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domingo, 27 de agosto de 2017

Crítica de "SCOOBY DOO" (2002)


Año: 2002. Basada en: la serie de dibujos animados homónima de Hanna-Barbera. Director: Raja Gosnell (“Los Pitufos”). Escrita por: James Gunn (“Guardianes de la Galaxia”… vercrítica). intérpretes: Freddie Prinze Jr. (“Alguien como tú”), Sarah Michelle Gellar (“Buffy, cazavampiros”), Matthew Lillard (“Scream”… ver crítica), Linda Cardellini (“Padres por desigual”), Rowan Atkinson (el elblemático “Mr. Bean”), Isla Fisher (“Animales nocturnos”), entre otros. Presupuesto: 84 millones de dólares. Recaudación: 275 millones. Premios: Prinze Jr., fue nominado para uno de esos “galardones” al Peor Actor Secundario, si bien perdió (o ganó, según se mire) frente al Hayden Christensen de “Star Wars: Episodio II – El ataque de los clones”.


E escritor “galáctico”: pocas veces (por desgracia) se reseña de forma relevante la participación del guionista de la película. Máxime, de manera retrospectriva. Ésta es una de esas ocasiones.  James Gunn, que se ocupó no sólo del libreto de la que nos ocupa, sino también de su secuela de 2004, es uno de los “niños bonitos” del Hollywood actual, al haberse encargado de la dirección de las dos entregas hasta la fecha de “Guardianes de la Galaxia” (con una tercera ya en desarrollo). Eso sí, no tuvo que ver con ninguna de las películas directas para televisión de 2009 y 2010, que pudieron verse en Cartoon Network. Este mismo 2017, y aprovechando el 15 aniversario del estreno de la cinta, Gunn comentó a través de Facebook que la primera versión de “Scooby Doo” iba a tener un tono más oscuro y no habría sido indicada para todos los públicos, si bien se suprimieron varias referencias a la marihuana e incluso un beso lésbico entre Gellar y Cardilini. En este sentido, la primera de las interesadas confirmó que el tono familiar en que acabó convirtiéndose la producción se decidió después de que los actores hubiesen firmado sus contratos. Por último, se ve que a Gunn le va esto de los “revivals”, pues recientemente se supo que prepara un “reboot” de la serie “Starsky & Hutch” para ABC.


Sinopsis: los chicos de “Mystery S.A.” son un variopinto grupo que se dedica a resolver casos donde en principio se cree que está involucrado lo sobrenatural… hasta que se descubre al verdadero culpable, que es tan humano como ellos. Fred (el egocéntrico líder que se apunta todas las medallas), Daphne (la perenne chica en apuros), Velma (la auténtica “sabionda” de la pandilla) y Shaggy junto a su perro gran danés Scooby Doo (las auténticas “almas” de la troupe) viven contentos y felices hasta que las desavenencias les llevan a separarse. Dos años más tarde, sin embargo, un multimillonario excéntrico les invita por separado a su isla, donde tiene ubicado un parque temático fantasmagórico, para que les ayude a resolver el misterioso comportamiento de sus visitantes. ¿Conseguirán volver a trabajar juntos?


