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lunes, 13 de febrero de 2017

Crítica de "Caminando entre las tumbas" (2014)


Año: 2014. Escrita y dirigida por Scott Frank (“The Lookout”). Basada en: la novela “A Walk Among the Tombstones”, de Lawrence Block. Intérpretes: Liam Neeson (“Venganza”), Dan Stevens (el Matthew Crawley de “Downton Abbey” y futuro protagonista de “La Bella y la Bestia”), David Harbour (el jefe de policía protagonista de las “Stranger Things” de Netflix), Boyd Hollorook (el agente de la DA Steve Murphy en la “Narcos” de Netflix), Ólafur Darri Ólafsson (la serie islandesa “Atrpado”, creada por el cineasta Baltasar Kormakur), Brian “Astro” Bradley (la serie de la FOX “Red Band Society”, remake norteamericano de la “Pulseras rojas” española). Presupuesto: 28 millones de dólares. Recaudación: 53 millones.

Sinopsis: Matt Scudder es un policía retirado que ejerce como detective sin licencia a finales de la década de los noventa, mientras intenta superar sus problemas con el alcohol. En una reunión de “alcohólicos anónimos”, Matt recibe el encargo del hermano de uno de los yonquis, quien acaba de sufrir el secuestro de su mujer y, a pesar de haber pagado, se la devolvieron muerta. Scudder intentará localizar a los culpables y, al hacerlo, descubre que ese “modus operandi” no ha sido el primero, sino uno más en una larga lista de secuestros a familiares de narcotraficantes.

Crítica: “En el programa tienen un dicho: no te rindas cinco minutos antes del milagro”. Prácticamente todos los días tengo glguna discusión sobre lo bien que saben hacer los yanquis su trabajo y lo mal que nos lo montamos nosotros. Y digo discutir, porque siempre encuentro a alguien que reivindica el “estilo europeo” argumentando que nosotros hacemos “arte” mientras que ellos “venden palomitas”. Bueno, quizás por eso ellos tienen una industria y nosotros tenemos… un puñado de “gafapastas” en posesión de la verdad absoluta que siguen haciendo películas gracias a acaparar todas las subvenciones con las que se financia hoy en día nuestra producción. Y sí, tranquilos que voy a hablar de “Caminando entre las tumbas”, decente thriller que, sin ser nada del otro mundo, bebe de las producciones setenteras y huye del estilo “videoclipero” actual para darle algo más de empaque a una historia que, en otras manos, habría sido pasto de peleas coreografiadas y explosiones injustificadas. Amén de eso, tiene dos alicientes para ser digna de visionarse. ¿Dos? ¿Algo más aparte de Liam Neeson volviendo a hacer de justiciero al más puro estilo Charles Bronson? Pues sí, y aquí es donde saco a relucir la capacidad de los “usacas” para llenar de alicientes un proyecto. En una cinta de presupuesto ínfimo, donde la mayoría del mismo se lo habrá llevado el caché de Neeson, se cuela el nombre de Brian Bradley, al que algunos conocerán como “The Astronomical Kid”. A pesar de verse en pantalla como un adolescente, está mucho más mayor de cómo se dio a conocer, en una pasada edición del “X-Factor” USA, sorprendiendo a propios y extraños con un rap muy del estilo Jay Z o Kanye West donde pedía que dejasen de ver a la buenorra de su madre. No llegó a ganar la edición ni (hasta donde yo sé) editó ningún disco, pero estaba claro que ese desparpajo debía de ser utilizado, y así, se convierte aquí en una suerte de “sidekick” para el prota; un personaje destinado a darle más profundidad al detective que lleva el caso y que, interpretado por otro, habría resultado repelente o merecedora del tijeretazo en la sala de montaje. Claro, lógicamente a su llegada a nuestro país nadie hizo mención de tal hecho, pero en su país de origen si hubo varias notas de prensa que vendían el thriller como “el debut actoral” del chico. Vamos, una excusa más, como otra cualquiera, para vender la película y que no pase sin pena ni gloria por la cartelera. Algo que, aquí en España, no sabemos hacer e incluso, según para quién, resulta “obsceno” y encontra del “arte”. Así nos va.

Memorable: a pesar de su duración de casi dos horas, el film arranca sin dilaciones y planta desde el principio los cimientos de la historia, para dedicarse después a profundizar en los personajes y el caso a investigar.

Mejorable: una vez que todo está claro, parece que la investigación que ha llevado a cabo Matt Scudder no ha servido de nada. De hecho, son los asesinos quienes le terminan encontrando a él y no al revés.

Parafraseando: así es como el detective enseña a su nuevo colega TJ a manejar un arma: “Quítale el seguro. Amartíllala. Ahora póntela en la sien y aprieta el gatillo. Vamos, ya me has oído: pégate un tiro. Porque ya estás muerto. Eso es lo que va a pasar si vas por ahí con un arma. No es como comer palomitas y ver el espectáculo. No hay salida. Estarás tu, con una mirada tonta, esa pistola en la mano y tus sesos esparcidos por la pared”.


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