Información editorial:
reseña del crossover “Civil War II”, esencialmente de la serie limitada
homónima de 8 números publicados entre junio y diciembre de 2016, cortesía de
Marvel Comics, siendo obra de Brian Michael Bendis (guión), David Márquez
(dibujos) y Justin Ponsor (color). Como suele ocurrir con este tipo de grandes
eventos, hubo muchos one-shots, tie-ins y colecciones que se vieron afectadas
por la historia. Tanto es así que, previamente, números de colecciones como “Lobezno”,
“Invencible Iron Man” o “Ms Marvel” se publicaron bajo el epígrafe de “Road to
Civil War II” (“Camino a la II Guerra Civil”), contando los hechos previos que
derivan directamente en la miniserie. En España, fue editada por parte de
Panini Comics entre septiembre de 2016 y marzo de 2017.
¡Estos no son mis
héroes!: para quien se acerca a este título después de no haber leído nada
en los últimos años (o que, directamente, nunca hayan cogido un tebeo en su
vida y sólo tengan como referencia las películas), empezaremos diciendo que hay
varios personajes que han cambiado mucho sus status quo. Por ejemplo, Steve
Rogers sigue siendo el Capitán América… pero justo antes del evento se ha
descubierto que siempre ha trabajado a las órdenes de la organización Hydra y
conspirado contra el resto de sus compañeros Vengadores (si bien estoe s algo
que el resto de héroes desconocen). Por otro, nuestro amigo y vecino
SDpider-Man no es Peter Parker, sino el más étnico Miles Morales, que
anteriormente era el Trepamuros del “Universo Ultimate”. Algo similar pasa con
Hulk, que lleva años sin ser el alter ego de Bruce Banner… si bien hay un nuevo
Hulk pululando por ahí con las facciones del niño super-inteligente, Amadues
Cho. ¡Y Thor, el Dios del Trueno, es la antigua enfermera Jane Foster! Estos
cambios, sin embargo, no impiden disfrutar del cómic en su totalidad.
Antecedentes:
ante el inminente estreno de la película “Capitán América: Civil War”, Marvel
consideró que era mala idea eso de no tener un título en el mercado con dicho
nombre que atrajese la atención de aquellos que llegasen a las viñetas por
primera vez tras quedarse asombrados en la pantalla grande. Sí, era mala idea
no aprovecharse… máxime cuando el largometraje lo hacía a su vez de la
miniserie homónima de 20006 que en su día tanto había atraído la atención de
los medios. Por todo ello, planteó rápidamente la secuela, que básicamente se
planteaba como una lucha de creencias entre el “determinismo” y la defensa del “libre
albedrío”, suscitada por la aparición de un miembro de los Inhumanos, de nombre
Ulyses, con la capacidad de predecir el futuro.
Historia: pese a
que la utilización del poder de Ulyses parece una forma de garantizar que los
héroes siempre triunfarán ante lo villanos, Tony Stark/Iron Man empieza a
ponerlo en duda cuando, durante una batalla contra Thanos, su mejor amigo, Jim
Rhodes/War Machine termina perdiendo la vida, y She-Hulk queda gravemente
herida y en coma inducido. Stark hace responsable de lo ocurrido a Carol
Danvers/Ms. Marvel y secuestra a Ulyses para averiguar cómo funcionan realmente
sus poderes, pero antes de que pueda averiguarlo, el chico tiene una nueva
visión de pesadilla donde contempla a un Hulk completamente fuera de control,
asesinando a varios miembros de Los Vengadores. Cuando los Héroes Más Poderosos
de la Tierra visitan a Bruce Banner para sondear la posibilidad de que dicha
visión pueda llegar a ocurrir realmente… ¡Clint Burton/Ojo de Halcón mata a
Banner con una flecha!
