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martes, 28 de febrero de 2017

Crítica de "MÚLTIPLE" (2017)


Año: 2017. Escrita, dirigida y producida por: M. Night Shyamalan (“El bosque”… ver crítica). Intérpretes: James McAvoy (el Charles Xavier de la trilogía “X-Men Origins”), Anya Taylor-Joy (“La Bruja”), Betty Buckley (“Carrie”), Haley Lu Richardson (“The edge of seventeen”), Jessica Sula (la serie británica “Skins”). Presupuesto: 9 millones de dólares. Recaudación: 221 millones.

Sinopsis: Claire y Marcia son las chicas populares del insti, sin más preocupación que gustarle a los chicos y llevar un sujetador bonito que realce su figura. Sin desearlo demasiado, se ven obligadas a que el padre de Claire tenga que unirlas a una compañera de clase marginada, Casey, que parece tener problemas familiares y de conducta. Ese será el menor de los problemas para las tres, no obstante, cuando son secuestradas por un hombre que las encierra en un misterioso lugar y se comporta de forma extraña. Pronto descubrirán que el hombre es Kevin Wendell Crumb, un enfermo de personalidad múltiple que aglutina en sus interior la psique de 23 seres distintos; algunos inofensivos… y otros muy peligrosos. Y además les anuncia la llegada de un ente nuevo, apodado “La Bestia”, que puede ser un paso evolutivo del homo sapiens. corriente  ¿Conseguirán escapar?

Crítica: Shyamalan es un tipo que hace cine. Esto es una obviedad como un piano. También lo es que no hace todo tipo de cine sino que hace “su” cine y, de este modo, se ha creado un sello propio. Al principio de su carrera se le comparó en algunos medios con Alfred Hitchcock, y parece que al realizador indio le gusta la comparación, elaborando una filmografía que, hasta la fecha, te puede gustar más o menos, pero sin duda es inconfundible. “Múltiple” es una piedra más en su trayectoria, y de nuevo vuelve a ser una idea sencilla, un tanto trillada o incluso estúpida para algunos, pero que se ejecuta de manera intachable, sin estar en esta ocasión tan supeditada como otras de sus obras al “giro inesperado” final. ¿Quiere decir esto que “Split” (título original en inglés) no tiene ninguna sorpresa en su tramo final? Ay, pobres ilusos. No sólo la tiene, sino que es de esas que provocan el aplauso del respetable, dando una dimensión completamente nueva a todo lo que hemos visto durante el metraje independientemente de que dicha escena (que lógicamente, no desvelaré, por si acaso) nos lleve en el futuro a algún otro sitio. He de admitir que tuve la suerte de que nadie me previno sobre el tema ni leí nada al respecto, y por ello mi gratificación fue doble en estos tiempos donde el SPOILER es un santo y seña para muchos, pero espero que a vosotros os cause el mismo efecto y, en mi opinión, también considero que es injusto valorar al film por esa escena en concreto que, in fact, tan sólo dura un minuto y parece más un guiño con el espectador que algo que realmente tenga relación con la historia que nos ocupa. “Múltiple” es una pequeña cinta de terror de bajo presupuesto con un malo malísimo y una claustrofóbica puesta en escena que utiliza los manidos recursos del género pero lo hace con la convicción de, cuanto menos, estar realizándolos con la maestría de un orfebre, y apoyado en mayor medida en el peso de una estrella entregada a la causa. Y, si además, tiene un broche final majestuoso, tal y como ya hemos contado… ¿qué más se puede pedir?

Conclusión: al margen de lo aportado en el párrafo anterior, hemos de confesar también que “Split” tiene el enemigo en casa (y nunca mejor dicho), puesto que el tráiler definitivo que de seguro habrás visto antes del visionado de la película en sí es de esos que te lo destripan todo, todito, todo, con lo que gran parte de su esencia y algunos momentos muy significativos quedan ya al descubierto. Vamos, que sólo resta saber cómo acaba cuando apenas han aparecido los títulos de crédito del principio. Una rémora que, sin embargo, no es culpa de la película en sí, y al menos ha servido para que su carrera comercial hayan sido de esas que nadie se esperaba, aupando de nuevo a su director y figura visible a la posición que nunca debió abandonar y que, sin embargo, tan dura factura le pasó tras el fenómeno llamado “El sexto sentido”. afortunadamente, y toda vez que sus propuestas más ambiciosas no consiguieron el respaldo necesario, Shyamalan ha regresado a esa vertiente más independiente del género para reinventarse a sí mismo, un poco a la manera en que lo hace el villano de esta su última incursión en el terror psicológico.

Memorable: el baile de McAvoy (en la personalidad de “Hedwig”), fan confeso de Kanye West, un poco al estilo de cómo el rapero se mueve en el videoclip de “Black Skinhead”… pero que también tiene algo de Maddie Ziegler, la niña que acompaña a Sia en sus vídeos y actuaciones. Aunque claro, en este caso, sin saber bailar.

Mejorable: no me convencen en este caso los “flashback” que ahondan en el pasado del personaje de Anya Taylor-Joy, vinculándola de algún modo con la enfermedad de su captor, en una de esas “casualidades” demasiado forzadas. Además, no se termina de explotar el potencial de su némesis. Constantemente se hace alusión a las 23 personalidades de Kevin, pero apenas se distinguen media docena en la historia.


Parafraseando: Casy intenta ganarse la confianza de Hedwig, en apariencia la personalidad más inocente de Kevin, que en apariencia tiene la mentalidad de un niño de nueve años.por ello, accede a que éste le de un beso, después de confesarle que nunca ha besado a una chica, y a pesar de ser su segunda opción, pues en un principio pensaba pedírselo a otra de sus rehenes más agraciada, pero que sin embargo está incomunicada por mal comportamiento. Tras el casto roce de labios, Hedwig le espeta: “Espero no haberte dejado embarazada”.

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