Información general:
reseña del disco debut de David Barrull, ganador de la segunda edición del
talent show “La Voz”, emitido en su versión española por Telecinco en 2014. El
álbum se compone de 11 cortes con versiones de temas muy conocidos de Armando Manzanero,
Alejandro Sanz, Antonio Orozco o Serrat, entre otros. La “coach” del cantante,
Malú, participó en el disco cantando a dúo “Al alba”, tema que compuso el padre
de ella y que el propio Barrul utilizó en la fase de “Audiciones a ciegas” para
acceder al concurso.
Crítica: toca
hablar de un disco cuyo gérmen tuvo lugar en un programa de televisión, y uno
se acerca siempre a este tipo de productos con ciertas reticencias. ¿Por qué?
Bueno, supongo que porque en España somos así. En otros países como Estados
Unidos o Reino Unido, Barrull habría sido todo un fenómeno capaz, incluso, de
atravesar fronteras (y si no, que se lo digan a los “One Direction” surgidos
del “X-Factor” británico) pero aquí éste LP tiene un público muy reducido que
viene a constatar, una vez más, que el hecho de ganar un concurso con millones
de espectadores no te garantiza una carrera musical una vez acabado el mismo.
Los productores del trabajo, como lo saben y parecen escarmentados, tratan este
“Sueños cumplidos” de la manera más correcta posible, con unos arreglos
musicales que se destapan como lo más reseñable del mismo, muy acorde con el
tracklist pero también perfectamente estudiados para que encajen en una gira de
teatros o pequeños auditorios; además, la instrumentación se las apaña para
fusionar una pista con la siguiente, de forma muy original, dando la impresión
de que, efectivamente, estamos escuchando un concierto (sin aplausos,
obviously). “Sueños cumplidos” se inicia con la potente versión de “Mi
marciana”, también cantada por el ganador en la fase final del concurso, donde
Barrull demuestra sus dos vertientes más notables: la melódica y afinada en los
versos más intimos… y el desgarrador “quejío” flamenco que cautivó a la
audiencia y que consiguen lo imposible; esto es: mejorar la versión original de
Alejandro Sanz. Sin embargo, y tristemente, podríamos decir que lo mejor del
álbum empieza y acaba ahí. Esas dos voces que hemos apuntado atacan cada nuevo
tema con las mismas ganas, pero el resultado llega a ser monótono y no producen
el mismo efecto que la anteriormente mencionada. “Estoy hecho de pedacitos de
ti”, por ejemplo, es una composición que le queda bien a Barrull… pero porque
en este caso, se parece mucho a los arranques del original Orozco, con lo que
nada nuevo aporta a la canción. Y en otras, como “Si Tú No Estás Aquí”, la
versión de Rosana, te rompía el alma por su desnudez instrumental; todo lo que
sea intentar “hacerla bonita” con sobre-producción orquestal, en este caso, no
queda bien. Y en el mejor de los casos, otros “covers” como “Adoro”, “Dígale” o
“Lucía” se limitan a tener la (supuesta) gracia de escucharlas con aires
flamencos que, sin embargo, no parecen ser un aliciente demasiado grande como
para justificar la adquisición del trabajo. En resumen: “Sueños cumplidos” se
limita a cubrir el expediente, con un factor riesgo de 0. No hay nada que no
sea convencional o se salgan de la línea musical marcada durante el programa. Y
de composiciones originales ni hablemos. Sí, puede resultar lógico, pero al
mismo tiempo, también resulta innecesario. Y, si nos ponemos exigentes, hasta
una pequeña tomadura de pelo. Otro concursante de la misma edición, Jaume Mas,
fusionaba el reggae con otros estilos. Puede que fuese una mezcla menos
comercial, pero al menos sí sonaba diferente. David Barrull, como el propio
título del “talent” señala, tiene una voz prodigiosa. Pero los artistas
originales de las canciones que él interpreta, en la mayoría de los casos,
también. Y, teniendo al original… ¿para qué quieres la copia? O puede que esta
reflexión sólo sea fruto de la idiosincrasia española. Como siempre digo…
juzguen por ustedes mismos.
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