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jueves, 3 de agosto de 2017

Crítica de "ÓRBITA 9" (2017)


Año: 2017. Escrita y dirigida por: Hatem Khraiche (co-guionista de “La cara oculta”). Intérpretes: Clara Lago (“Al final del túnel”), Álex González (“Segundo asalto”), Belén Rueda (“El orfanato”), Andrés Parra (“Satanás”), John Álex Castillo (“Ciudad Delirio”).
Sinopsis: Elena cree ser la única superviviente de una nave que busca colonizar un nuevo planeta, sumergida en una vida rutinaria de mantenimiento. Sin embargo, su vida cambia cuando aparece Álex, el hombre que le descubrirá la auténtica realidad de su existencia.

Crítica: con sobresaliente en la última década dentro del terror y con el thriller policíaco abriéndose paso a codazos, al cine español le queda aún la asignatura pendiente de la ciencia-ficción dentro de eso que se conoce como “cine de género”. en la película que nos ocupa, que podría entrar dentro de ese arquetipo, es fácil encontrar la huella de otras películas como “2001: Una odisea en el espacio”, “Blade Runner”, “Passengers” o  “La isla”. Esto de por sí no es malo, pues difícilmente podemos hallar a día de hoy un producto que sea genuinamente original. Sin embargo, el pastiche podría quedar como la suma de unas partes en lugar de cómo un todo homogéneo. No sucede, afortunadamente, en “Órbita 9”, película que suple con energía y entusiasmo lo que no puede conseguir ante la ausencia de medios. En una decisión artística muy acertada, el realizador vuelca las tintas de la trama en la relación de amor entre los protagonistas y las derivaciones psicológicas y morales de lo que acontece a la guapísima Clara Lago, mucho más delgada y estilizada de lo que hemos podido verla últimamente. Lo demás, ese marco retro-futurista, es sólo un contexto que de cuando en cuando se cuela para sumar enteros… y no para restar, como sin duda hubiese acaecido en caso de haber querido incidir en una atmósfera que hubiese dejado en evidencia los valores de producción. volviendo, pues, a los protagonistas, que son la verdadera clave de esta producción, Lago no solamente está mejorando a ojos vista en su físico, sino que también consigue componer un personaje frágil y enternecedor, alejado de esa frialdad y “bordería” que suelen compartir la mayoría de sus papeles hasta la fecha. Más dudas tengo, sin embargo, con González, su “media naranja” cinematográfica, que hace un par de años empezó a imitar en la impostura de la voz a Miguel Ángel Silvestre y, como quiere creer que le ha ido bien, está forzando la máquina en este sentido hasta el punto de que llegará el momento que se “trague” (literalmente) las palabras y no haya forma ni mezclas de audio suficientes para entender lo que dice. Dejando esto aparte, “Órbita 9” no sólo es reivindicable… sino recomendable. Dos adjetivos que no por positivos suelen ir cogidos de la mano y que en este caso sí se dan. A dios gracias.

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