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Información
editorial: reseña de la limited principal del crossover “World War Hulk”
publicada por Marvel Comics entre agosto de 2007 y enero de 2008 en cinco
números realizados por Greg Pak (guión), John Romita Jr., (dibujos), Klaus
Janson (tintas) y Christina Strein (color), que en España publicó Panini.
Antecedentes: en
la anterior saga “Planet Hulk”, los Illuminati (una organización secreta
formada por Iron Man, Míster Fantástico, Namor, Rayo Negro, Charles Xavier, el
Doctor Extreaño y Pantera Negra, que en las sombras han manejado algunos de los
acontecimientos más importantes del Universo Marvel) se disuelven
definitivamente tras discutir sobre qué hacer con Hulk, el gigante esmeralda
nacido de la radiación gamma que desde su creación ha puesto en peligro a
innumerables vidas y siembra el caos hallá por donde va. Finalmente, se decide
engañarle para que viaje al espacio y acabe en un planeta pacífico donde pueda
vivir en paz el tiempo que le quede de vida. Pero el plan salió mal y Hulk
acabó en Sakaar, un planeta mortífero donde tuvo que luchar para continuar
viviendo y acabó liderando una rebelión que le acabaría convirtiendo en
emperador, con una esposa y un hijo en camino. Sin embargo, su felicidad dura
poco, ya que la nave que le llevó hasta Sakaar explota y provoca la muerte de
millones de compañeros de Hulk, lo que incluye también a su esposa embarazada.
Ahora, el Goliat Esmeralda clama venganza contra quienes él cree responsables
de esta masacre… los mismos que le lanzaron al espacio.
World War Hulk:
Hulk y sus compañeros de viaje llegan surcando el espacio hasta la Tierra y
aterrizan en Manhattan, donde el Gigante Verde hace su petición: tienen 24
horas para desalojar la isla y entregarles a los Illuminati. Pronto empieza una
batalla donde los más poderosos superhéroes (que olvidan sus diferencias
momentáneamente, ya que acaban de pasar por la “Civil War” y ahora mismo están
divididos entre partidarios y contrarios al Acta de Registro) tratan de
detenerle, pero Rayo Negro, Hulka, Ares, Iron Man y su nueva armadura
“anti-Hulk”, la Cosa, Reed Richards… todos van cayendo uno detrás de otro bajo
el peso de su furia. Ni siquiera la magia de Stephen Strange es suficiente
(Hulk acaba rompiéndole las manos al Hechicero Supremo), e incluso el ejército
liderado por su antiguo suegro, Thadeus “Trueno” Ross fracasan
estrepitosamente. Así, Hulk se apodera del Madison Square Garden y lo convierte
en un improvisado juzgado donde sus antiguos socios superhérores son condenados
a morir. Ahora, sólo Robert Reynolds, el héroe conocido como El Vigía, y que
antaño fuese uno de sus mejores amigos, puede ser el único capaz de pararle.
SPOILER: el Vigía
consigue frenar a Hulk tras una batalla terrorífica y devolverle a su estado
humano de Bruce Banner. Es entonces cuando Miek, uno de los lugartenientes de
Hulk, se descubre como el responsable del sabotaje de la nave y consecuente
explosión que asoló Sakaar, atravesando al tiempo el pecho de Rick Jones (el
mejor amigo de Hulk desde que éste nació) con una lanza. Hulk mata a Miek y
luego es abatido por un rayo lanzado desde la Iniciativa. Los hombres de SHIELD
aparecen entonces y conducen el cuerpo de Banner hasta una instalación secreta
del desierto de Mojabe, donde lo mantienen en animación suspendida. Pero ago
nuevo ha surgido después de esta catástrofe…
Crítica: Greg Pak
no es de estos guionistas que vayan a reinventar la rueda en esto de los
cómics. Si utilizáramos una metáfora cinematográfica, sería más bien un Roland
Emmerich o un Michael Bay de las viñetas. Pero al César lo que es del César, y
su etapa en Hulk consiguió renovar una vez más al personaje dándole una
dimensión nueva y esta “WWW” sería el comienzo de toda una línea de series
interrelacionadas con Hulk, de manera que llegaría a tener su propia “familia
de colecciones” como ya la tenían los mutantes, Spiderman o los Vengadores,
posicionándole como figura relevante del Universo Marvel. El presente
crossover, pues, es la punta de lanza de todo ello y al margen de su inter´res
por lo ya mencionado, es también disfrutable por ser un puro entretenimiento y
un homenaje a la barbarie. Los cinco números son una sucesión de peleas “todos
contra Hulk” y derribo de edificios, plasmados por un Romita Jr., que disfruta
como un niño después de su langa etapa en Spiderman, con unas splash page
sobresalientes y algunos momentos memorables (ver a Rayo Negro hecho un guiñapo
o la cabeza de la Cosa “empalada” entre los puños de Hulk, amén del clímax
final con el Vigía como nuevo “robaplanos” de la editorial tras unas décadas de
liderazgo en este sentido por parte de Lobezno). Vamos, una oda a los
“blockbusters” en formato viñeta, que no es que sea una lectura imprescindible,
pero sí te hará pasar un buen rato en compañía de una fuente de palomitas.
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