Año: 2014. Título
original: Hercules: The Thracian Wars. Basada en: la serie limitada de Radical
Toyz realizada por Steve Moore y Cris Holsen. Director: Brett Ratner (“Hora
Punta 3”). Intérpretes: Dwayne Johnson (“San Andrés”… ver crítica), Rufus
Sewell (“The Tourist”), Ian McShane (“Deadwood”), Joseph Fiennes (“Shakespeare
enamorado”), Steve Peacocke (la serie australiana “Home and away”), John Hurt
(“Alien, el octavo pasajero”), Rebecca Ferguson (“Misión Imposible: Nación
Secreta”… ver crítica), Irina Shayk (la modelo, ex novia del futbolista
Cristiano Ronaldo). Presupuesto: 100 millones de dólares. Recaudación: 210
millones.
La polémica: según
Alan Moore, mítico guionista de obras maestras del cómic como “Watchmen” o “Batman:
La broma asesina”, permanentemente cabreado con el mundo y especialmente con el
del cine a tenor de las adaptaciones de sus obras, el guionista de la obra
original, Steve Moore (sin parentesco con el anterior) le escribió una carta en
la que se quejaba de que estaban utilizando su nombre para vender la película,
a pesar de que él había solicitado su desvinculación del proyecto, al enterarse
de las cláusulas abusivas del contrato en lo que respectaba a sus derechos de
autor, que le concedían quince mil dólares para hacer con su obra lo que
quisieran y le impedían ningún tipo de reclamación posterior. Desgraciadamente,
la noticia nunca se pudo contrastar pues Steve Moore murió el mismo año 2014,
antes del estreno del film.
Sinopsis: en la
antigua Grecia, Hércules y su grupo de amigos (entre los que se encuentran una
amazonas, un hombre medio-salvaje y un guerrero capaz de visionar el futuro)
actúan como mercenarios al mejor postor, con el sobrino del héroe perpetuando
sus hazañas y haciendo creer a todo aquel que quiera escucharle que su tío es
en realidad el hijo de Zeus. La realidad es que el susodicho Hércules vive
atormentado por la muerte de su familia, de la cual muchos le acusan a pesar de
que él apenas tiene el vago recuerdo de haber visto al mítico perro Cancerbero
devorando a su mujer e hijos. En esta situación, el grupo es contratado por el
rey de Tracia para librarles de un ejército de “minotauros” y otros diablos que
les acosan, según dicen los pocos que han sobrevivido a su encuentro, con lo
que el equipo deberá preparar a un montón de campesinos e instruirles en la
batalla más difícil de sus vidas.
Crítica: “¿Creéis
que sabéis la verdad sobre él? No sabéis nada”. De entrada, “Hercules” no es lo
que parece. Es bastante más infantil(juvenil de lo que prometían sus tráilers y
eso, en esta historia épica, si bien ofrece una de aventuras a la antigua
usanza, aquí juega en su contra. Sí, vale: es mejor que la de Renny Harlin que
nos llegó también hace unos meses, pero vamos… tampoco es mucho decir. Es más:
se parece terriblemente a la cutre serie de televisión de los 90 que surgió a
rebufo de “Xena, la princesa guerrera”, con un Dwayne Johnson que, puesto que
no puede dar la talla en los momentos de drama, pues se dedica a imitar a Kevin
Sorbo y su mueca de “hay que ver lo que se hace por dinero”. Insisto: no
podemos decir que esta “Hercules” sea una mala película. No lo es. Pero también
se queda lejos de lo que podría haber sido. Y, a pesar de sus logradas escenas
de acción al más puro estilo de blockbuster veraniego, por momentos también
coquetea con el homenaje a aquellas películas de Simbad con presupuesto de
serie B. Aunque claro, en este caso… la “serie B” ha costado 100 millones de
dólares. Pese a todo, e insisto, “Hércules” podría considerarse como una buena
optimización de los recursos, con una deslumbrante puesta en escena cortesía de
la famosa (e imprescindible, a día de hoy) “pantalla verde”, y con un “The Rock”
entregado a la causa, luciendo su vigoréxico cuerpo y exudando ese carisma “buenrrollista”
que le han posicionado a día de hoy como una de las estrellas de Hollywood más
queridas por el gran público. Para mí gusto, le falta un poco de ese (por otro
lado, paradójico, en este caso) factor humano que tanto persigue el héroe de
esta epopeya, pero oye… nadie es perfecto. Ni siquiera un semi-dios.
Resumiendo: con
una premisa que también podría considerarse como un “remake” mitológico de “Los
siete samuráis” de Akira Kurosawa, sin dejar a un lado el “300” de Zack Snyder
y Frank Miller (sin duda, una de las películas más influyentes de las últimas
décadas, le pese a quien le pese), esta nueva revisión del hijo de Zeus es una
puesta al día de los antiguos “péplums” qu servían como acompañamiento en una
sesión doble dominical de hace unas décadas; una producción al servicio del espectador
con mucho humor, acción, argumento lineal y el sentido épico más arcaico. Vehículo
de lucimiento, al igual que aquellas cintas, a la estrella del cartel, un
Dwayne Johnson sublimado aquí a su máxima potencia, con un elenco de
secundarios que “rellenan” pero no “estorban”. Una película tan simpática como
su protagonista… pero quizás igualmente simplona.
Memorable: la
recreación de “Los 12 trabajos de Hércules”, ampliamente usados para la
promoción del film pero que, en verdad, poco tienen que ver con la historia que
se nos presenta. Resulta bastante desconcertante que el metraje no se regodee
más en estas secuencias, habida cuenta de lo bien que lucen.
Mejorable: que,
si de disfrutar se trata, podría haber salido más tiempo en pantalla la ex novia
de Cristiano (que, si mal no tengo entendido, ahora tiene un hijo con Bradley
Cooper y siempre se dijo que le había sido infiel al jugador del Real Madrid en
el rodaje de esta cinta con “The Rock”… bueno, no estoy muy al tanto de la
prensa del corazón).
Curiosidades:
según declaraciones del propio Johnson, estuvo trabajando durante ocho meses de
manera intensiva para meterse en el papel de Hércules, hasta el punto de
convertirse prácticamente en un monje budista que no hacía más que entrenar y
dormir. Preguntado, no obstante, si repetiría la experiencia, contestó que lo
haría: “no sólo una, sino incluso dos veces más”. A ninguno se nos escapa, dado
el cariz del Hollywood de hoy en día, que el antiguo luchador estaba dejando
caer la posibilidad de completar una trilogía. planes, sin embargo, que no se
han concretado ni parece que estén en la mente de sus responsables.
Parafraseando:
Hercules duda de que con apenas sus amigos y un puñado de campesinos sea capaz
de cambiar el curso de una guerra que parece perdida: “Sólo soy un mercenario que lucha
a cambio de oro”. “Como nos vemos a nosotros mismos es inconsecuente… Como nos
perciben los demás es importante. Y tu nombre, te guste o no, es un grito de
guerra”.
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