Crítica: “Scooby-Dooby-Doo, Where are you!”. La primera vez que vi esta película, si mal no recuerdo, fue en una copia pirata del “top-manta” que apareció un día por mi casa dando vueltas. Recuerdo que la vi con una ceja enarcada. No era lo que me esperaba, desde luego, y en esta ocasión… para bien. Tampoco era un “peliculón”, pero sin duda era bastante mejor que otras adaptaciones de dibujos que llegaron a los cines por la misma época, caso de “Casper” o “Garfield”. Y sorprendentemente, más de una década después, y en un segundo visionado, las sensaciones son las mismas. Incluso un porquito mejores.  Y es que ninguna de las producciones basadas en “cartoons” de las anteriormente mencionadas hasta la fecha había entendido que toda producción que se precie, del ámbito que sea, debe ser un “juego” para con el espectador. Puede que el principio de esta “Scooby-Doo” nos haga pensar que está traicionando el espíritu de la original (vamos, un poco como hizo la también adaptación cinematográfica de “La tribu de los Brady”), pero nada más lejos de la realidad. La serie de dibujos animados se creó en 1969, y creo que con eso ya se dice todo. El “verano del amor,”  Woodstock y toda la movida. ¿De dónde si no iba a salir esa furgoneta “hippie”, ese Shaggy de aspecto “fumeta”, esos “Ken y Barbie” desubicados, esa empollona “bollera”… y un perro que habla? Vamos, más claro imposible. Esta adaptación a la gran pantalla no sólo es respetuosa con el espíritu de su homóloga “cartoon”, sino que sabe utilizar el “meta-lenguaje” para darle un aire nuevo, actual y muy “cool”. Hasta el “macguffin” de la isla cuyos visitantes son sistemáticamente lobotomizados es u guiño a otra de las producciones televisivas más lisérgicas de la “caja tonta” de las últimas décadas (y no, no nos referimos a “Lost/Perdidos”). Conforme avanza el metraje descubrimos que, esta “Scooby-Doo” no sólo es un rendido homenaje a la serie que la inspira (antológico ese prólogo directamente extraído del final de uno de sus capítulos)… sino que automáticamente se establece como parte del “canon” de la misma. No había forma mejor de trasladarla a pantalla grande y en imagen real. Lástima que el estudio decidiese en el último momento usar la “marcha atrás” y presentar a la audiencia una versión más “naif” e “infantiloide” de lo que sus responsables pretendían, porque automáticamente habría sido un clásico moderno. Comprensible, por otro lado, por tanto en cuanto hubiese eliminado de la recaudación al target al que supuestamente iba destinada, pero… ¿y lo que nos hubiésemos reído? En resumidas cuentas, que si eres de los que en su día se la perdieron porque todo te pintaba muy mal, te animamos a que la recuperes aunque sea uno de esos domingos a la hora de la siesta. Por probar. Te aseguro que no quedarás defraudado. Y si no… pues te duermes.


Curiosidades: la “Vigilante de la Playa” y ex conejita “Playboy”, Pamela Anderson, hace un cameo al comienzo de la película. Antes de decidirse por Lillard, Jim Carrey (“Dos tontos muy tontos”) y Mike Myers (“Austin Powers”) se interesaron por interpretar a Shaggy. Prinze Jr. Y Gellar, que eran novios desde que se conocieron rodando “Sé lo que hicisteis el último verano”, se casaron en México poco después del estreno de “Scooby Doo”. Hasta la fecha, siguen siendo marido y mujer, y tienen dos hijos en común. Aunque, para pareja “estable”, la que el propio Prinze Jr tuvo con Lillard durante aquellos años, pues al margen de esta comedia y su secuela, también coincidieron en el reparto de “Alguien como tú”, “Wing Commander” y “Summer Catch”.


Memorable: la caricaturización de sus protagonistas, y lo “humanos” que resultan al mismo tiempo, dotándoles de una personalidad que en sus homólogos bidimensionales brillaba por su ausencia. Incluso la parejita de la peli, que siempre me han parecido bastante “sosainas”, tienen aquí cierta gracia. Por otro lado, el look de la resabionda de la “pandi” no consigue ocultar los turgentes senos de la actriz que la encarna.


Mejorable: si bien la inclusión del pequeño Scrappy-Doo es un puntazo y casi de lo mejorcito de la historia… también es cierto que su peso en la trama se ve venir de lejos. por otro lado, los efectos CGI han envejecido bastante mal. Prueba de ello es que no he conseguido encontrar prácticamente ningún fotograma donde se hubiesen utilizado donde no luzcan “pixelados”, “difuminados”, o sencillamente… “cutres”.



Parafraseando: uno de los pocos chistes algo más adultos que sobrevivieron al tijeretazo del “para todos los públicos”, si bien bastante suave y a costa de la letra de “Lady Marmalade”, mega-éxito utilizado en la banda sonora de “Moulin Rouge”, estrenada un año antes. Se produce entre Shaggy y su “rollete”: “¿Quieres un peluche?” “A esto nunca se puede ganar” “Tranquila, soy un talento inútil. Debería haber aprendido francés, pero yo siempre digo que no hace falta saber qué significa “Voullez vous cousez avec moi”… para que te guste la canción” “Yo creo que saber jugar a las máquinas es mucho mejor que saber francés” “¡Y… ¡voilá!” “Oh, nadie me había regalado nunca una cabeza cortada de peluche”.

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