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lunes, 10 de abril de 2017

Crítica de "THE VAMPIRE DIARIES: primera temporada"


Creada por: Kevin Williamson. Basada en: la serie de novelas homónimas de L.J. Smith. Cadena: The CW. Emisión: septiembre 2009-mayo 2010. Episodios: 22. Intérpretes: Nina Dobrey, Paul Wesley, Ian Somerbalder, Steven R. McQueen, Sara Canning, Katerina Graham, Candice Accola. Audiencias: en su país de origen, la primera temporada tuvo una media de 8 millones de espectadores. Premios: también arrasó en los “Teen Choice Awards”, ganando 7 galardones.


Principal: en la ciudad ficticia de Mystic Falls, en Virginia (EEUU), la joven Elena Gilbert y su hermano Jeremy intentan sobreponerse a la muerte e sus padres, volviendo de nuevo al instituto. Allí, Elena empieza una relación con el misterioso Stefan Salvatore, quien pronto se descubre que es un vampiro, convertido en 1864, y que solamente se alimenta de animales y bolsas de sangre. Tanto Stefan como su hermano, Damon, fueron convertidos por la misma persona, la despiadada Katherine Pierce, con quien ambos iniciaron una relación. Damon, de regreso en Mystic Falls, crée que Katherine y otros vampiros están sepultados en una cripta sellada con magia bajo las ruinas de una antigua iglesia, por lo que buscará desesperadamente la forma de romper el surtilegio con la ayuda de Bonnie, amiga de Elena, quien desciende de brujas.


Secundario: el grupo de “los Miembros Fundadores”, que saben de la presencia de los vampiros, comienzan a conspirar contra ellos buscando un arma capaz de destruirlos a todos a la vez. Entre ellos está John, tío de Elena, quien más tarde resulta ser el padre verdadero de ésta. Elena también descubre que su madre auténtica es Isobel, esposa de Alaric (nuevo profesor de historia), a la que se creía muerta pero que en realidad fue convertida por Damon años atrás en vampiresa.


SPOILER: Stefan y Damon sobreviven al ataque de los Miembros Fundadores, pero el resto de vampiros que habían huído de la cripta son reducidos a cenizas junto con el alcalde Lockwood y otros inocentes. Damon llega a casa de los Gilbert y encuentra a Elena; ámbos rompen la tensión sexual entre ellos con un beso… sin saber que Elena es en realidad Katherine haciéndose pasar por ésta. De este modo, Katherine consigue también apuñalar a John Gilbert. Y en ese momento… Elena regresa a su casa.



Crítica: con la primera entrega de “Crepúsculo” arrasando en los cines un año antes, el creador de dos obras tan diferentes como “Scream” y “Dawson crece” fue el primero en anticiparse a la nueva moda y presentó una especie de versión televisiva de lo mismo, que encontró su hueco perfecto en la cadena CW. Mtv, por ejemplo, aún tardaría dos años en presentar a su “Teen Wolf”, que no dejaba de ser otra vuelta de los mismos conceptos pero con hombres-lobo en lugar de vampiros. En definitiva, Williamson estuvo en el momento y el lugar adecuado, y supo vertebrar su “diario vampírico” en otro triángulo amoroso, el de los hermanos Salvatore con Elena, amén de subtramas con ex novios y demás “fauna” de las series adolescentes tipo “Sensación de vivir” o “The O.C.” que conseguían mantener el tipo en una temporada larguísima de 22 episodios. La inclusión de collares de verbena o anillos mágicos que impiden a los personajes morir por causas sobrenaturales, junto a giros sorpresas del tipo “Luke… yo soy tu padre”… todo vale para una ficción de perfil bajo cuya mayor ventaja es, precisamente, que sabe a qué público va dirigido y lo confía todo al pétreo físico de Wesley (una especie de Mario Casas norteamericano, que sale sin camiseta siempre que puede) y el magnetismo animal de Somerhalder, que salió rebotado de “Perdidos” para tener mucho más peso en esta nueva serie. Teniendo en cuenta que ya van por la sexta temporada y lo mucho que se ha enrevesado la cosa, aconsejaría a alguien que nunca hubiese visto “The Vampire Diaries” que se abstuviera de empezar a hacerlo y cogiese cualquiera de las novelas de Anne Rice que pusieron de moda lo de los “vampiros románticos”. Pero sin duda, las “crepusculistas” tienen aquí una apuesta segura.

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