Creada por: John Riley. Emisión: marzo-mayo de 2015. Cadena:
ABC. En España: Movistar Series. Episodios: 11. Intérpretes: Felicity Huffman, Timothy Hutton, Penelope
Ann Miller, Joe Nemmers, Jon Michael Davis, W. Earl Brown, Brent Anderson,
Richard Cabral, Shane Jacobsen, Gleendilys Inoa, David Hoflin, Todd Terry,
Emily Warfield, Matthew Jolly. Premios: consiguió 10 nominaciones para
los Emmy, ganando el de Mejor Actriz de Reparto en una Mini-serie dramática
para Regina King.
Principal: el veterano de guerra Matt Skokie es asesinado en
su casa de Modesto (California), durante un allanamiento de morada, dejando de
paso a su mujer, Gwen, en coma. El crimen reúne de nuevo a los padres de Matt,
Russ y Barb, separados años atrás por los problemas de ludopatía del primero.
En poco tiempo, la policía encuentra a los principales sospechosos del
asesinato: la pareja de drogadictos formada por Aubry Taylor y Carter Nix, el
pandillero Héctor Tonz y el joven Tony Gutierrez, que alquiló un coche del
establecimiento de su padre, para el desplazamiento del asesino, lo que le
incrimina como cómplice.
Secundario: mientras Russ trata de sacar algo positivo del
triste incidente y reconstruir su familia, los secretos van saliendo a la luz y
se descubre que Matt era un pequeño narcotraficante con grandes cantidades de
droga en su domicilio mientras que su mujer, Gwen, mantenía relaciones sexuales
con distintos hombres para sentirse satisfecha. Barb, por su parte, emprende
una campaña mediática alegando que el asesinato de su hijo se debió a un
componente racial puesto que el presunto asesino, Carter, es negro. La maniobra
produce el efecto contrario y la hermana de Carter, fuertemente ligada a la
comunidad musulmana de la población, también emprende su particular causa para
dejar libre a su hermano, con la única condición de que corte su relación con
Aubry, una chica blanca de clase alta y tendencias auto-destructivas. La
condenad e Tony en un reformatorio, por último, destroza su núcleo familiar y
le transforma en un potencial criminal a pesar de su carácter apacible previo.
SPOILER: cuando Carter intenta cortar con Aubry, ésta se
confiesa como autora material del asesinato, para demostrarle su amor. Esto
hace que Carter sea liberado, pero Russ le encuentra en medio de la calle y le
dispara en la cabeza, suicidándose posteriormente. Al enterarse, Aubry también
se quita la vida en su celda. Mientras, el padre de Tony decide vender su
negocio y mudarse con su familia para empezar de cero mientras que Héctor,
extraditado a México, también queda libre de sus
cuentas pendientes con la
justicia y emprende una nueva vida como comercial en una empresa.
Crítica: hacía mucho tiempo que ABC había confundido el
concepto de “para toda la familia” con el de “infantiloide” en sus
producciones, terreno que habían aprovechado las competidoras, especialmente
las de cable, para posicionarse como adalides de la ficción norteamericana.
“American Crime” es el intento de la cadena por recuperar el terreno perdido,
con John Riley (ganador del Oscar por el guión de “12 años de esclavitud”) como
cabeza pensante del proyecto, y la presencia estelar de la “ex Mujer
Desesperada” Huffman (nominada al Oscar por su rol de transexual en
“Transamerica”) y Hutton (el ganador más joven del Oscar por “Gente Corriente”,
hace ya…), en una historia coral que habla esencialmente de las distintas
culturas que nutren Estados Unidos, con un look de cine independiente… pero
“made in Hollywood”, al estilo de películas como “Traffic” (Steven Soderbergh,
2000) o “Crash” (Paul Haggis, 2004). El resultado, pues, no puede ser menos que
para paladares selectos, en una ficción que trata principalmente sobre los
personajes, donde el “Crimen” del título sirve meramente como pistoletazo de
salida o excusa a lo que viene después, sin un interés real en “resolverlo” (de
hecho, no termina de ser claro al respecto sobre el verdadero autor del
incidente). A pesar de esto, y quizás precisamente porque sus intenciones son
tan obvias, el producto resultante queda un paso por debajo de las expectativas
que genera, con lugares comunes ya transitados en otras ocasiones (los ejemplos
anteriormente citados) y un amplio elenco de personajes que, sorprendentemente
a pesar de su extensión, no consiguen tener entre ellos a un solo representante
que sirva de empatizador con el público. El de Huffman y su intolerancia es
reprobable a pesar de la “excusa” de lo complicado que lo ha tenido en la vida;
el de Hutton está un pelín desequilibrado; el de la pija yonqui es
sencillamente vomitivo y etc. El único que suscita cierta simpatía y compasión
es el del padre del joven que es encerrado en un reformatorio, irónicamente
destruyendo su vida al intentar ser una buena persona dentro de un sistema al
que dicho concepto no le parece gran cosa. “American Crime” ya ha sido confirmada
para una segunda temporada, pero lo hará con una historia completamente nueva y
con algunos de sus actores interpretando personajes distintos a los de aquí,
por lo que su primera temporada puede visionarse como una unidad independiente.
Esto facilita el acceso a aquellos que quieran “probarla” sin la obligación de
peramanecer enganchado varios años, aunque también demuestra que ni siquiera en
su concepción es original, pues ya hay cierta tendencia en la televisión actual
a producir ficciones con este método, caso de “Fargo”, “True Detective” o
“American Horror Story”. Con todo, no me gustaría dejar la sensación de que
estamos ante una mala serie. “American Crime” tiene muchos alicientes que
justifican su existencia, pero es como esas películas que cada año se estrenan
con la vitola de ser “favoritas a los Oscar” sin que nadie haya llegado a
verlas y, una vez estrenadas, se nota tanto, tanto, tanto, su perfecta
ejecución para ser “premiadas”… que se nos antojan como predecibles e
impersonales.
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