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lunes, 6 de marzo de 2017

Crítica de "Resident Evil: El capítulo final"


Año: 2017. Producida, escrita y dirigida por: Paul WS Anderson (“Los tres mosqueteros 3D”). Basada en: la saga de videojuegos homónima de Capcom. Intérpretes: Milla Jovovich (“El quinto elemento”), Ali Larter (Clear Rivers en las dos primeras entregas de “Destino final”), Shawn Roberts (“Diario de los muertos”), Ruby Rose (“xXx: Reactivado”…ver crítica), William Levy (“Retazos de vida”). Presupuesto: 40 millones de dólares. Recaudacion: 293 millones.

Franquicia: es la sexta entrega de la saga, tras “Resident Evil” (2002), “Resident Evil: Apocalypsis” (2004), “Resident Evil: Extinction” (2007), “Resident Evil: Afterlife” (2010), “Resident Evil: Retribution” (2012), que en total han recaudado más de mil millones en la taquilla mundial. Todas ellas, protagonizadas por Milla Jovovich, y cuatro de ellas dirigidas por su esposo, Paul WS Anderson, que también ha sido director creativo, guionista o productor de las otras dos.

Sinopsis: la lucha final entre Alice y la Corporación Umbrella llega a su fin. La Reina Roja, antaño quebradero de cabeza para nuestra protagonista, conmina ahora a esta a que regrese donde la pesadilla comenzó, a La Colmena de Raccoon City, lugar donde los directivos de la compañía planean llevar a cabo su acto final contra los vestigios de la raza humana, devastada por el virus T que ellos mismos liberaron, con el objetivo de diezman a la población y erigirse como líderes de un nuevo planeta sin habitar. Así, a Alice le quedan 48 horas para encontrar el antídoto del virus y acabar con todos los infectados con el virus… o la extinción de toda la especie dará comienzo.

Crítica: ¿alguna vez has estado completamente borracho, con la cabeza metida hasta el fondo en el wáter, vomitando hasta la primera papilla que tomaste en tu vida, suplicándole a un dios en el que no crees que acabe con tu sufrimiento… y preguntándote cómo es posible que hayas llegado hasta ahí? Más o menos, eso es lo que pasa con “El capítulo final” de esta saga. Imagino que para Anderson y Jovovich, la justificación para ponerla en marcha fue el darle un final digno y no dejar a los hipotéticos fans con la miel en los labios por los “cliffhangers” con los que suelen terminar los films de la saga (¡oh, sorpresa! Ésta supuesta última entrega también tiene lo que se podría considerar como un “continuará” a pesar de todo). Pero bueno… gilipolleces. Lo único que explica es que a estas alturas sigamos teniendo entregas de la franquicia en pantalla grande es que ninguno de los dos nombres arriba apuntados tienen nada mejor que hacer más allá de esta adaptación del videojuego homónimo… que hace mucho que no se parece al susodicho, todo sea de paso. Una vez dejadas las cosas claras, queda constatar si, cuanto menos, han tenido la dignidad de ofrecer un producto meramente interesante. Y por fortuna, lo han hecho. O mejor… podríamos decir que no es tan mala como todos pensábamos. Esta nueva “Resident Evil” se disfraza un poco durante su primera mitad de un remedo de “Mad Max”, y concatena una secuencia de acción detrás de otra, y de otra, y de otra… hasta llegar a un tramo final donde por cojones no les queda otra que explicar un poco qué es lo que está pasando de cara a encorsetar ese prometido broche a la serie. Con esto, tenemos que desde el primer minuto vemos a la Jovovich (bastante macizorra, por cierto, a pesar de haber dado a luz recientemente) danzando por ahí en un entorno post-apocalíptico y cruzándose con algunos personajes que no sabemos quiénes son ni nos importan, por tanto en cuanto su único cometido es servir de carnaza más o menos inmediata, ya que no podemos olvidar que ésta es una peli de zombis y alguien tiene que morir, porque si no… ¿a qué estamos jugando? Uséase, que durante dos tercios del film asistimos a un carrusel de escenas de acción que, si bien carecen de cualquier emoción, toda vez que no tenemos ningún tipo de empatía hacia los personajes, al menos consiguen que el metraje sea fluido y disfrutable dentro de un perfil bajo. ¿El resto? Pues comida para perros. Pero perros zombis, claro.

Concluyendo: me parece de lo más acertado que hayamos tenido el estreno de las dos últimas entregas de “Underworld” y “Resident Evil” casi al mismo tiempo. Ambas tienen mucho en común. Ambas tienen a una chica guapa como protagonista, ambas están repletas de acción sin mucho sentido… y ambas debieron terminar hace mucho tiempo. De ambas, además, se recuerdan sus primeras entregas, mientras que el resto están ahí, sabes que existen, puede que que incluso las hayas visionado… pero no sabrías distinguir una de otra. No pasará lo mismo con “El capítulo final”, ya que lógicamente podrás decir que te acuerdas de ella porque es la última de la saga. Aunque ojito… el inesperado desempeño del film a nivel internacional, sobre todo en China, donde se ha convertido en uno de los mejores estrenos extranjeros de todos los tiempos… amenazan con hacer un “donde dije “digo”, digo “Diego” y tener que vernos las caras en esta tesitura de aquí a no mucho.

Memorable: en otro parecido con la mencionada última entrega de “Underworld”, al principio se hace un resumen de todo lo que ha pasado en la saga, completamente necesario porque muchos llegamos a ella sin recordar apenas nada de las anteriores. Eso sí, no explican cómo pasamos del final de la anterior al comienzo de ésta, pero… ¿a alguien le importa? Los guiños con la primera entrega, por cierto, con el túnel de rayos láser cortantes que en su día le “tomaron prestado” a la cinta de culto “Cube”, también se agradecen.

Mejorable: las secuencias donde la protagonista y el principal villano utilizan sus “poderes” para prevenir y anticipar los movimientos de su adversario, es otra de esas idean “prestadas”; en este caso, al “Sherlock Holmes” de Guy Ritchie. La lástima es que es un recurso que se antoja como bastante cutre, incluso con un poco de vergüenza ajena. O a lo mejor es que ya no tengo quince años y no me resulta tan “molón”.

Parafraseando: una de las aparentes sorpresas del film es que descubrimos el pasado de Alice y (aviso de SPOILER) como resultado tenemos a más de una, y no todas tienen la misma edad. Ahí lo dejo. Será una de ellas la que tenga el diálogo más lapidario, al dirigirse a un moribundo Wesker, que le pide: “Aýudame” “No necesitas ayuda. Te estás muriendo. Así que… 

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