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lunes, 13 de febrero de 2017

Crítica de "Batman La LEGO Película" (2017)


Año: 2017. Director: Chris McKay (la serie “Robot Chicken” y co-director de “La LEGO Película”). Intérpretes (voces en la V.O.): Will Arnett (“Ninja Turtles”), Zach Galifianakis (la trilogía cómica “Resacón – The Hannover”), Michael Cera (“Scott Pilgrim contra el mundo”), Rosario Dawson (la enfermera Claire Temple en las series de Marvel Comics de Netflix), Ralph Fiennes (Lord Voldemort en la saga “Harry Potter”), Channing Tatum (“Magic Mike”), Jonah Hill (“El lobo de Wall Street”) y la cantante Mariah Carey. Presupuesto: 80 millones de dólares. Recaudación: 92,8 millones (hasta la fecha).

Franquicia: es el spin-off de “La LEGO Película” (vercrítica) estrenada en 2014, que tendrá su secuela en 2019, y también forma parte del mismo universo de “La LEGO Ninjago Película”, que se estrenará a finales de este mismo año 2017. De igual manera, Warner Bros no descarta hacer otras películas con las distintas licencias de la marca.

Sinopsis: Batman es, hablando mal y pronto, el puto amo. El Caballero Oscuro de Gotham siempre aparece cuando la ciudad le necesita (que suele ser bastante a menudo, todo sea sicho de paso) y siempre desface cualquier entuerto que orquesten su amplia galería de villanos, comandados en la mayoría de las ocasiones por el Joker. Sin embargo, cuando los focos de la “Bat-señal” se apagan y la multitud se cansa de aplaudir, Batman debe regresar a la soledad de su mansión, donde sólo su fiel mayordomo Alfred le sirve como compañía. Todo cambia, no obstante, cuando un buen día decide adoptar “por error” al joven huérfano Dick Grayson, quien pronto además se convertirá en su “sidekick”, Robin.

Crítica: “Recordad niños: si queréis ser como Batman… haced abdominales”. El éxito de los monólogos de humor estilo “stand up comedy” es el retratar la vida cotidiana, en la mayoría de las ocasiones sin agregar nada que enfatice lo absurdo que es en ocasiones la misma. Del mismo modo, “Batman The LEGO Movie” lo tiene muy fácil para retratar lo hilarante que es el concepto del Hombre Murciélago y su “bat-familia”, a lo que nos hemos acostumbrado lo quieras o no después de más de setenta años leyendo sus aventuras mes tras mes y visionando las distintas adaptaciones que ha tenido tanto en la gran como en la pequeña pantalla, o bien jugando a sus exitosos videojuegos o un largo etcétera. La homosexualidad latente de su relación con Robin, la ineptitud del departamento de policía que se limita a llamarle cada vez que ocurre algo en la ciudad, el carácter anti-social del personaje que raya en lo enfermizo o el hecho contrastado de que la mayoría de los villanos siguen haciendo sus fechorías por el simple hecho de que existe el susodicho Cruzado Enmascarado, en un círculo cíclico incapaz de responder a la eterna pregunta de qué fue primero: si el huevo o la gallina. El principal inconveniente que tenía este spin-off era centrarse en el gran descubrimiento de “La LEGO Película”, pudiendo haber caído en el error otras muchas veces cometido con otros secundarios, incapaces de sostener por ellos mismos el peso de toda la acción. Pero claro, en este caso se puede decir que jugaban sobre seguro habida cuenta que dicho personaje es Batman, un icono popular que sólo debía desplegar sus alas para dejar ver su amplio y variado universo propio, con lo que había mucha “chicHa” que masticar en su propia peli en solitario, máxime a tenor de su amplio bagaje en los medios anteriormente citados. Eso sí, y como podréis suponer, la cinta que hoy nos ocupa es menos original y sorprendente que su antecesora, si bien lo suple con altas dosis de acción y consiguiendo lo que a priori parecía imposible: hacer una película de “Batman” con el “LEGO Batman”. Porque el film de Chris McKay no se limita a coger el muñequito de marras y contar tres o cuatro chistes más o menos logrados a su costa, sino que se marca un estudio de la iconografía propia del guardián de Gotham que vendría a ser el equivalente cinematográfico de uno de esos espejos que pueden encontrarse en las atracciones de las ferias de pueblo. Éste Batman parece más bajito, más gordo, más estúpido… pero es el Batman que todos conocemos. Y ya sólo por eso, la película sería para quitarse el sombrero. El intercambio de frases: “O sea… que Batman vive en el sótano de Bruce Wayne” “No… Bruce Wayne vive en el ático de Batman”, ya definen mejor al personaje de lo que lo ha hecho ninguna de sus otras encarnaciones en celuloide. Pero es que además te mantiene la sonrisa en la boca durante más de hora y media. Y eso es mucho, pero que mucho decir.

Resumiendo: más que a la mencionada “La LEGO Película”, en muchos aspectos esta incursión en el universo de DC me recordaba a “South Park”. Es decir: estamos más ante una comedia adulta que ante una cinta de animación al uso, si bien es apta para toda la familia y hace las concesiones propias de este tipo de películas de los grandes estudios, con lo que no dudéis que vuestro hijo, sobrino o primo pequeño os pedirá encarecidamente que le compréis todo tipo de muñecos a la salida del cine. Porque eso es lo que han hecho los responsables de esta película: “jugar” con lo que le han dejado. La inclusión de personajes de otras franquicia de la Warner como el Voldemort de “Harry Potter”, los dinosaurios de “Jurassic World” o el Sauron de “El Señor de los Anillos”, todos ellos completamente descontextualizados y anacrónicamente encerrados en la Zona Fantasma, es una de esas ideas tan absurdas y geniales que sólo se le podría haber ocurrido a un niño que, a la hora de jugar, coge todos los muñecos y los usa sin orden ni concierto, sin pensar en lo si lo que hace tiene algún sentido o no. Afortunadamente para nosotros, en lo que a “Batman La Lego Película” atañe, todo tiene un sentido muy obvio. Hacerte reír. Y a fe que lo consigue.

Memorable: las referencias a las otras películas y series del personaje, especialmente a la inolvidable y lisérgica adaptación televisiva de los sesenta con Adam West como protagonista. Lo de las onomatopeyas que aparecen en las escenas de peleas ya son un clásico atemporal que también remite mucho al original de las viñetas. Además, consiguen lo que todavía nadie ha podido hacer, ni en los cómics ni en las películas: jubilar al nonagenario comisario Gordon.

Mejorable: como decía más arriba, lo que tenemos aquí es una película de Batman. Quizás por ello, la historia parece un poco encorsetada a pesar de su divertida propuesta, y se desaprovecha un poco el resto de personajes del universo DC, que bien podrían haberse convertido en toda una revelación, habida cuenta de que será difícil que veamos una “Tha Flash La LEGO Película” o “Green Lantern La LEGO Película”. Aunque bien pensado… nunca se sabe.

Parafraseando: más allá de la indecente relación que mantiene con su hijo adoptivo, propenso de por sí a quitarse los pantalones, al bueno de “Bats” le ronean mucho durante el metraje. El discurso final a lo “Jerry Maguire” con el Joker lo podría haber firmado el mismísimo Alan Moore de “La broma asesina”, pero la película aún nos tiene otro diálogo brillante cuando el Cruzado Enmascarado cae de los cielos y aterriza en los brazos de Bárbara Gordon: “¿Tienes un cuchillo?” “¿Para qué?” “Para cortar la tensión sexual entre nosotros”.



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