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sábado, 8 de abril de 2017

STRANGER THINGS: primera temporada


Emisión: 2016. Creada por: The Duffer Brothers. Cadena: Netflix. Episodios: 8. Intérpretes: Winona Ryder, David Harbour, Finn Wolfhard, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo, Caleb McLaughlin, Natalia Dyer, Charlie Heaton, Matthew Modine. Premios: entre otros, ha sido elegido por el American Film Institute como una de las 10 mejores series del año y el Sindicato de Actores le otorgó el premio a Mejor Reparto de una Serie.


Concepción: tras la escritura de su película “Hidden: Terror en Kingsville” (2015), los hermanos Duffer fueron contratados para trabajar en la ficción de “Wayward Pines” (ver crítica) bajo la supervisión de M. Night Shyamalan. Esta experiencia les sirvió para considerar que ya estaban preparados para desarrollar su propia serie original. En un principio, partieron de la base de la cinta “Prisioneros”, de 2013, dirigida por Denis Villeneuve y protagonizada por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal, y pensaron en una historia que se focalizara en la angustia de un padre durante la desaparición de su hijo. Conforme fueron trabajando en el proyecto, los hermanos pensaron que sería buena idea narrar esta premisa desde el punto de vista de los amigos del chico desaparecido, y a partir de ahí consideraron un homenaje para las películas de corte familiar de la década de los ochenta. Algunas de la influencias reconocidas por los Duffer han sido las obras de Steven Spielberg, tanto como director (“E.T., el extraterrestre”, “Encuentros en la tercera fase”), como productor (“Los Goonies”), así como John Carpenter (“La cosa”) o Guillermo del Toro (“El espinazo del diablo”); también los libros de Stephen King (“It (Eso)”) y videojuegos como “Silent Hill” o “The Last of Us”, amén del muy evidente guiño al manga y anime “Akira”.


Principal: el 1983, tras jugar una partida de rol con sus amigos, el joven de 12 años  Will Byers desaparece misteriosamente, traumatizando a toda la comunidad de Hawkins (Indiana). Si bien se les ha prohibido expresamente salir de casa hasta que todo se aclare, los amigos de Will: Mike, Dustin y Lucas, emprenderán su búsqueda y pronto darán con “Eleven”, una niña de su misma edad pero poco social, que posee unos asombrosos poderes paranormales y que parece estar huyendo de algo o de alguien. Los niños decidirán esconderla en el sótano de Mike al descubrir que quizás “Eleven” tenga algo que ver con la desaparición de su amigo… incluso puede que sea la responsable.


Secundario: paralelamente, Joye (madre de Will) intentará también localizar a su hijo, con quien cree poder comunicarse a través de la electricidad, por extraño que parezca. Lo mismo con Nancy (hermana mayor de Mike) y Jonathan (hermano de Will) que irán acercándose cada vez más a medida que indaguen sobre lo ocurrido, a pesar de tener unos caracteres a priori distintos. Y por último, pero no menos importante, el jefe de policía Jim Hopper, quien irá tirando del hilo de un laboratorio secreto y experimental que opera en los lindes de Hwkins y que no parecen estar muy por la labor de revelar qué tipo de experimentos llevan a cabo.


SPOILER: finalmente, todos los equipos implicados en la búsqueda de Will llegan a la inevitable conclusión de que el niño se encuentra afortunadamente con vida, pero atrapado en una dimensión paralela donde ha sido conducido por una monstruosa criatura. El portal que comunica ambos mundos fue abierto por “Eleven” gracias a sus poderes, ya que la niña ha sido tratada como “conejillo de indias” prácticamente desde su nacimiento, junto a otros niños robados de sus madres al nacer. En el enfrentamiento final contra el monstruo de la otra dimensión, “Eleven” consigue cerrar el portal y traer de vuelta a Will a nuestro mundo, si bien el precio a pagar es que ella misma desaparece, teóricamente atrapada en la realidad paralela cuyo portal ella misma facilitó. Por su implicación en los hechos, Jim Hopper parece obligado a trabajar para el gobierno… al tiempo que deja periódicamente lo que parecen ser ofrendas en el interior del bosque donde antaño se veía a la criatura surgida de la dimensión paralela. ¿Para quién son dichos obsequios? ¿Sigue viva “Eleven”? Y lo más importante… ¿está Will sufriendo algún tipo de secuelas por su exposición a un mundo distinto al nuestro?


Curiosidades: si bien Netflix nunca ha desvelado datos sobre las audiencias de sus series, al tratarse de un servicio en “streaming” que no está regulado por los medidores de share, se cree que “Stranger Things” fue seguido por una media de 14 millones de telespectadores tan sólo en Estados Unidos, lo que la sitúan en tercera posición de lo más visto del servicio, por detrás de la primera temporada de “Fuller House” (la secuela o spin-off de “Padres forzosos”) y “Orange is the new black”. Por otro lado, aclaremos que la ciudad donde transcurren los hechos, Hawkins, es ficticia, lo que permitió a los creadores acometer ciertas partes de la historia con mayor libertad.



Crítica: sin ser realmente una serie imprescindible, “Stranger Things” es una recomendación fácil; un ejercicio entrañable de nostalgia ochentera con unos personajes muy bien definidos y bien equilibrados entre su elenco. Por un lado, tenemos al simpático grupo de “perdedores” que son los niños protagonistas (lo que incluye a “Eleven”, sin duda el mejor personaje de nueva ficción de la temporada, convertida ya en icono), pero por el otro tenemos a la desquiciada Winona Ryder, quien parece incluso más loca que en la vida real (es una broma, que conste) y el emblemático anti-héroe que es el jefe de policía, quien muy pronto se deshace del halo a “cliché” que exhiben el resto de personajes. Aún con todo, el ritmo de la ficción y sobre todo la buena dosificación de todos sus elementos hace que las claras alusiones a otras obras de culto se entiendan como homenajes dentro de una atmósfera completamente original, en lugar de cómo una simple “copia” de aquellas, y superada dicha barrera a uno no le queda más que disfrutar del conjunto resultante, donde todo juega a favor de obra, desde la tipografía de los títulos de crédito a la banda sonora, pasando a la contextualización de los hechos. “Stranger Things” confecciona un universo propio donde, realmente, “cosas” tan “extrañas” como los poderes de la niña o la teoría de la conspiración cobran vida… pero también lo hacen otras cosas aún más extrañas como el amor o la amistad. Se ha ganado a pulso su etiqueta de “serie de culto” y sólo puedo concluir esta reseña con la anécdota de las simpatías que despertó entre la audiencia el personaje de “Barb”, la amiga de Nancy, una inadaptada muy del estilo John Hughes (otra de las claras referencias en la ficción), cuya desaparición no parece importar a nadie dentro de la historia. Sin duda, el personaje con el que es más fácil que se identifiquen el target potencial de la propuesta. ¡Salvemos a Barb!

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