Crada por: Frank
Darabont. Basada en: el cómic homónimo de Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie
Adlard, publicado por Image Comics y ganador del Premio Eisner. Emisión:
octubre de 2016 – abril de 2017. Cadena: AMC. Episodios: 16. Intérpretes:
Andrew Lincoln, Norman Reedus, Lauren Cohan, Chandler Riggs, Danai Gurira,
Melissa McBride, Jeffrey Dean Morgan, Lennie James, Sonequa Martin-Green, entre
otros. Curiosidades: la presente temporada adapta los números 100 al 119 del
cómic original. Audiencias: en Estados Unidos, el primer capítulo de la
Temporada 7 fue seguido por más de 17 millones de telespectadores, si bien el
público fue disminuyendo progresivamente hasta caer a los 10 millones, el dato
más bajo de la ficción desde la tercera temporada.
Antecedentes: cuando
parecían haber perdido la esperanza de encontrar, no ya la cura, pero al menos
un lugar seguro y que pudiera considerarse como “civilizado” tras el
apocalipsis zombi, Rick Grimes y el resto del grupo llegan a la comunidad de “Alejandría”
una urbanización de lujo ubicada a varias millas de Washington DC, donde
algunos supervivientes permanecen aislados del exterior con electricidad y agua
potable. Rick y los demás se unen a la comunidad para enseñarles a protegerse
de las amenazas, que pronto se presentan en la figura de “los Salvadores”, un
violento ejército compuesto por hombres y mujeres que se identifican por la
misteriosa proclama de “Todos somos Negan”. Asediados por los Salvadores y
tratando de llevar a Maggie a un lugar próximo donde pueda recibir asistencia
médica en su embarazo, Rick y sus compañeros más cercanos acaban cayendo en una
emboscada donde finalmente conocerán al auténtico Negan y a su querido bate de
béisbol… “Lucille”.
Principal: tras
asesinar brutalmente y delante de todos a Abraham y Glenn, Rick no tiene más
remedio que hacer un trato con Negan por el cual a partir de ese momento
trabajarán para él, dándole la mitad de todo lo que encuentren y entregándole
todas sus armas, además de llevarse a Daryl como prisionero. En las semanas
siguientes, sin embargo, y a pesar de haber estado en una especie de “shock
traumático” tras el violento encuentro con Negan, Rick y Michonne concluyen que
es mejor morir intentando librarse del yugo de los Salvadores que continuar con
dicho pacto, por lo que intentarán reclutar más armas y aliados en otros grupos
de supervivientes recién descubiertos como “los Carroñeros” (quienes, haciendo
honor a su nombre, se jactan de no trabajar y sólo tomar lo obtenido por los
demás) y la comunidad de “Oceanside”, compuesta actualmente sólo por mujeres,
debido a que todos los hombres del grupo perecieron en una refriega anterior
con el ejército de Negan.
Secundario:
Morgan y Carol, por su parte y huyendo de un encuentro anterior con los
Salvadores, llegan a “El Reino”, un lugar de aspecto medieval gobernado por el
autoproclamado “Rey Ezekiel”, un antiguo empleado del zoo que ha creado un
utópico refugio al estilo de los antiguos relatos de caballería, con su propio
tigre como mascota. Tras reponerse de sus heridas, Carol seguirá empeñada en
alejarse de todo contacto con ningún otro ser humano instalándose en una
apartada casa colindante. Será allí donde reciba la visita de Daryl, una vez
éste se haya escapado de “El Santuario”, la sede de los Salvadores, una
fortificada fortaleza que ha establecido una sociedad por rangos y sometida por
el temor a Negan.
