Beni, que deberá abandonar el centro.


Crítica: “¿No os da la impresión de que nos pasamos el día duchándonos?”. Desde su misma creación, Antena 3 siempre apostó por las series de ficción propias, y en su parrilla los adolescentes siempre han tenido su hueco. “Compañeros” o “Física o química” son buena prueba de ello, pero a pesar de los miles de fans que ambas tienen, la más exitosa de todas fue “UPA”, emitida entre ambas, y que multiplicó su alcance gracias a las dotes musicales de algunos de sus protagonistas, convertidos en grupo que llenaban estadios y desataban pasiones allí por donde iban. Todo ello pese a que sus primeros capítulos tenían un notable problema de foco, pues el triángulo amoroso no estaba del todo explotado hasta el final de su primera temporada. O quizás sea que estamos acostumbrados a que las cosas en las ficciones patrias vayan más rápido, y “Un paso…” tenía más argumentos y personajes con los que aliñar sus historias. Fuera como fuese, de lo que no cabe duda es de que sabía explotar sus valores añadidos y tampoco escondía su deuda hacia otras series de corte similar, como “Fama”, o principalmente, a la primera edición de “Operación Triunfo”, que había terminado su emisión en La 1 poco antes y que, convertida en todo un fenómeno sociológico, fue gran parte responsable del éxito de la que nos ocupa. Desde luego, le fue mucho mejor “ficcionar” el espectáculo que en la apuesta por su propio reality, “Estudio de actores”, que se canceló por falta de audiencia. al final, “UPA” consiguió su propio éxito y sirvió como catalizador de los sueños de toda una generación, que multiplicaron el número de chicos/as que se presentaban cada año en las escuelas de interpretación y teatro musical, intentando ser los protagonistas de sus propias historias de amor como las de Lola, Pedro, Rober y compañía. Más adelante, convertidos en estrellas, la fama se iría alimentando con las relaciones en la vida real de M.A.M y Mónica Cruz, la de Beatriz y Yotuel Romero (que se incorporaría más adelante), la publicación de sus discos en solitario, etc. Otras ficciones posteriores han intentado emular la explosiva combinación de hormonas revueltas y números de baile con canciones “del momento”… pero claro, ya no es lo mismo. Que se lo digan a la “Dreamland” de Mediaset, que terminó prácticamente antes de empezar. Resumiendo: que si eres de los que piensan que la “Noviembre” de Achero Mañas era demasiado cruel con la profesión y quieres algo más “naif” con la estética noventera de estampados militares, colores chillones y banda sonora de “radiofórmulas”… ésta es sin duda tu serie. Sólo hubiese deseado un poco más de humor propio, como la frase de Lola con la que empezaba esta reseña, en clara alusión a las dos o tres escenas con los protagonistas cambiándose en el vestuario (por capítulo), o esa otra en la que echaban en cara a Miguel Ángel Muñoz que tuviese que quitarse la camiseta cada dos por tres. Por lo demás… me trae unos recuerdos inolvidables. Y reflejaba con bastante exactitud tanto las relaciones que se establecían como los problemas típicos de estudiar una carrera de arte: la rivalidad, la exigencia con uno mismo, los cástings infructuosos, los sueños de gloria.. Sí, amigos, yo también me trasladé a Madrid buscando mi propio hueco en las estrellas. Y aquella época coincidió con la emisión de la serie. Poco importa que tras su finalización ninguno de sus intérpretes haya alcanzado un éxito similar en sus postreras carreras, más dependientes de su participación en realities (Pablo y Beatriz en “Tu cara me suena”, Miguel Ángel en “MasterChef Celebrity”, Mónica jurado del efímero “Top Dance”…). Durante aquellos años, eran “lo más de lo más”, y revisionar la primera temporada de “UPA” es como recordarlo de golpe. Inolvidable.


No hay comentarios:

Publicar un comentario