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sábado, 4 de marzo de 2017

Crítica de "Infiltrados en la universidad" (2014)


Año: 2014. Título original: 22 Jump Street. Directores: Phil Lord y Chris Miller (La LEGOpelícula”). Intérpretes: Jonah Hill (“Moneyball”), Channing Tatum (“Magic Mike”), Peter Stormare (“Fargo”), Ice Cube (“xXx 2”), Amber Stevens (“The Amazing Spiderman”), Wyatt Russell (“Cowboys & Aliens”), Jillian Bell (“Adictos al trabajo”). Presupuesto: 65 millones de dólares. Recaudación: 331 millones. Curiosidades: secuela de “Infiltrados en clase” (“21 Jump Street”) adaptación de la serie homónima que en España conocimos como “Jóvenes policías” y que supuso el primer papel importante de Johnny Depp.

Sinopsis. Los inspectores de policía Morton Schmidt y Greg Jenko meten la pata al intentar atrapar a un narcotraficante conocido como “Fantasma”, de modo que su superior no duda en enviarles de nuevo a una misión secreta donde, en esta ocasión deberán infiltrarse dentro de una universidad para encontrar a quien está pasando la nueva droga de diseño “wi-fi” entre los alumnos. ¿Podrá su relación sobrevivir al caso?

Crítica: el chiste entre dos contrapuntos físicos siempre ha funcionado: Laurel y Hardy, Burt Lancaster y Terence Hill o Arnold Schwarzenegger y Danny de Vito son buena prueba de ello. Por eso, conscientes de que el chiste ya es viejo, “22 Jump Street” le da una vuelta de tuerca y juega con la idea de que una pareja profesional (de cómicos o de polis) puedan regirse por los mismos códigos de una pareja… sentimental (y lógicamente, en este caso, homosexual). Este recurrente gag, en todas sus formas, funciona de maravilla a lo largo de todo un metraje que nunca se toma en serio a sí mismo, consciente por otro lado de su existencia como mera secuela (otro de los gags que funcionan: jugar con el hecho de que lo único que tienen que hacer es “lo mismo… pero con más dinero”). Puede que Lord y Miller se estén beneficiando de la falta de pretensiones de sus proyectos, pero nuevamente vuelven a fabricar un producto desternillante, con algunas situaciones muy absurdas pero que funcionan perfectamente (impagable el “combate final” entre Jillian Bell y Hill, un “anti-clímax” que juega con los dobles sentidos como nadie). De destacar también es la forma en la que Tatum se entrega para la causa, olvidándose completamente de su aureola de nueva estrella del cine mundial (sin ir más lejos, este mismo año suena para los Oscar por su papel en “Fox Catcher”), demostrando una química de lujo con su compañero de reparto… a la par que teniendo sus momentos de lucimiento, haciendo “parkour” en repetidas ocasiones. Aunque también podría ser que el mérito en este caso fuese para Hill, un actor que a la chita callando se ha convertido en el complemento ideal para gente de la talla de Brad Pitt, Leo DiCaprio o el propio Tatum.

Resumiendo: si eres de esos a los que les gustan las comparaciones puras y duras… sí, “Infiltrados en la universidad” es mejor que su antecesora (y también recaudó cien millones más de dólares). Ideal para pasar un rato divertido… solo o acompañado. Una “buddy movie” auto-paródica que se eleva por encima de la media precisamente por transmitir la sensación de que es una película “entre colegas”. Química, por cierto, que va más allá de esta saga, pues Tatum y Hill ponen las voces a Superman y Green Lantern, respectivamente, tanto en “La LEGO Película” como en “Batman La LEGO Película”. ¡Una peli para ellos ya, please!

Memorable: el despiporre final de los títulos de crédito, la prueba más evidente de que no se toman en serio a sí mismos, mostrando las “futuras continuaciones” (que podrían llegar a los “40 y pico Jump Street”), amén de videojuegos, figuras de acción y demás merchandising. Además, cobra nueva relevancia ahora que sabemos que la franquicia se va a ampliar con un croosver con la otrora trilogía “Men in Black”, y un spin-off protagonizado únicamente por chicas.

Mejorable: si no te gusta el humor “grueso”, puede que no te siente tan bien esta película que también contiene algunos toques de humor “negro” (en más de un sentido). pero vamos… que en este tipo de películas, lo mejor que puedes hacer es estar dispuesto a reírte de todo, incluso de ti mismo. La conversación de Tatum con su nuevo colega de gimnasio, insistiendo en que van a “traspasar los anales” y haciendo un gesto al más puro estilo “fish fucking”… desternillante.


Parafraseando: aunque no deja de ser un gag tomado prestado de “Colega, ¿dónde está mi coche?”, su humor sigue funcionando. Total… ¿la chavalería que acuda a ver esta película se van a acordar de aquel film? Posiblemente, ni siquiera lo hayan visto: “¿Qué has dicho cuando has lanzado la granada?” “Algo molón” “Ya, pero… ¡qué has dicho?” “Algo molón” “Sí, pero… ¿el qué?” “Eso: algo molón”.

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