Año: 2015. Título original: The Maze Runner:
Scorch Trials. Adaptación: de la novela homónima de 2009 escrita por
James Dashner. Director: Wes Ball. Intérpretes: Dylan O´Brien (la serie “Teen
Wolf”), Kaya Scodelario (la serie “Skins”, y pronto en “Piratas del Caribe 5”),
Thomas Brodie-Sangster (la serie “Juego de Tronos”), Will Poulter (“Somos los
Miller”), Ki Hong Lee (la serie “Las nueve vidas de Chloe King”), Aml Ameen (la
serie británica “Kidulthood”), Patricia Clarkson (la serie “A dos metros bajo
tierra”), Giancarlo Espósito (Gus Fring en “Breaking Bad”), Rosa Salazar (“Battle
Angel: Alita”), Lili Taylor (“Expediente Warren”), Nathalie Emmanuel (“Fast
7”), Barry Peeper (“Deep Blue Sea”)Aidan Gillen (el Meñique de “Juego de
Tronos”). Presupuesto: 61 millones de dólares. Recaudación: hasta el momento,
118 millones.
Franquicia: lógicamente,
es la secuela directa de “El corredor del laberinto” (ver crítica) y antecesora de “The Maze Runner: The Death Cure”
(que podría traducirse como “La cura mortal”, aunque todavía no tiene título
definitivo en nuestro país), tercer y último capítulo de la saga que se
estrenará en enero de 2018. En un principio, la cinta debería de haberse
estrenado este 2017, pero un accidente en el rodaje sufrido por parte del
protagonista, Dylan O´Brien, obligó a retrasar la producción y, por ende, su
llegada a las salas. Será una de las pocas distopías juveniles donde el
realizador se haga cargo de todas sus entregas, además de no sumarse a la boda
de dividir la última entrega literaria en dos películas.
Sinopsis: Thomas
(Dylan O'Brien) y el resto de clarianos tendrán QUE enfrentarse a su mayor
desafío hasta el momento: buscar pistas sobre la misteriosa y poderosa
organización conocida como CRUEL. Este viaje les llevará a “La Quemadura”, un
apocalíptico lugar repleto de inimaginables obstáculos. Formando equipo con
miembros de la resistencia, los clarianos deberán desenmascarar a las fuerzas
superiores de CRUEL y averiguar qué planes tienen para todos ellos. Pronto, los
jóvenes descubren que el mundo que recuerdan ha pasado a ser un páramo
apocalíptico habitado por unas criaturas salvajes que antaño fueron humanos… y
sólo ellos tienen la clave para evitar que el resto del mundo acabe
transformándose en dichas monstruosidades.
Crítica: aunque
disfruté con su primera entrega por su clara apuesta por la aventura y
agradezco el hecho de que no se hayan inventado cualquier excusa para volver a
meter a los protagonistas en otro “laberinto” que continúe la broma (por
decirlo así), “Las pruebas” me ha aburrido casi desde el principio, incapaz de
funcionar como una unidad independiente y tan condicionada por su función de
“capítulo intermedio”, que nada de lo que vemos consigue despertar un mínimo de
inte´res. Y no digamos ni mucho menos originalidad, pues si su antecesora sabía
mezclar sabiamente “El señor de las moscas” con “Cube” y “Lost(Perdidos”, su
secuela se nutre de “Mad Max” y “Soy Leyenda” y el “homenaje” ya huele. Lo
peor, no obstante, es que después de haber acertado sabiamente en su
predecesora por plantar simplemente las bases, sin incidir demasiado en su
universo propio, con la esperanza de que el experimento funcionase y tuviese
carta libre para desarrollarlo en entregas venideras, “El corredor del
laberinto 2” demuestra que, en esencia, no tiene mucho que contar. Sangrante es
el caso de los personajes secundarios, que sólo sabes que existen porque, de
vez en cuando, alguno muere, pero como nadie se ha tomado la molestia de
“presentártelo”, pues lo más que aciertas a pensar es: “Mira, uno menos”. James
Dashner, el creador de la saga, se inventa una organización mala malísima y
ale, a tirar “pa lante”. Que, por cierto, manda cojones que un grupo de
personas se hagan llamar a sí mismos como “CRUEL”, por mucho que (me imagino),
se corresponda las siglas de algo.
Habría sido una buena línea de diálogo intentar justificar el nombrecito. Pero,
y esto es otro de los puntos flacos de la franquicia, le falta sentido del humor.
Todo es demasiado “pretenciosamente dramático-fatalista”. Que yo entiendo que el
panorama no es como para ponerse a bailar con castañuelas, pero, volviendo a la
comparativa con “Lost”… ¿qué habría sido de aquella sin Sawyer o Hurtley? Pues
eso, un tostón de echarse a dormir.
Resumiendo: tengo
que admitir que las distopías juveniles no son mi fuerte y todavía no he
encontrado ninguna que me enganche. Hasta la fecha, “The Maze Runner” era mi
caballo ganador, pero su segunda entrega me ha demostrado que no es más que lo
mismo, pero contado con otro nombre. Igual en la tercera entrega nos meten a
Jennifer Lawrence y Taylor Lautner por ahí y ni nos enteramos. Eso sí, la FOX
ha tenido el detalle de no dividir la última novela en dos partes. O eso han
dicho… que ya no me fío.
Memorable: la
huida de los “zombis” por entre medias del rascacielos a medio demoler, y el
clímax de la misma sobre un quebradizo cristal. En general, todas las escenas
de acción y la tensión inherente a las mismas está mucho más conseguida que en
su predecesora, lo que va en detrimento, no obstante, del desarrollo de los
personajes. Cuestión de gustos.
Mejorable: no es
que me hiciera falta, pero podían haber explicado a santo de qué metían a los
chavales en un laberinto mortal. O a lo mejor lo han explicado en alguna de las
dos películas y no me he “coscado”. La verdad que desconecté bastante durante
su visionado… que no sé qué es peor. P.D.: hay cierta ironía en el comentario. La
explicación sobre los “laberintos” era experimentar con los chicos inmunes al
virus que ha devastado el planeta, si bien es una explicación bastante burda y
lanzada casi sin interés.
Curiosidades: la
cinta fue concebida inicialmente para tener cobertura en cines IMAX, si bien
finalmente el estreno en dichas salas no pudo llevarse a cabo ya que Fox tenía
todas las pantallas reservadas en exclusiva para “Everest”, película que en su
momento se especuló como posible blockbuster con sello de Oscar y que
finalmente no fue ni lo uno ni lo otro. Aún así, y pese a estar un poco por
debajo de lo logrado por la cinta original, “Scorch Trials” debutó como número
uno de la taquilla por delante de su principal competidor, el thriller
dramático “Black Mass” protagonizado por Johnny Depp. Por último, el film
recibió dos premios “Teen Choice Awards” por el protagonismo de Dylan O´Brien,
que se postula como joven estrella para las próximas generaciones.
Parafraseando: el
único toque de “humor” que podemos encontrar en la película, pero ni siquiera
se consigue sacar un buen chiste del tema: “¿Cuánto tiempo lleváis aquí?” “Muy poco. Un
día o dos. Ése de ahí es el que más: una semana. En su laberinto sólo había
tías” “¿En serio?” “Los hay con suerte”.
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