Lanzado en 2002, el juego que hoy reseñamos no fue más que
la conversión para GameCube del “Sonic Adventure 2″ original, lanzado
previamente para la poco valorada “Dreamcast” de Sega, a la sazón la última
consola que la compañía lanzó al mercado. Puede pues, que los que ya hubiesen
probado la versión primaria en la “Dream” se sintieran algo decepcionados, pero
para los nuevos usuarios resultó una experiencia completamente nueva y
rompedora. Es más, en mi caso, era la primera vez que jugaba a un Sonic en 3D.
¡Flipante!
Pero desde el primer
minuto te viene a la mente la referencia de “Super Mario 64”, el primer entorno
tridimensional para el fontanero de Nintendo, principal rival de Sonic desde
hace años, y al que muchos consideran como uno de los mejores juegos de la
historia. ¿Cuál es mejor? Pues podríamos decir que, en muchos sentidos, hay un
empate técnico, aunque en líneas generales “Super Mario 64” es más completo.
“Sonic… Battle” tiene más variedad de personajes, que se van alternando según
la fase, de modo que terminar por manejar a Tails y Knuckles amén de nuestro
azul protagonista. Además, tiene dos modos de juego más aparte de la
tradicional, incluyendo una en la que podrás ponerte en la piel de los
villanos… ¡e intentar destruir el mundo! Y eso mola.
En el Modo Héroe (el Modo Historia de toda la vida),
tendremos que evitar una vez más que el Dr. Eggman cumpla sus maléficos planes;
aunque a éste le hará “sombra” (y nunca mejor dicho) un nuevo personaje llamado
Shadow, algo así como la versión mala de Sonic, que tiene sus mismas
habilidades y apariencia (salvo por el color negro). Además, la trama se ve
mejorada con la inclusión de vídeos que van haciendo avanzar la historia y nos
ubican dentro de la misiones, que nos trasladarán desde la ciudad hasta la
luna, pasando por la jungla u otros mundos coloridos.
Pero el principal
problema del juego (aparte de correr a toda velocidad en 3D con nuestro punto
de vista detrás de Sonic, de manera que resulta muy difícil anticiparse al
recorrido aunque la jugabilidad sea de una simpleza tal que hasta un niño de
tres años podría hacerlo), es que la variedad es muy limitada. Hay que
recolectar anillos, llegar al final del mapa lo más rápido posible.. y poco
más. Vamos, lo que de toda la vida han sido los juegos de Sonic. Pero volviendo
a las comparaciones odiosas, en “Super Mario 64” había un mayor número de
tareas, como una caja china dentro de otra caja, y de otra, y de otra… de
manera que siempre podrías volver a un escenario ya visitado y encontrarte con
una nueva misión completamente distinta a cumplir. En este sentido, Nintendo le
dio “una nueva dimensión” tridimensional a su icono, con todo lo que la palabra
3D significa. “Sonic Adventure 2” es lo mismo de siempre… pero en 3D. Y mola,
que conste. Sobre todo para los recién llegados. Pero… ¿qué más?
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