SPOILER: en el
juicio posterior, Burton queda absuelto del cargo de asesinato cuando queda
demostrado que fue el propio Banner quien le había pedido que, si algún día
volvía a convertirse en el Gigante Esmeralda, Burton se adelantase y le
asesinara con una flecha que el propio Banner había fabricado especialmente
para dicho fin. Sin embargo, Stark no queda convencido con dicho veredicto y
sigue culpando a Danvers, sobre todo cuando descubre que las predicciones de
Ulyses tienen un porcentaje de error que podrían haber evitado las muertes de
sus amigos. Una nueva predicción del inhumano, donde ve a Miles
Morales/Spider-Man asesinar a Steve Rogers/Capitán América, en las escaleras
del Capitolio, desata la batalla final entre partidarios de uno u otro bando
(es decir: entre quienes consideran que el destino está escrito y los que
defienden, por el contrario, que hay un margen para evitar lo que está por
venir); pelea que finaliza cuando los Vigilantes, los seres superpoderosos que
contemplan los grandes eventos de la historia, hacen acto de presencia para
indicar que Ulyses es en realidad uno de sus miembros, por lo que el chico
decide seguirles y abandonar el planeta. Sin embargo, la lucha ha dejado una
terrible consecuencia en Iron Man, quien parece estar en estado comatoso y de
alguna forma auto-inducido y ni tan siquiera el doctor Hank McCoy se atreve a
hacer nada por intentar revertir su estado, pensando que podría provocarle
daños mayores.
Crítica: tal y
como suele ocurrir en este tipo de mega-eventos, “Civil War II” parte de una
premisa interesante, pero acaba un tanto desdibujada y decepcionando en parte
conforme van pasando los números, alargada en exceso y concluyendo con un
anti-clímax que se antoja más como un “deux ex machina” para salir del paso que
como un plan realmente concebido desde el principio y destinado a sacudir los
cimientos de la editorial. Tanto es así que, a excepción de las muertes
señaladas (que, eso sí, son de pesos pesados conocidos por el gran público),
sus acontecimientos apenas tienen incidencia en el futuro de la mayoría de
colecciones. Algo, por otro lado, que nunca sabemos si es bueno o malo, porque
los fans siempre nos estamos quejando de las injerencias de este tipo de
crossovers que impiden a los autores de las series regulares desarrollar sus
planes para con sus cabeceras de manera totalmente libre. Una vez más, las
grandes contradicciones que asolan a los lectores de cómics. Por todo ello, y
sobre todo porque las comparaciones son odiosas y la primera “Civil War” tuvo
un impacto a todos los niveles infinitamente superior, Bendis se llevó un palo
detrás de otro tras la publicación completa de la miniserie,, si bien no estoy
totalmente de acuerdo en las críticas hacie el guionista, por tanto en cuanto
la historia es sencilla de seguir, interesante en muchos sentidos, juega con
varias subtramas de las colecciones individuales de varios personajes… y sí,
termina siendo prescindible para aquellos que no sean muy entusiastas de este tipo
de cruces, pero… ¿no es esto bueno, precisamente, para dicho tipo de
aficionado? Además, el arte de David Márquez es sencillamente una delicia. No sólo
sale victorioso de tener que plasmar en cada número a lo más granado de todo el
Universo Marvel (que, ya de por sí, es difícil), sino que se me antoja como una
suerte de Travis Charest “cumplidor” con los plazos de entrega, y el realismo
que imprime a cada viñeta no tendría nada que envidiar a una película con
actores de carne y hueso (es más, seguro que dicha película sería mucho más “artificial”
que los dibujos de Márquez). Podemos concluir que, pese a que artísticamente
pueda tener sus detractores con causa justificada, en lo que respecta a su
objetivo como acontecimiento de gran alcance publicitario para Marvel y la
demanda que este tipo de historias tiene por parte de los fans (básicamente:
que aparezcan muchos superhéroers dándose de tortas en cada número), cumple con
creces. Será pues, la opinión personal de cada uno quien salve de la picota al
producto resultante… o lo envíe de cabeza a la guillotina. Eso sí, desde
Orgullo Fan… ¡seguiremos informando!
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