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lunes, 31 de julio de 2017

Crítica de "SPIDER-MAN: Vuelta a casa"


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Información general: reseña del arco argumental conocido como “Coming Home”, publicado originalmente entre los números 30 al 38 del volumen 2 de “The Amazing Spider-Man”, aparecidos en USA entre junio de 2001 y febrero de 2002 de la mano de Marvel Comics y con el equipo creativo formado por J. Michael Straczynski (guión), John Romita Jr (dibujo) y Scott Hanna (tintas). En España ha sido editado varias veces en formato tomo, como el de Panini titulado “Vuelta a casa” dentro de su colección Marvel Heroes.


Antecedentes: tras unos años convulsos donde ni Howard Mackie ni Paul Jenkins conseguían encontrar el tono adecuado para el personaje, Joe Quesada decidió arriesgar y poner como editor de la línea del Trepamuros a Axel Alonso, hasta entonces prestigioso tutor del sello Vértigo de DC Comics donde habían surgido joyitas como “Predicador”, “Transmetropolitan” o “100 balas”. Un Alonso que venía dispuesto a cambiar el inamovible status quo del héroe y encontró su socio indicado en JMS, guionista recién descubierto para el mundo del cómic por aquel entonces, donde había sorprendido con trabajos de creación propia como “Rising Stars”. El único que permaneció dentro del barco fue Romita Jr; hombre de la casa asociado al arácnido durante más de una década y que aquí realizó uno de los mejores trabajos de su carrera. Cabe destacar que en medio de este arco tuvo lugar el terrible atentado contra las Torres Gemelas del 11S y se realizó un número especial repasando las consecuencias del mismo.


Historia: Peter Parker comienza una nueva vida tras separarse de su esposa, Mary Jane: se muda de casa y encuentra un nuevo trabajo como profesor de ciencias en el Instituto Midtown donde él mismo cursó estudios. Pero su vertiente superheróica se verá brutalmente afectada cuando una noche se le acerca un hombre llamado Ezequiel, quien sabe cuál es su verdadera identidad, tiene sus mismos poderes y, además, le revela que los suyos no son frutos de una araña radioactiva… sino que en realidad fue la araña quien le buscaba para otorgarle sus habilidades totémicas antes de morir envenenada por la radiación.


SPOILER: Spiderman consigue vencer tras una épica batalla a Morlun, criatura vampírica de la que le había prevenido Ezequiel y que se alimenta de la esencia de superhéroes. Tan exhausto queda Peter tras la pelea que no advierte que su tía May entra en casa mientras él duerme y descubre su traje hecho pedazos. May acabará atando cabos y su sobrino no tendrá más remedio que confesarle que él es (y siempre ha sido)… Spiderman.


Crítica: desde el momento de su publicación, todos los lectores de cómic sabíamos que, con el tiempo, lo que estábamos leyendo sería recordado como una de las mejores etapas que había tenido el personaje a lo largo de su historia y hoy, más de diez años después de su publicación, “Coming Home” sigue manteniendo ese halo, a pesar de todos los “reboots” que vinieron después y que pretendían eliminar su huella. JMS acabaría saliendo de la colección huyendo de los crossover y el intrusismo de Quesada en el título (con el lamentable arco final de “One More Day”), pero sus primeros números con Spidey captan perfectamente la esencia original del personaje, cuidando sus dos vertientes: la superheróica y la personal, aportando además algunas sorpresas que presagiaban un futuro brillante para el Lanzarredes, respetando siempre el legado de los Lee, Ditko y Romita Sr., pero sin estar supeditado por ello. Los léctores de cómic hemos demostrado muchas veces que lo que queremos son buenas historias y gente que realmente quiera “jugar” con los personajes. Por culpa de mantenerle “eternamente joven”, habíamos visto como al bueno de Peter le cambiaban por un clon, le robaban a su hija, le mataban (y resucitaban) a su tía y le rompían el matrimonio. Straczynski demostró que también se podía contar una buena historia con un héroe maduro, divorciado y con un trabajo estable. Todo eso, acompañado por un Romita JR siempre en plena forma y, que al margen de las escenas más espectaculares, demostraba su buen hacer en los momentos más íntimos e introspectivos, dejando para la posteridad en “La conversación” uno de esos cómics que ya han pasado a la historia como de lo mejor del noveno arte. Imprescindible.

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