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domingo, 22 de enero de 2017

TERMINATOR: Génesis (2015)


Año: 2015. Director: Alan Taylor (“Thor: El mundo oscuro”). Intérpretes: Arnold Schwarzenegger (“Mentiras arriesgadas”), Emilia Clarke (Daenerys Targaryen en “Juego de Tronos”), Jai Courtney (“Invencible”), Jason Clarke (“El amanecer del planeta de los simios”), J.K. Simmons (reciente ganador del Oscar al Mejor Actor Secundario por “Whiplass”)Dayo Okeniyl (“Runner Runner”). Presuppuesto: 165 millones de dólares. Recaudación: 440 millones. Curiosidades: ya antes de su estreno, Paramount Pictures aseguró que ésta es la primera de una nueva trilogía. Convenientemente, el guión cifra ahora en el 2017 el famoso “Judgement Day”.

Sinopsis: Cuando John Connor (Jason Clarke), líder de la resistencia humana, envía el sargento Kyle Reese (Jai Courtney) de vuelta a 1984 para proteger a Sarah Connor (Emilia Clarke) y salvaguardar el futuro de la humanidad, un giro inesperado de los acontecimientos le sitúa en una línea del tiempo inesperada. Ahora, el sargento Reese se encuentra en un momento desconocido del pasado y se enfrenta a aliados inesperados, incluyendo el Guardián (Arnold Schwarzenegger), nuevos enemigos y una misión... Restablecer el futuro.

Crítica: “¿Trabajaste en la construcción?” “Hasta que me despidieron”. Siendo niño, mi padre siempre decía que no cuidábamos “las cosas”. Todo se nos rompía al año de su uso, puede que incluso antes, mientras que él lo cuidaba como si fuese “oro en paño”. Su ejemplo favorito era un radiocassette que compró haciendo la mili, un monstruo con la apariencia de un ladrillo que había resistido al calor del Sahara y a numerosos traslados por toda la geografía española hasta que por fin le dieron plaza fija en la comisaría de un pequeño pueblo de Murcia donde venimos a parar. Luego descubrimos lo de la “tecnología caníbal” y la política soterrada de las grandes empresas que manejan el mundo a día de hoy, donde todo se fabrica, precisamente, para que su uso sea limitado. Pero… ¡eh! No te preocupes… para cuando eso ocurra ya habremos sacado un modelo mejor, más bonito… y posiblemente más caro. La única explicación posible a que “Terminator: Génesis” no haya sido un éxito rotundo desde su estreno (como sí lo fue “Jurassic World”, propuesta con la que coincide en más de un punto) es esa confianza del público en que lo que están vendiéndole no es “la versión definitiva”, sino “una más”. Hace unos años, “Terminator 3: La rebelión de las máquinas” y “Terminator: Salvation” ya nos dejaron claro que iba a ser imposible superar a las dos primeras entregas realizadas por James Cameron. Pues bien… nos equivocamos. Después de todo el rollo que os he soltado, digamos ya sin género de duas que “Génesis” es la mejor película de acción del año. Sin más. Y no voy a decir “la mejor de la historia” porque no me quiero venir muy arriba. ¿Quiero decir con esto que es mejor que las citadas cintas de Cameron? No, lógicamente, en cuanto que depende de ellas para existir, estableciendo un curioso paralelismo con la intrahistoria propia del film. Pero recupera eseespíritu de la sorpresa, donde te da la impresión de que puede pasar “cualquier cosa”… aunque eso signifique el coger algunos de sus pilares fundamentales y pasárselos por el arco del triunfo. (ATENCIÓN SPOILER: lo siguiente yo no lo sabía, pero es que “paso” bastante de los tráilers, donde me han dicho que lo que voy a decir a continuación se destripa, pero por si acaso). Sí, amigos, de repente John Connor es el malo de la peli. Y no sólo eso, sino que ahora, en lugar de luchar contra un Terminator, lo hacemos contra una especie de “agente Smith”. La pregunta es: “¿Y qué coño importa?”. Sobre todo cuando los mismos que se rasgan sus vestiduras a continuación no tienen más remedio que reconocer que “Génesis” les ha entretenido como mero “blockbuster” y por sus multi-referencias auto-paródicas de las entregas precedentes. Asumirlo: nunca van a hacer una película de Terminator que os guste tanto como “Terminator” y “Terminator 2”. ¿Por qué? Bueno, porque seguramente vísteis la primera cuando la estrenasen por la tele, y la segunda cuando lo de ir al cine todavía era una experiencia novedosa para vosotros. Es lo mismo que me pasó a mí. No son las películas de ahora las que son malas… eres tú, que has crecido, y eso te jode. Y piensas que trastocar uno de tus mitos de juventud es como violar el recuerdo que tenías de ellos. Pues no. “Terminator Génesis” es un peliculón. Ah, y “las cosas”… se rompen, papá. A veces, sin explicación aparente. Y a fin de cuentas… ¿qué más da? Ahí está ese monstruoso radiocassette cogiendo polvo en el trastero. Tan inmutable… como inútil. Viejo y obsoleto.

Resumiendo: luchar contra un clásico de la ciencia-ficción es muy complicado. Sobre todo cuando se realizó en los ochenta, una época irrecuperable para todos aquellos cinéfilos que crecimos grabando en VHS todo lo que ponían por la tele o haciendo visitas diarias a los videoclubs. Efectivamente, la mayoría del reparto de esta nueva entrega parecen estar un paso por detrás de aquellos a quienes “homenajean”, pero sólo por ver a “Arnie” en estado de gracia, recuperado a plena potencia para la gran pantalla (algo que parecía imposible, admitámoslo), merece la pena.

Memorable: la primera mitad de la cinta es tan “fresca” como el año pasado lo fue “Guardianes de la galaxia”, verdadero referente de la que nos ocupa aunque pocos lo hayan notado. Jugar con los clichés para divertirte… no para que se conviertan en pesadas cadenas. Después de esa primera mitad… está la secuencia del autobús en el puente, sencillamente brutal.

Mejorable: como he dicho en el párrafo anterior, el film dirigido por Gunn el año pasado para Marvel Studios tiene mucho peso aquí. La desventaja que tiene “Génesis” es que no “empieza de cero”, sino que tiene a sus espaldas otras cuatro películas. Así, meter de repente un gag donde el T800 saluda a la cámara mientras le hacen la foto para el registro policial con el “Bad Boys” de Bob Marley de fondo… es algo que directamente “no pega” en la franquicia. En cambio, en “Guardianes de la galaxia” lo hubiéramos aplaudido hasta reventar.


Parafraseando: aunque no lo parezca, esta frase tiene mucha importancia para el devenir de los acontecimientos narrados aquí:“Puedes hacer esto. En lína recta… sólo avanza. Y no mires atrás. ¿Entendido?”.

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