SPOILER: con las
armas de “Oceanside”, y la ayuda presencial tanto de “los Carroñeros” como de
los habitantes de la “Colonia Hilltop”, liderada por Maggie, Rick y los demás
se preparan para la guerra contra Negan y su grupo, que ahora también tienen a
Eugene integrado entre sus filas y a Sasha como cautiva y obligada a ejercer
como mediadora en la contienda, a cambio de llegar a un acuerdo con Negan por
el cual sólo morirá un miembro del grupo de Rick. Sin embargo, y cuando están a
punto de jugarse esta carta tras la sorpresa de descubrir que “los Carroñeros”
habían llegado a otro acuerdo con “los Salvadores” para traicionar a Rick y los
suyos llegado el momento de la pelea, Negan descubre que Sasha se ha suicidado
durante el trayecto hasta Alejandría, y le ataca convertida en zombi. Esto supone
una distracción para todos, con lo que el grupo de Rick consigue revertir la
situación gracias también a la llegada del Rey Ezekiel y el resto de la guardia
de “El Reino”, espoleados por una Carol que ha comprendido lo estéril de sus
intenciones de apartarse de sus amigos tras descubrir las muertes de Abraham y
Glenn. Tras la refriega, sin embargo, ninguno de los dos bandos consigue una
victoria clara, si bien ahora todos saben que se ha declarado la guerra.
Crítica: con la
emotiva despedida a Bernie Wrightson que casi me hace soltar una lagrimita,
hemos puesto punto y final a esta temporada que sin duda ha supuesto una
inflexión para la serie de AMC, por tanto en cuanto se ha visto lastrada por lo
que bien podríamos llamar como “síndrome de la Boda Púrpura”, al haber gastado
el cartucho más impactante en su comienzo (en el primer episodio, de hecho), lo
que ha llevado a muchos a desesperarse con el resto de la temporada, que
claramente no ha saciado las altas expectativas que generase con su
espectacular arranque. En mi opinión, sin embargo, “The Walking Dead” ha hecho
bien en tomarse el tiempo de macerar a su némesis y llegar al clímax que, sin
embargo, parece se extenderá también en la siguiente tanda de episodios. ¿Os
imagináis a día de hoy a la ficción sin el carisma de un ya mitificado Jeffrey
Dean Morgan y su bate “Lucille”? No, ¿verdad? Hablando claro, para mí la
ficción estaba tan muerta como los caminantes que recorren su pantalla, hace un
par de temporadas, ante el bucle al que había llegado de “llegan a un sitio… se
establecen… el sitio es invadido… muere un montón de gente… huyen a otra parte”.
La creación de un objetivo o meta a cumplir, toda vez que Kirkman no parece
estar de momento dispuesto a encontrar un “happyending” o algo que se le
parezca a su gallina de los huevos de oro, era tan necesaria como la expansión
de su universo propio, algo altamente implementado en esta temporada con la
aparición de nuevas comunidades que no necesariamente tienen que pasar a unirse
a los protagonistas (o convertirse en potenciales enemigos) de manera
automática, tal y como venía pasando. La gente de “Oceanside” o “El Reino” (sin
olvidar a los estrafalarios “Carroñeros”) están por ahí. Puede que todavía no
hayamos descubierto entre ellos ningún personaje realmente interesante, pero
sabemos que existen; que hay otras personas en el mundo al margen de los
zombis. Pase lo que pase con “los Salvadores”, la vida en “TWD” ya no volverá a
ser igual, puesto que el ideal de Rick de cobijar a todo aquel que se
encuentren y responda a su ideario de conducta ya no se antoja como una opción
plausible. En lugar de soñar con una “solución mágica” que diera carpetazo al
apocalipsis y revirtiese al status quo anterior, ahora tenemos la interesante
diatriba de ver cómo se organiza una sociedad que bien podría remitir al
antiguo sistema de clanes o tribus pre-colonizables, al tiempo que seguimos
preguntándonos si algún día se atreverán a dar el salto a otro continente y
descubrir si la plaga es a nivel mundial o sólo afecta a los “States”. ¿Os
imagináis a Rick y el resto dando vueltas por España y acabando con los zombis
autóctonos? Y no… no era un chiste en alusión a su aireada visita a las Fallas
valencianas. Aunque, por otro lado… bien pudiese.
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