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Información editorial:
reseña de “I Am Suicide”, segundo tomo recopilatorio de la nueva andadura “Rebirth”
del Hombre Murciélago, que recopila los números originales de “Batman, Volumen
3, 9 al 15 USA”, editados por DC Comics entre diciembre de 2016 y marzo de
2017, obra de Tom King (guión), Miker Janin y Mitch Garads (dibujos). En España,
ECC Ediciones los sacó al mercado entre los números 60/5 al 63/8 de la cabecera
de “Batman”, entre abril y julio de este 2017.
Antecedentes: tal
y como vimos en la anterior reseña, “Yo soy Gotham” (ver crítica), Tom King,
guionista que ha llamado la atención del público con su trabajo para el sello
Vértigo en “Sheriff of Babylon”, o en Marvel con “The Vision”, iniciaba su
etapa con el Cruzado Enmascarado presentando a dos personajes que se
autoproclamaban como héroes de su ciudad, bajo las identidades secretas de “Gotham”
y “Gotham Girl”. Al final de la aventura, y debido a la manipulación del
Psico-Pirata, el primero de ellos sucumbiría a sus bajos instintos y
fallecería, con lo que Batman decidiría hacerse cargo de la chica, hermana del
anterior y también afectada por fuertes pesadillas creadas por el Psico-Pirata.
Historia: la
República Caribeña de Santa Prisca, fortificación de Bane (uno de los enemigos
más letales del Caballero Oscuro) ha sido el lugar que el Psico-Pirata ha
escogido para huir, tras lo acontecido en los hechos anteriores. Con el fin de
lograr infiltrarse en la ciudadela con éxito, Batman no tiene más remedio que
entrar en el Manicomio Arkahm y formar su propio “Escuadrón Suicida” junto a
Selina Kyle/Catwoman, El Ventrílocuo y Tigre de Bronce. Y aunque la misión no
es fácil, finalmente logran acceder al reino de Bane y… ¡un momento! ¿Será
capaz Catwoman de traicionar a todo el equipo?
SPOILER: cuando
Batman rechaza el ofrecimiento de Bane por someterse al influjo del
Psico-Pirata y aliviarse de todos sus traumas, la lucha entre ambos se produce
sin cuartel, y finalmente descubrimos que la traición de Selina sólo fue una
medida de distracción, y tanto es así que aprovechará el momento propicio para
entrar en la pelea y romperle la espalda a Bane de una patada, poniendo fin a
la contienda. Ya de regreso a Gotham, y con la amenaza del Psico-Pirata
detenida, Batman recuerda a Catwoman que debe entregarla a la justicia para
acatar la pena de muerte que cae sobre ella debido a la acusación de haber
matado a 237 personas, mediante una explosión que destruyó el orfanato donde
ella se crió. Tras pasar una noche de amor y pasión, Catwoman huye, no sin
antes hacerle partícipe de que ella no fue realmente la responsable de la
detonación, sino una amiga de la infancia de quien se siente responsable.
Crítica: al igual
que ocurriese con el arco anterior, tengo que fruncir un poco el ceño ante las
luces y sombras que sigue presentando esta colección. Si bien el trabajo de
King en cuanto a la caracterización de personajes es bastante buena y las
premisas argumentales son, a priori, apetecibles de leer, en el núcleo de sus
historias siguen habiendo bastantes cosas que no conjugan como deberían. En principal
detalle a resaltar de la que nos ocupa es, precisamente, que el equipo que
Batman forma con alguno de los componentes de su galería de villanos es, a la
postre, tan inútil como innecesario. Será el Caballero Oscuro quien tenga que
hacerlo todo, lo que implica enfrentarse a horas de cientos de hombres armados
hasta los dientes (que, ya de por sí, es un poco surrealista). Todo ello, partiendo
de la base que, en situaciones normales, habría intentado contar con la
colaboración de otros compañeros más fiables como Nightwing o similares, pero
bueno… Si la cosa es tan “peligrosa” como se nos intenta hacer creer, es lógico
que el Cruzado Enmascarado no quiera poner las vidas de sus amigos en peligro
(si bien en el pasado tampoco es que le haya importado mucho, la verdad), pero….
¡coño, que hagan algo! De entrada, todo este concepto se me antoja más a un
intento de conexión con los lectores recién llegados, debido a que la “Suicide
Squad” y todo la que la rodea están de moda por el estreno el año pasado de la
película. Aún y así, del experimento se salva Catwoman, a quien por fin King
trata con el peso que se merece y le da el testigo de “novia perfecta” para el “caballero
de Gotham”, si bien para que esto nos lleve a algún lugar debería seguir
trabajando con el personaje en arcos sucesivos, y que no se quede en un “coitus
interruptus” (aunque tranquilos, que ella y Bats SÍ “consuman” al final de
penúltimo capítulo). Algo parecido pasa con “Gotham Girl”, personaje al que
dije que me gustaría seguir viendo por el título pero que, a excepción de una
página y pese a ser “la excusa” que da pie a la aventura… brilla por su ausencia
en todo el arco. ¿En resumen? Que la etapa de King parece querer llegar a algún
sitio… pero todavía no llega. Con todo, el siguiente gran arco de la serie lo
ha titulado “I am Battle”. Eso puede ser anecdótico o puede que signifique
algo. Lo digo porque el primero se llamó “I am Gotham”, el que nos ocupa es “I
am Suicide”, y el próximo “I am Battle”. A lo mejor es una tontería eso de
denominar cada historia como “I am Algo”, pero quizás haya un cuidadoso plan a
largo plazo que enlace todos los arcos y cuya magnitud sólo pueda ser
contemplada cuando todos se hayan publicado. Pudiera ser. De momento no es,
desde luego, el inicio que Snyder & Capullo tuvieron en el anterior
volumen, pese a que ya sé que las comparaciones son odiosas. Y por cierto,
hablando de dibujantes, hemos perdido a David Finch, no sé si definitivamente. Nos
quedamos, eso sí, con Janin, que parece querer mimetizarse un poco con el
estilo del anterior y abrazar el trazo grueso. O quizás es consciente del
estilo más oscuro que esta cabecera requiere. Al igual que con King… “alegre ma
non troppo”. Esto es: que me gusta… pero a ratos. Me ha gustado mucho más en
trabajos anteriores. Que duda cabe, no obstante, que seguiremos informando.
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