Año: 2015. Director: Simon West (“Con Air”). Intérpretes:
Jason Statham (“Transporter”), Michael Angarano (“Sky High”), Stanley Tucci
(“Los juegos del hambre”), Sofía Vergara (“Modern Family”), Anne Heche (“Seis
días, siete noches”), Milo Ventimiglia (Peter Petrelli en “Heroes”), Hope Davis
(“Acero Puro”), Cedric the Entertainer (“La Barbería”). Presupuesto: 30
millones de dólares. Recaudación: 1.6 millones. Curiosidades: basada en la
novela “Heat”, de William Goldman, de la que ya se realizó una primera adaptación
en 1985 con Burt Reynolds como protagonista, conocida aquí como “Acorralado en
Las Vegas”.
Sinopsis: Nick
Wild es un tipo misterioso que se dedica a hacer de guardaespaldas o montar
“numeritos” a cambio de dinero en la ciudad más ruidosa del mundo, soñando con
ganar medio millón de dólares que le permitan retirarse un tiempo a Córcega.
Pero cuando una de sus amigas es agredida sexualmente por un aspirante a
boxeador, hijo de un mafioso, Nick no tendrá más remedio que dejarlo todo
aparcado y hacer justicia.
Crítica: salgo
del cine de ver “Furious 8” (vercrítica) y, como me he quedado con ganas de más, me dispongo a
reconciliarme con ese placer culpable que es el cine de Jason Statham y que
últimamente tan mal sabor de boca me deja, por mucho que ahora se rodée de
algún rostro conocido para amenizar la función. Una función que recae siempre
sobre sus musculosos hombros, lo quiera él o no, auto-consciente de que es el
rey de un género ya caduco y sin saber muy bien qué mérito es eso… cuando no
tienes anadie con quien compararte. “Jugada salvaje” es previsible hasta decir
basta, y la propia imagen del actor hacen inviable que la sensación de peligro
real del héroe se produzca, al estilo de, por ejemplo, “Cosas que hacer en
Denver cuando estás muerto”, porque todos sabemos que al final va a soltar
mamporros y lo va a resolver todo. Tampoco se entiende muy bien el cambio que
se produce en la personalidad del susodicho, quien en el tramo final, después
de haber pertrechado la típica pose de tipo duro parco en palabras… se
transforma en un ídolo con pies de barro adicto al juego y que no sabe cuándo
parar. El giro final, con un imposible desenlace feliz, hecha por tierra
cualquier intento de historia crepuscular o auto-destructiva, y ni siquiera la
química entre director y actor principal (han trabajado juntos en “Los
Mercenarios 2” y “The Mechanic”) consiguen que el film que nos ocupa tenga
algún sentido. Últimamente, Statham se ha embarcado en una carrera contra sí
mismo, estrenando varias películas al año, y siempre en alguna de ellas intenta
huir de su propia sombra, cual Peter Pan queriendo “madurar” en una industria
que le obliga a clonarse para mantenerse en activo. Desgraciadamente, películas
como “Wild Card” dan la razón a quienes le ven como un intérprete de un solo registro.
Resumiendo: si ya
de por sí, su filmografía no es como para echar cohetes, “Jugada Salvaje” es
otro flojo film de Statham, con aire rancio y recomendable únicamente para
sestear en el sofá. Se agradece el intento por hacerle hablar más de lo que nos
tiene acostumbrados en otras cintas… pero definitivamente no es lo que mejor se
le da. Todos queremos ver al protagonista peleando… y “Wild Card” ni siquiera
es buena, ni se explaya, en este sentido.
Memorable: las
escenas de acción, aunque sean de “andar por casa”, y la presencia de algún que
otro rostro conocido pagados a base de talonario para darle algo de fuste al
cartel. Especialmente, una Sofía Vergara que siempre te alegra la vista.
Mejorable: la
subtrama del chaval informático que acude a Las Vegas para aprender a pelear es
casi de vergüenza ajena. Se nota que la historia principal no daba para un
largometraje entero y había que “rellenarla” como si de una temporada
televisiva se tratase.
Curiosidades: según
parece, Statham estuvo desarrollando personalmente el proyecto durante cinco
años. En algún momento del proceso, la intención fue que Brian De Palma
(responsable de clásicos como “Carrie”, “Vestida para matar”, “Los intocables”,
“Atrapado por su pasado”, “El precio del poder” o la primera “Misión Imposible”)
se pusiera tras las cámaras, si bien nunca llegó a estar realmente dentro de la
producción.
Parafraseando: la
amiga de Statham le pide que vengue su honor despachando a los criminales que
la han violado. La forma que tiene de pedir ayuda es un tanto… um… curiosa: “¿Y
si me matan?” “Estaré triste unos días”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario