Año: 2017. Director:
Chris McKay (la serie “Robot Chicken” y co-director de “La LEGO Película”). Intérpretes
(voces en la V.O.): Will Arnett (“Ninja Turtles”), Zach Galifianakis (la
trilogía cómica “Resacón – The Hannover”), Michael Cera (“Scott Pilgrim contra
el mundo”), Rosario Dawson (la enfermera Claire Temple en las series de Marvel
Comics de Netflix), Ralph Fiennes (Lord Voldemort en la saga “Harry Potter”),
Channing Tatum (“Magic Mike”), Jonah Hill (“El lobo de Wall Street”) y la
cantante Mariah Carey. Presupuesto: 80 millones de dólares. Recaudación: 92,8 millones
(hasta la fecha).
Franquicia: es el
spin-off de “La LEGO Película” (vercrítica) estrenada en 2014, que tendrá su secuela en 2019, y también forma
parte del mismo universo de “La LEGO Ninjago Película”, que se estrenará a
finales de este mismo año 2017. De igual manera, Warner Bros no descarta hacer
otras películas con las distintas licencias de la marca.
Sinopsis: Batman
es, hablando mal y pronto, el puto amo. El Caballero Oscuro de Gotham siempre
aparece cuando la ciudad le necesita (que suele ser bastante a menudo, todo sea
sicho de paso) y siempre desface cualquier entuerto que orquesten su amplia
galería de villanos, comandados en la mayoría de las ocasiones por el Joker. Sin
embargo, cuando los focos de la “Bat-señal” se apagan y la multitud se cansa de
aplaudir, Batman debe regresar a la soledad de su mansión, donde sólo su fiel
mayordomo Alfred le sirve como compañía. Todo cambia, no obstante, cuando un
buen día decide adoptar “por error” al joven huérfano Dick Grayson, quien pronto
además se convertirá en su “sidekick”, Robin.
Crítica: “Recordad
niños: si queréis ser como Batman… haced abdominales”. El éxito de los
monólogos de humor estilo “stand up comedy” es el retratar la vida cotidiana,
en la mayoría de las ocasiones sin agregar nada que enfatice lo absurdo que es
en ocasiones la misma. Del mismo modo, “Batman The LEGO Movie” lo tiene muy
fácil para retratar lo hilarante que es el concepto del Hombre Murciélago y su “bat-familia”,
a lo que nos hemos acostumbrado lo quieras o no después de más de setenta años
leyendo sus aventuras mes tras mes y visionando las distintas adaptaciones que
ha tenido tanto en la gran como en la pequeña pantalla, o bien jugando a sus
exitosos videojuegos o un largo etcétera. La homosexualidad latente de su
relación con Robin, la ineptitud del departamento de policía que se limita a
llamarle cada vez que ocurre algo en la ciudad, el carácter anti-social del
personaje que raya en lo enfermizo o el hecho contrastado de que la mayoría de
los villanos siguen haciendo sus fechorías por el simple hecho de que existe el
susodicho Cruzado Enmascarado, en un círculo cíclico incapaz de responder a la
eterna pregunta de qué fue primero: si el huevo o la gallina. El principal
inconveniente que tenía este spin-off era centrarse en el gran descubrimiento
de “La LEGO Película”, pudiendo haber caído en el error otras muchas veces
cometido con otros secundarios, incapaces de sostener por ellos mismos el peso
de toda la acción. Pero claro, en este caso se puede decir que jugaban sobre
seguro habida cuenta que dicho personaje es Batman, un icono popular que sólo
debía desplegar sus alas para dejar ver su amplio y variado universo propio,
con lo que había mucha “chicHa” que masticar en su propia peli en solitario,
máxime a tenor de su amplio bagaje en los medios anteriormente citados. Eso sí,
y como podréis suponer, la cinta que hoy nos ocupa es menos original y
sorprendente que su antecesora, si bien lo suple con altas dosis de acción y
consiguiendo lo que a priori parecía imposible: hacer una película de “Batman”
con el “LEGO Batman”. Porque el film de Chris McKay no se limita a coger el
muñequito de marras y contar tres o cuatro chistes más o menos logrados a su
costa, sino que se marca un estudio de la iconografía propia del guardián de
Gotham que vendría a ser el equivalente cinematográfico de uno de esos espejos
que pueden encontrarse en las atracciones de las ferias de pueblo. Éste Batman
parece más bajito, más gordo, más estúpido… pero es el Batman que todos
conocemos. Y ya sólo por eso, la película sería para quitarse el sombrero. El intercambio
de frases: “O sea… que Batman vive en el sótano de Bruce Wayne” “No… Bruce
Wayne vive en el ático de Batman”, ya definen mejor al personaje de lo que lo
ha hecho ninguna de sus otras encarnaciones en celuloide. Pero es que además te
mantiene la sonrisa en la boca durante más de hora y media. Y eso es mucho,
pero que mucho decir.
Resumiendo: más
que a la mencionada “La LEGO Película”, en muchos aspectos esta incursión en el
universo de DC me recordaba a “South Park”. Es decir: estamos más ante una
comedia adulta que ante una cinta de animación al uso, si bien es apta para
toda la familia y hace las concesiones propias de este tipo de películas de los
grandes estudios, con lo que no dudéis que vuestro hijo, sobrino o primo
pequeño os pedirá encarecidamente que le compréis todo tipo de muñecos a la
salida del cine. Porque eso es lo que han hecho los responsables de esta
película: “jugar” con lo que le han dejado. La inclusión de personajes de otras
franquicia de la Warner como el Voldemort de “Harry Potter”, los dinosaurios de
“Jurassic World” o el Sauron de “El Señor de los Anillos”, todos ellos
completamente descontextualizados y anacrónicamente encerrados en la Zona
Fantasma, es una de esas ideas tan absurdas y geniales que sólo se le podría
haber ocurrido a un niño que, a la hora de jugar, coge todos los muñecos y los
usa sin orden ni concierto, sin pensar en lo si lo que hace tiene algún sentido
o no. Afortunadamente para nosotros, en lo que a “Batman La Lego Película”
atañe, todo tiene un sentido muy obvio. Hacerte reír. Y a fe que lo consigue.
Memorable: las
referencias a las otras películas y series del personaje, especialmente a la
inolvidable y lisérgica adaptación televisiva de los sesenta con Adam West como
protagonista. Lo de las onomatopeyas que aparecen en las escenas de peleas ya
son un clásico atemporal que también remite mucho al original de las viñetas. Además,
consiguen lo que todavía nadie ha podido hacer, ni en los cómics ni en las
películas: jubilar al nonagenario comisario Gordon.
Mejorable: como
decía más arriba, lo que tenemos aquí es una película de Batman. Quizás por
ello, la historia parece un poco encorsetada a pesar de su divertida propuesta,
y se desaprovecha un poco el resto de personajes del universo DC, que bien podrían
haberse convertido en toda una revelación, habida cuenta de que será difícil
que veamos una “Tha Flash La LEGO Película” o “Green Lantern La LEGO Película”.
Aunque bien pensado… nunca se sabe.
Parafraseando:
más allá de la indecente relación que mantiene con su hijo adoptivo, propenso
de por sí a quitarse los pantalones, al bueno de “Bats” le ronean mucho durante
el metraje. El discurso final a lo “Jerry Maguire” con el Joker lo podría haber
firmado el mismísimo Alan Moore de “La broma asesina”, pero la película aún nos
tiene otro diálogo brillante cuando el Cruzado Enmascarado cae de los cielos y
aterriza en los brazos de Bárbara Gordon: “¿Tienes un cuchillo?” “¿Para qué?” “Para
cortar la tensión sexual entre nosotros”.
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