Click sobre las
imágenes para ampliar.
Información general:
reseña de “Guardians of the Galaxy: Cosmic Avengers”, tomo que recopila los
números 0 al 3 del volumen III de la serie, publicado a finales de 2013 en USA
por Marvel Comics, con el equipo creativo formado por Brian Michael Bendis
(guión), Steve McNiven y Sara Pichelli (dibujos) y Justin Ponsor (color). En
España, Panini publicó estos números en su versión original en formato grapa,
dentro del segundo volumen de “Guardianes de la Galaxia”. El título se
englobaba dentro del epígrafe “Marvel NOW”, que aglutinaba diversas cabeceras
con “reboots” a cargo de equipos creativos punteros.
Antecedentes:
aparecidos a finales de los 60 y principios de los 70, los Guardianes de la
Galaxia nunca han sido personajes muy conocidos dentro de Marvel, y sus
contínuos intentos por relanzarlos sólo han gozado de éxito cuando han formado
parte de grandes eventos relacionados con otros personajes como “El guantelete
del infinito”. La cosa cambió en 2008, cuando Dan Abnett y Andy Lanning se
hicieron cargo de toda la sección cósmica de la Casa de las Ideas y, ante la
libertad que les permitieron, consiguieron crear una pequeña franquicia de
varios títulos, entre los que se encontró unos divertidos “Guardianes de la
Galaxia” que aguantaron 25 números. A pesar de que contaban con un núcleo fiel
de lectores, Marvel decidió inexplicablemente cerrar el título y toda la línea
cósmica, “reservando” a los personajes para empresas mayores. ¿Cuáles? Ni más
ni menos que el anuncio de una película en imagen real que pilló a todos por
sorpresa y que se estrenaría en 2014. Preparando el terreno un año antes, la
editorial encargó una nueva colección regular a BMB, guionista que había
conseguido revitalizar a Los Vengadores unos años antes (y que en ese momento
intentaba hacer lo mismo con los mutantes) y Steve McNiven, uno de esos
dibujantes estrella asociados siempre a grandes eventos como la “Civil War”. No
obstante, el inicio de esta nueva singladura del equipo tuvo lugar en las
páginas de “Vengadores ¡Reuníos!”, donde Tony Stark/Iron Man era invitado a
unirse a sus filas.
Historia: hay una
nueva regla en el Universo. Nadie puede atacar a la Tierra, que se encuentra en
franja de exclusión. ¿Nadie? Eso han decidido un consejo formado por las razas
más importantes de la galaxia como los shi´ar, kree o los Spartax, cuyo líder
es el propio padre de Peter Quill (alias Starlord). Sin embargo, la decisión de
hacer de la Tierra una especie de “marginada” en el espacio también pueden
convertirla en objetivo de otras razas que también han sido apartadas del
consejo, como los “Badoon”, responsables de la muerte en el pasado de la madre
de Quill. El propio Starlord se encargará de repeler el ataque de los invasores
que comienza en Londres, junto al resto del grupo formado por Gamora, Drax el
Destructor, Groot, Mapache Cohete y… Iron Man.
Crítica: tengo
que comenzar diciendo que parto con la ventaja de escribir esta reseña un par
de años después de su publicación, con el estreno de la película entre medias,
sabiendo ya no sólo el devenir de la propia colección sino también el éxito sin
paliativos que obtuvo el film interpretado por Chris Pratt, entre otros, y el
consiguiente desarrollo de toda una franquicia y productos derivados. Y digo
esto porque, cuando salió el título al mercado, hubo bastante escepticismo
entre los lectores habituales de cómics, los cuales habían disfrutado con la
anterior versión de Abnett y Lanning y encontraban aquí un tibio comienzo, con
un Bendis que parecía seguir las directrices de los “jefazos marvelitas” y
algunos cambios en el “background” original del equipo (la discutible
incorporación de Iron Man, el rediseño de McNIven de algunos personajes que
asemejaban a Groot, por ejemplo, a un árbol de navidad andante), y se temían que,
si el cómic era un fiel reflejo de lo que posteriormente se iba a ver en
pantalla grande, la película de “Guardianes de la Galaxia” iba a ser uno de
esos fracasos que iban a hacer historia. Insisto, ahora sabemos que no fue así,
pero también es cierto que no les faltaban razones para criticar (sobre todo en
lo referente a un Bendis que parecía no saber qué hacer con los personajes,
reciclando ideas como ese… digamos, “homenaje” al “Starman” de John Carpenter
para el origen de Starlord o la creación de unos “Illuminati cósmicos”). Pero
también es justo aceptar el hecho de que, nos guste o no, la gran mayoría del
público (hablo de aquellos que no hubieran cogido un cómic en su vida y
pudieran hacerlo a raíz del estreno de la citada cinta) no conocían de nada a
los personajes; personajes que, por cierto, en sus más de cuarenta años de vida
tampoco se habían hecho valedores de un gran “status quo” que hubiese que
respetar, así que Bendis tiene la difícil tarea de conseguir, primero, llamar
la atención de todo el mundo, y luego ya… lo que venga. Partiendo de ahí, este
arco argumental de “Vengadores Cósmicos” es cierto que no muestra gran cosa de
otros personajes que no sean Starlord y su padre, y que la invasión
extraterrestre que se presenta como el gran enemigo a batir no deja de ser un
poco lo mismo que esos “chitauri” de la primera peli de “Los Vengadores”. Pero
también es de recibo señalar que juega a dos bandas, estableciendo un nuevo
tablero de juego a recorrer y marcando las personalidades de todo el grupo con
un par de pinceladas. Lo de Iron Man, se mire como se mire, no es más que un
truco publicitario, pero sirve a su propósito y ni desentona ni se come todo el
protagonismo de la acción, con lo que tampoco puede contarse como un defecto.
Resumiendo: todos
los que en su día se echaron encima de Bendis por su “destrucción” de Los
Vengadores clásicos para incluir en el grupo a los principales reclamos de
Marvel como Spiderman o Lobezno, acabaron después aplaudiéndole y ya esdifícil
entender al grupo de Los Héroes Más Poderosos de la Tierra sin la presencia de
las figuras más emblemáticas de Marvel. Queda claro, pues, que el tipo se ha
ganado crédito de sobra para que cualquier cosa que haga tenga un mínimo de
números “de cortesía” para que, como cualquier buen mago, prepare el truco
antes de mostrárselo al público. Aquí, además, juega en dos vertientes
distintas y también elabora un producto que cualquier lector neófito que se
acerque a raíz del estreno cinematográfico encontrará en la cabecera el
complemento ideal para las aventuras de sus recién descubiertos ídolos. Joder
amigos, tenemos aquí una “space opera marvelita” ala que sólo le falta la
taberna de Mos Eisley… ¿qué más queréis? Seguiremos reseñando.
Ver crítica de la
película “Los Guardianes de la Galaxia” (pinchar aquí).
No hay comentarios:
Publicar un comentario