Año: 2014. Título original: Edge of Tomorrow. Director:
Doug Liman (“Jumper”). Intérpretes: Tom Cruise (“Jack Reacher”), Emily Blunt
(“Looper”), Bill Paxton (“Twister”(, Brendan Gleeson (“Braveheart”). Presupuesto:
178 millones de dólares. Recaudación: 369 millones.
Curiosidades: la
película se basa en una serie de novelas ligeras de Hiroshi Sakurazaka,
publicadas por la editorial Shueisha en Japón y en Norteamérica por Viz, bajo
el nombre de “Todo lo que necesita es matar”, que posteriormente tuvieron su
correspondiente adaptación al manga. Tom Cruise ha manifestado en varias
ocasiones su intención de hacer una secuela de la película contando de nuevo
con Blunt como co-protagonista y Liman como director.
Sinopsis: durante
una invasión alienígena, un oficial sin ningún tipo de interés real en el
conflicto más allá de las relaciones públicas, es obligado a participar en la
batalla final contra el enemigo, que se destapa en la práctica como una emboscada
fatal con aciagos resultados para el bando humano. Sin embargo, el oficial
consigue matar a un alien con características especiales que le permiten
“reiniciar” ese último día de vida cada vez que resulte muerto, lo que puede
significar cambiar el curso de la guerra si consigue que otra soldado, apodada
“el ángel de Berún” la ayude en la misión.
Crítica: “Está
bien: te doy diez minutos. Y luego te mato”. Lo diré bien claro desde el
principio: lo que tenemos aquí es la mejor película de ciencia-ficción del año…
y puede que de la década. Desde el estreno hace unos años de “Distrito 9”,
hemos sufrido una avalancha de invasiones extraterrestres en el cine con look a
lo “Halo” que, lejos ya del factor sorpresa, se están convirtiendo en un
sub-género que parece haber tocado fondo. Pero este remedo de “Atrapado en el
tiempo” da un nuevo giro a la fórmula “mimetizándose” (como las criaturas
contra las que lucha) y jugando a varios niveles, desde la comedia hasta la
épica… y siendo sobresaliente en todos ellos. Y el mérito, en parte, es de un
Cruise que durante la primera mitad del metraje se olvida del arquetipo al que
nos tiene acostumbrados (aunque inevitablemente acabe desembocando en un
trasunto de Ethan Hunt) para ponerse en la piel de un pusilánime que se ve
envuelto en una situación que le sobrepasa y, paradójicamente, encuentra la
manera de superar sus propias barreras y ser el héroe que salve al mundo.
Vamos, un protagonista al más puro estilo Hitchcok pero en un contexto
totalmente adaptado a los nuevos tiempos. El resultado final es una película
que te entretiene, como he dicho, de varias formas distintas desde el primer
minuto de metraje (nuevamente, el truco de contar los hechos precedentes merced
a un montaje de noticieros resulta ser la mejor forma de pasar el trámite de la
mejor manera posible y entrar en el meollo directamente) y te arranca un
aplauso con su <(por otra parte, previsible) final, con ese último plano de
Cruise sonriente que te hace esbozar a ti también una mueca de aprobación. Porqwue
sí, el film también funciona como una historia de amor dentro de un entorno
netamente de acción. Y, resultar creíble en este sentido en una cinta del
género… ya es como para quitarse el sombrero. “Tu traje tiene un problema” “Sí,
hay un muerto dentro”.
Memorable: los
puntazos de humor, como ese Cruise que rueda bajo un todo-terreno para eludir
una sesión de flexiones… y termina inevitablemente por “reiniciar” el día.
Mejorable: he
disfrutado tanto con su visionado… que me niego a decir nada malo de la película.
Lo peor, sin duda es que después de leer esta crítica, y si no la has visto,
las expectativas serán muy altas y puede que no la disfrutes tanto como yo. Ah…
se siente.
Parafraseando: en
su primera experiencia real como soldado, el personaje de Cruise lucha por
intentar aprender en pocos minutos como desenvolverse en su nuevo trabajo,
aunque sus compañeros no están muy por la labor de ayudarle: “Tío,
nunca me he puesto uno de estos trajes” “Ni yo he estado nunca con dos mujeres.
Pero, cuando llegue el momento, me las apañaré”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario