Año: 2005. Basada en:
los personajes creados por Stan Lee y Jack Kirby en 1961. Director: Tim Story
(“Taxi”). Intérpretes: Ioan Gruffudd (“El rey Arturo”), Jessica Alba (“Sin
City”), Chris Evans (el Steve Rogers de “Capitán América: El primer Vengador”),
Michael Chiklis (la serie “The Shield”), Julian McMahon (la serie “Nip Tuck”), Kerry
Washington (la serie de ABC, “Scandal”), Hamish Linklater (“Battleship”).
Presupuesto: 100 millones de dólares. Recaudación: 339 millones.
Franquicia: el
mismo equipo técnico y creativo repitió poco después con “Los 4 Fantásticos y
Silver Surfer”, y FOX intentó posteriormente un reinicio con un toque más
oscuro y maduro que, no obstante, fue un rotundo fracaso de taquilla. Tanto es
así, que el estudio no se plantea ya hacer nada nuevo con los personajes, y en
los últimos meses se rumorea un traspaso de derechos a sus poseedores
originales, Marvel Studios, a cambio de los derechos televisivos de los
mutantes, donde ya hay una ficción catódica en desarrollo.
Sinopsis: Victor
Von Doom acepta a regañadientes patrocinar el viaje de su antiguo compañero
Reed Richards al espacio para investigar una tormenta de rayos cósmicos junto a
su amigo de la infancia Ben Grimm, su exnovia Sue Storm, y el hermano de ésta,
Johnny Storm. Pero cuando los rayos les alcanzan y les otorgan poderes
especiales, deberán aprender a ser la nueva sensación de New York. Mientras la
mayoría parece contento con su rol de superhéroes, Grimm (al que llaman “La
cosa”), se desespera por su cambio físico, así que el resto de los llamados
“Fantastic Four” (Mr Fantástico, La chica Invisible y la Antorcha Humana)
deberán encontrar una forma de revertir el proceso y, de paso, detener al
también surgido Dr Muerte.
Crítica: han
pasado diez años (que se dice pronto) desde la primera vez que vimos a la
Primera Familia de Marvel en el cine (porque la de los 90 perpetrada por Roger
Corman, ni se vio… ni ganas), y aprovechando el estreno del “reboot” de Josh
Trank le hemos dado una nueva oportunidad. La verdad es que la FOX tuvo mucha
suerte en su día con esta producción, que nació cuando el género superheróico
todavía estaba en pañales y aún era sorprendente el simple hecho de ver a los
personajes de las viñetas en pantalla grande. Su decisión de elegir a Tim Story
como realizador de una superproducción por el simple hecho de haber conseguido
un éxito comercial con una comedia de bajo presupuesto, “La Barbería”, es
cuanto menos discutible, pero el hombre hace un trabajo más o menos correcto.
De hecho, la primera parte del film (o, mejor dicho, la primera media hora) es
perfecta, y aunque algunas “licencias” podrían también condenarse, es una presentación
de personajes que no tiene mácula alguna. Definidos, bien establecidas las
relaciones de cada uno, obtienen sus poderes… ahí están los 4 Fantásticos. ¿El
problema? Que aún queda casi tres cuartos de metraje y ya no saben qué hacer
con ellos. El resto de la cinta es una repetición de lo que ya hemos visto, en
un bucle aburrido donde el cabreo de la Cosa o la pose de “playboy poligonero”
de la Antorcha empiezan a parecer poses mal entendidas, con un Victor Von Doom
convertido en la sombra de lo que es en los cómics, una némesis de
cartón-piedra cuya única motivación son los celos y el dinero. Podríamos decir
que esta primera incursión de los “Fantastic Four” apuntaba maneras y salvaba
el expediente (sobre todo, porque cuando la cosa no funciona, te quedas mirando
a Jessica Alba y se te pasa todo), pero si hiciésemos un ránking de las
adaptaciones superheróicas, estaría de mitad de tabla para abajo.
Resumiendo: no
podemos decir que 100 millones de dólares de presupuesto sean un ejemplo de
falta de ambición por parte de 20th Century Fox, pero vista en perspectiva, lo
cierto es que la primera “FF” se limita a ponerlos en pantalla y poco más, con
una clara intención de dirigirse a un target infantil(juvenil donde se confunde
“candidez” por “inocencia”. No está mal… que es lo mismo que decir “no está
bien”. Sencilla, correcta y “pasable”. En todos los sentidos.
Memorable: los
guiños para los lectores veteranos, como los constantes piques entre la Cosa y
la Antorcha, la aparición de Alicia Masters, el cameo de Stan Lee como el
mítico cartero del edificio Baxter, Willie Lumpkin, o esa figura de acción de
Ben Grimm con la frase: “¡Es la hora de las tortas!”.
Mejorable: lo de
vincular el origen del villano al de los héroes. Parece que Tim Story no
aprendió nada de su “tocayo” Burton en “Batman” cuando hizo que el Joker fuese
el asesino de los padres de Bruce Wayne.
Parafraseando: en
la presentación de su viaje, el bueno del Dcotr Muerte le toma la medida a su
rival Richards: “Sigues como siempre: estirando un brazo para alcanzar las estrellas
con el peso del mundo sobre tu espalda”.
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