Buscar este blog

martes, 4 de abril de 2017

Crítica de "EL CORREDOR DEL LABERINTO: Las pruebas"


Año: 2015. Título original: The Maze Runner: Scorch Trials. Adaptación: de la novela homónima de 2009 escrita por James Dashner. Director: Wes Ball. Intérpretes: Dylan O´Brien (la serie “Teen Wolf”), Kaya Scodelario (la serie “Skins”, y pronto en “Piratas del Caribe 5”), Thomas Brodie-Sangster (la serie “Juego de Tronos”), Will Poulter (“Somos los Miller”), Ki Hong Lee (la serie “Las nueve vidas de Chloe King”), Aml Ameen (la serie británica “Kidulthood”), Patricia Clarkson (la serie “A dos metros bajo tierra”), Giancarlo Espósito (Gus Fring en “Breaking Bad”), Rosa Salazar (“Battle Angel: Alita”), Lili Taylor (“Expediente Warren”), Nathalie Emmanuel (“Fast 7”), Barry Peeper (“Deep Blue Sea”)Aidan Gillen (el Meñique de “Juego de Tronos”). Presupuesto: 61 millones de dólares. Recaudación: hasta el momento, 118 millones.


Franquicia: lógicamente, es la secuela directa de “El corredor del laberinto” (ver crítica) y antecesora de “The Maze Runner: The Death Cure” (que podría traducirse como “La cura mortal”, aunque todavía no tiene título definitivo en nuestro país), tercer y último capítulo de la saga que se estrenará en enero de 2018. En un principio, la cinta debería de haberse estrenado este 2017, pero un accidente en el rodaje sufrido por parte del protagonista, Dylan O´Brien, obligó a retrasar la producción y, por ende, su llegada a las salas. Será una de las pocas distopías juveniles donde el realizador se haga cargo de todas sus entregas, además de no sumarse a la boda de dividir la última entrega literaria en dos películas.


Sinopsis: Thomas (Dylan O'Brien) y el resto de clarianos tendrán QUE enfrentarse a su mayor desafío hasta el momento: buscar pistas sobre la misteriosa y poderosa organización conocida como CRUEL. Este viaje les llevará a “La Quemadura”, un apocalíptico lugar repleto de inimaginables obstáculos. Formando equipo con miembros de la resistencia, los clarianos deberán desenmascarar a las fuerzas superiores de CRUEL y averiguar qué planes tienen para todos ellos. Pronto, los jóvenes descubren que el mundo que recuerdan ha pasado a ser un páramo apocalíptico habitado por unas criaturas salvajes que antaño fueron humanos… y sólo ellos tienen la clave para evitar que el resto del mundo acabe transformándose en dichas monstruosidades.


Crítica: aunque disfruté con su primera entrega por su clara apuesta por la aventura y agradezco el hecho de que no se hayan inventado cualquier excusa para volver a meter a los protagonistas en otro “laberinto” que continúe la broma (por decirlo así), “Las pruebas” me ha aburrido casi desde el principio, incapaz de funcionar como una unidad independiente y tan condicionada por su función de “capítulo intermedio”, que nada de lo que vemos consigue despertar un mínimo de inte´res. Y no digamos ni mucho menos originalidad, pues si su antecesora sabía mezclar sabiamente “El señor de las moscas” con “Cube” y “Lost(Perdidos”, su secuela se nutre de “Mad Max” y “Soy Leyenda” y el “homenaje” ya huele. Lo peor, no obstante, es que después de haber acertado sabiamente en su predecesora por plantar simplemente las bases, sin incidir demasiado en su universo propio, con la esperanza de que el experimento funcionase y tuviese carta libre para desarrollarlo en entregas venideras, “El corredor del laberinto 2” demuestra que, en esencia, no tiene mucho que contar. Sangrante es el caso de los personajes secundarios, que sólo sabes que existen porque, de vez en cuando, alguno muere, pero como nadie se ha tomado la molestia de “presentártelo”, pues lo más que aciertas a pensar es: “Mira, uno menos”. James Dashner, el creador de la saga, se inventa una organización mala malísima y ale, a tirar “pa lante”. Que, por cierto, manda cojones que un grupo de personas se hagan llamar a sí mismos como “CRUEL”, por mucho que (me imagino), se corresponda  las siglas de algo. Habría sido una buena línea de diálogo intentar justificar el nombrecito. Pero, y esto es otro de los puntos flacos de la franquicia, le falta sentido del humor. Todo es demasiado “pretenciosamente dramático-fatalista”. Que yo entiendo que el panorama no es como para ponerse a bailar con castañuelas, pero, volviendo a la comparativa con “Lost”… ¿qué habría sido de aquella sin Sawyer o Hurtley? Pues eso, un tostón de echarse a dormir.


Resumiendo: tengo que admitir que las distopías juveniles no son mi fuerte y todavía no he encontrado ninguna que me enganche. Hasta la fecha, “The Maze Runner” era mi caballo ganador, pero su segunda entrega me ha demostrado que no es más que lo mismo, pero contado con otro nombre. Igual en la tercera entrega nos meten a Jennifer Lawrence y Taylor Lautner por ahí y ni nos enteramos. Eso sí, la FOX ha tenido el detalle de no dividir la última novela en dos partes. O eso han dicho… que ya no me fío.


Memorable: la huida de los “zombis” por entre medias del rascacielos a medio demoler, y el clímax de la misma sobre un quebradizo cristal. En general, todas las escenas de acción y la tensión inherente a las mismas está mucho más conseguida que en su predecesora, lo que va en detrimento, no obstante, del desarrollo de los personajes. Cuestión de gustos.


Mejorable: no es que me hiciera falta, pero podían haber explicado a santo de qué metían a los chavales en un laberinto mortal. O a lo mejor lo han explicado en alguna de las dos películas y no me he “coscado”. La verdad que desconecté bastante durante su visionado… que no sé qué es peor. P.D.: hay cierta ironía en el comentario. La explicación sobre los “laberintos” era experimentar con los chicos inmunes al virus que ha devastado el planeta, si bien es una explicación bastante burda y lanzada casi sin interés.


Curiosidades: la cinta fue concebida inicialmente para tener cobertura en cines IMAX, si bien finalmente el estreno en dichas salas no pudo llevarse a cabo ya que Fox tenía todas las pantallas reservadas en exclusiva para “Everest”, película que en su momento se especuló como posible blockbuster con sello de Oscar y que finalmente no fue ni lo uno ni lo otro. Aún así, y pese a estar un poco por debajo de lo logrado por la cinta original, “Scorch Trials” debutó como número uno de la taquilla por delante de su principal competidor, el thriller dramático “Black Mass” protagonizado por Johnny Depp. Por último, el film recibió dos premios “Teen Choice Awards” por el protagonismo de Dylan O´Brien, que se postula como joven estrella para las próximas generaciones.



Parafraseando: el único toque de “humor” que podemos encontrar en la película, pero ni siquiera se consigue sacar un buen chiste del tema: “¿Cuánto tiempo lleváis aquí?” “Muy poco. Un día o dos. Ése de ahí es el que más: una semana. En su laberinto sólo había tías” “¿En serio?” “Los hay con suerte”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario