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lunes, 13 de marzo de 2017

Crítica de "PREDATORS" (2010)


Año: 2010. Director: Nimrodh Antal. (“Habitación sin salida”) Producción: Robert Rodríguez (“Sin City”). Intérpretes: Adrien Brody (“EKing Kong”… ver crítica), Alice Braga (“Soy Leyenda”), Topher Grace (Eddie Brock/Veneno en “Spider-Man 3”), Laurence Fishburne (Morfeo en “Matrix”), Oleg Taktarov (“La búsqueda”), Danny Trejo (“Machete”), Louis Ozawa Changchien (“El legado de Bourne”). Presupuesto: 40 millones de dólares. Recaudación: 127 millones. Curiosidades: el primer borrador del guión abocetado por Rodríguez data de 1994, recién llegado a Hollywood.


Franquicia: la franquicia de “Depredador” se inició en 1987 con la cinta dirigida por John McTiernan y protagonizada por Arnold Schwarzenegger, seguida por la secuela “Depreador 2”, en 1990 y los dos crossovers “Alien vs Predator” (2004) y “Alien vs Predator 2” (2007). Actualmente, Shane Black dirige un reinicio de la saga protagonizada por Thomas Jane u Olivia Munn, entre otros, y que tiene previsto su estreno a principios de 2018.


Sinopsis: un grupo de asesinos y militares de todas las partes del globo terráqueo, sin ninguna vinculación entre sí, llegan a un remoto planeta donde son sistemáticamente perseguidos y cazados por un grupo de extraterrestres que quieren sus cabezas como trofeos. Ahora, deberán trabajar en equipo para tener alguna opción de sobrevivir.


Crítica: desde que llamó la atención de la industria con “El Mariachi”, empezó a rumorearse una propuesta que el realizador mexicano había vendido para una posible secuela de “Depredador”. Según los entendidos, esa sinopsis no era más que un plagio de la “Aliens” de James Cameron. Por fin, muchos años después, el proyecto vio la luz y, si bien es cierto que puede decirse que tiene algunas cosas en común con aquella, “Predators” no tiene nada que ver con la secuela de “El octavo pasajero”. Y esto no es algo bueno, sino malo. Porque lo que Cameron hizo fue ampliar el espectro de la cinta original de Ridley Scott, transformando una cinta de “terror con monstruo” en otra de “acción pura y dura”. Aquí, en cambio, no hay vuelta de tuerca que valga ni un intento arriesgado de llevar la franquicia por otro lado. “Predators” es un remake disfrazado o una puesta al día del largometraje original de John McTiernan estrenado en 1987. La historia (con algunas diferencias, claro, sólo faltaba eso), el desarrollo y la propuesta formal es la misma que en aquella. Con más efectos especiales y más acción. Aunque… tampoco demasiada. Me explico: lo peor de “Predators” es que, a pesar de que el efecto sorpresa ya no existe, pues todo el mundo sabe el aspecto de los monstruos, éstos tardan mucho en aparecer y el metraje juega durante su primera hora con ese falso suspense de “quién estará detrás de todo”. Vale, de acuerdo en que esta parte del film es imprescindible para presentar a los personajes humanos y crear cierta empatía con el espectador, pero es que estos son un mero cliché de estereotipos que difícilmente pueden resultar interesantes para la audiencia. Los caracteres se definen al primer vistazo, simplemente por su aspecto visual. “Predators” pues se traduce en una película que juega con el espectador de mala manera, independientemente de que cumpla el objetivo de entretener. Porque, por un lado, quiere captar a aquellos fans que llevan siguiendo al monstruito por desde el 87… y, al mismo tiempo, pretende captar un público nuevo a costa de sablear el film de McTiernan.


En resumen: si quieres ver lo mismo de siempre contado de la forma de siempre y no te importa que se perpetúe una saga auto-plagiándose… “Predators” te encantará. Todos los demás… abstenerse. Sin embargo, con retrospectiva siete años después de su estreno, hemos de admitir que después se han estrenado otros “falsos remakes” disfrazados de secuelas como “Terminator: Génesis” o “Jurassic World” a los que no les hemos puesto tantas pegas.


Memorable: las pocas evoluciones que se añaden a la fórmula: el hecho de que los Depredadores tengan un coto de caza, el pájaro-espía, la existencia de diferentes castas dentro de la propia raza extraterrestre y, sobre todo, los “perro-dators”.


Mejorable: se desaprovechan muchas otras cosas, como el personaje de Fishburne o la posibilidad de contar más sobre la cultura o la sociedad de los aliens. Ah, y el hecho de que por momentos parezca un episodio de “Lost/Perdidos”.



Parafraseando: Pues eso, que si quedaba alguna duda, el héroe nos lo explica todo, aceptando casi de inmediato una situación que a cualquier otro le volaría la cabeza… sin necesidad de un “Depredaor” lo hiciese por ti: “Nos han traído con un propósito. Este planeta es una reserva… y nosotros somos su presa”.

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