Emisión: enero –
abril de 2014. Cadena: FOX. Capítulos: 15. Creador: Kevin
Williamson. Intérpretes: Kevin Bacon, Shawn Ashmore, Valorie Curry, Sam
Underwood, Jessica Stroup, Tiffany Boone, Natalie Zea, Connie Nielsen, James
Purefoy.
Antecedentes: el
asesino en serie Joe Carroll se escapa de la prisión donde estaba condenado a
muerte y siembra el caos con un ejército de acólitos con quienes ha tramado un
sangriento plan cuidado hasta el último detalle. La motivación de Joe es
vengarse de Ryan Hardy, el agente del FBI que le detuvo y posteriormente tuvo
una relación con su mujer, Claire. Finalmente, Ryan consigue detener a Joe,
quien parece morir en la explosión de un faro, y se dispone con Claire a seguir
con sus vidas, pero otra seguidora de Carroll, Molly, les apuñala cuando llegan
al piso de Hardy.
Segunda temporada:
Ryan es gravemente herido por Molly antes de que consiga romperle el cuello. En
el hospital, su amigo Mike le informa de que, sin embargo, Claire no ha
conseguido sobrevivir al ataque. Un año después, Hardy se recupera dando clases
sobre su investigación para atrapar a Carroll, pero su destino vuelve a
cruzarse con la muerte cuando un nuevo grupo de seguidores de Carroll,
camuflados con máscaras de su cara, comienzan a matar proclamando la resurrección
de Carroll un año después de su muerte. Este nuevo grupo de acólitos está
liderado por Lilly, una marchante de obras de arte sociópata, madre de dos
gemelos aún más desquiciados. No obstante, los asesinatos llaman la atención
del auténtico Joe Carroll, quien sorprendentemente sobrevivió a la explosión en
el faro y se recupera en Nebraska haciéndose pasar por el hermano de una
prostituta. Todo ello llevará de nuevo a Hardy a la acción, ayudado por su
sobrina policía Max y su amigo Mike, quien verá su vida cambiar para siempre.
SPOILER: Mike
mata a Lilly y a uno de los gemelos, después de que estos asesinen a su padre.
Ryan descubre que Claire no está muerta, sino en protección de testigos, y
juntos consiguen que Carroll, quien se ha erigido como gurú de una secta
religiosa, salga de su escondite en el bosque y así poder detenerle. El gemelo
que queda, sin embargo, consigue escapar con la ayuda de un desconocido.
Crítica: llamadme
iluso, pero yo pensé que el final de la anterior temporada era, de hecho, el
final de la serie. Sí, hubiera sido un final un poco raro, pero siempre pensé
que “The Following” tenía muy poco recorrido y, después de esta segunda
temporada no puedo sino reafirmarme en ello (y sí, por supuesto, la FOX ha
confirmado una tercera hornada de episodios). No me entendáis mal. Amo a Kevin
Bacon desde sus tiempos de “Footlose” (el tío sigue teniendo la misma cara a
sus 56 tacos), y a Kevin Williamson por su criterio a la hora de crear
franquicias (“Scream”, “Sé lo que hicisteis…”, “Dawson crece”, “The Vampire
Diaries”). Además, la serie cuenta con Ashmore, el Hombre de Hielo de las pelis
de “X-Men”, y esta segunda temporada, la belleza de Connie Nielsen
(“Gladiator”, “Viaje a Marte”). Pero… ¿alguien puede aguantar la credibilidad a
estas alturas? Bueno, puede que sea algo personal. No me gustan las pelis tipo
“Un ciudadano ejemplar” o “Saw”, donde el prota lo tiene todo, todo, todo (pero
todo) previsto y atado para darle constantes giros de tuerca a la trama. Y vale…
una vez ignorada la suspensión de la credibilidad, la ficción es entretenida,
pero… ¿hasta cuando se puede estirar? ¿Es realmente necesario? Bueno, puede
que, para los canones de la televisión de hoy en día y, tal y como reza la
Biblia… “en verdad es justo y necesario”. Veremos si “The Following” consigue
remontar el vuelo o acaba languideciendo definitivamente.
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