Año: 2012. Título original: Wreck It Ralph. Director:
Rich Moore (fogueado en la serie “Los Simpsons”). Intérpretes (voces en la
V.O.): John C. Reilly, Jane Lynch, Sarah Silverman, Jack McBrayer. Presupuesto:
165 millones de dólares. Recaudación: 471 millones. Premios: fue nominada a un
Oscar a la Mejor Película Animada.
Secuela: Walt
Disney Pictures ha confirmado que “Rompe Ralph 2” (“Wreck it Ralph 2”, en el
original), se estrenará el 9 de marzo del próximo 2018. Rich Moore y Phil
Johnson, director y guionista, respectivamente, de la película original,
regresarán para coescribir y codirigir la secuela, al igual que también lo
harán John C. Reilly y Sarah Silverman para prestarle sus voces a los
protagonistas en la versión original. También se ha desvelado que la trama en
esta ocasión girará en torno a los videojuegos por internet y la nueva
generación de consolas.
Sinopsis: Ralph
sueña con ser tan querido como el perfecto hombre arréglalo-todo Félix. El
problema es que a nadie le gusta un chico malo, pero en cambio todos aman a los
héroes... así que cuando un moderno juego llega con un personaje malo como
ayudante del protagonista, Ralph lo ve como su oportunidad para el heroísmo y
alcanzar la felicidad. Ralph se mete en el juego con un simple plan -ganar
medallas de oro-, pero accidentalmente libera un enemigo mortal que amenaza a
todos los juegos del salón recreativo. ¿Será Ralph lo suficientemente bueno y
hábil para convertirse en un héroe antes de que llegue el "Game Over"
para todo el salón?
Crítica: esta es
una película de Disney. No es de Pixar. Lo digo desde el principio porque las
críticas que he leído sobre la película que nos ocupa inciden una y otra vez en
este aspecto. Personalmente, ahora que John Lasseter está al frente de “todo”
no veo mayores diferencias, y ahí están “Frozen” o “Big Hero 6” al margen de
esta simpática aventura que mezcla “Toy Story” y, sobre todo, “Shrek” (por más
que el referente sea el original “Donkey Kong”, la personalidad del ogro verde
de la competencia está ahí) en un título que me he decidido a ver postreramente
toda vez que se ha confirmado su secuela. “Rompe Ralph” no es, en efecto, una
obra maestra como suelen serlo las de Pixar (y ojo, digo “suelen serlo” porque
la subsidiaria de animación más conocida de la compañía ya ha tenido varios
resbalones como “Cars” y sus secuelas y spin-offs), pero es un entretenimiento
de alto nivel, con un universo que todavía puede explotarse mucho más y con una
nueva “princesa Disney”, Vanellope, sencillamente adorable. Tengo que hacer
aquí otro de esos incisos que cabreará a los “puristas”, y es que yo veo todo
el cine extranjero doblado. Lo siento. Y no sé cómo será la voz de Sarah
Silverman o si se parecerá mucho a la que han usado en el doblaje español, pero
confieso que es perfecta para el “dibujito” y la dota completamente de
personalidad, no sólo por lo que dice sino por cómo lo dice y el tono en que lo
hace. todo ello a pesar de que la primera aparición de la susodicha es bastante
insufrible, pero es de esos personajes que te acaban robando el corazón (mira,
irónicamente, lo mismo que le hicieron a ella). Otra mención para “Turbo”, ese
“malo malísimo” que tarda mucho en aparecer pero cuya sombra durante todo el
metraje va calando en el espectador hasta dibujarlo como una némesis perfecta.
Y la sargento intergaláctica de ese “Halo Duty”… digo… “Heroes Duty”, cuyo
drama personal es, al igual que el rol de Chete Lera en “Abre los ojos”, un
mero capricho de sus guionistas y programadores. A su lado, no es que el
“Ralph” del título adolezca de carisma, pero para su desgracia vuelve a ser un
invitado de piedra tal y como sucede en su propio juego, mal necesario
indispensable para que la película tenda una entidad propia y no esa… pues eso,
una simple mezcla de dos de las franquicias animadas más exitosas de las
últimas décadas.
Resumiendo: aún
sabiendo la temática del film (el villano de un videojuego que se revela contra
su propia condición) la primera me la llevé en la frente cuando vi que el
entorno donde se ubicaba era un salón recreativo. ¿Qué pensarán los niños? Para
ellos debe ser como un museo o algo totalmente anacrónico. Ya sólo ese apunte
dice mucho de la cinta, que aspira a ganarse el corazón no sólo de los más
pequeños, sino también de los adultos que les acompañen. Lo cual, por supuesto,
no es malo. Al contrario.
Memorable: esa
terapia de grupo para “malosos”, con Mr Bison, Zangief, Bowser o los zombis de
“Resident Evil”. Habría sido la bomba que los protagonistas hubiesen sido,
realmente, Donkey Kong y Super Mario. Eso y la secuencia cuando Ralph
“traiciona” a Vanellope y rompe a puñetazos el coche que han construido juntos,
ante los desesperados gritos de ella. Los pelos como escarpias, oye.
Mejorable: aunque
entiendo que visualmente habría sido un problema y no resultaría tan atractivo
para todos… ¿no debería de haber diferencias gráficas entre los juegos de 8
bits y los de la nueva generación, empezando por ser bidimensionales? Habría
sido gracioso jugar con la idea. Y si fuésemos muy puntillosos, tendríamos que
hablar de que su moraleja es confusa. El personaje, al final, debe aprender a
ser feliz siendo un “alineado” para que la sociedad en que vive pueda continuar
haciendo que los “buenos” sean los “buenos” y sigan viviendo en un rascacielos…
mientras que él siga siendo el “malo” y viviendo en un vertedero. Eso sí: “Jodido
pero contento”. Ya sé, ya sé… es cogérsela mucho con papel de furmar, pero… ¿no
es una analogía del capitalismo?
Parafraseando: el
mejor ejemplo de lo apuntado en el párrafo anterior son los odiosos lameculos
del “arreglador” Félix, uno de los cuales recibe a Ralph cuando éste regresa
con su medalla, que de poco sirve ya: “Yo sólo… estaba harto de vivir sólo en el
vertedero” “Pues enhorabuena: ahora podrás vivir sólo en el ático”.
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