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martes, 22 de agosto de 2017

Crítica de "LOS VENGADORES: Los 7 magníficos"


Información editorial: reseña de los números 1 al 6 USA de la cabecera “All New All Different Avengers”, publicada por Marvel entre noviembre de 2015 y febrero de 2016, siendo obra del guionista Mark Waid y los dibujantes Adam Kubert y Mahmud Asrar, con portadas de Álex Ross. En España, Panini decidió no renumerar su colección, así que editó los números entre los ejemplares 64 al 69 de su título de “Los Vengadores”, entre marzo y julio de 2016.


Antecedentes: con las “Secret Wars” finalizadas y el asentamiento de una Tierra Primigenia que aúna los distintos universos alternativos de Marvel Comics, damos la bienvenida a una nueva formación de Vengadores compuesta por Tony Stark (alias Iron Man), Sam Wilson (portador del escudo del Capitán América tras la jubilación de Steve Rogers), Jane Foster (antigua enfermera del doctor Blake, nueva portadora del martillo mjolnier de Thor) y el sentizoide La Visión, junto a los jóvenes Miles Morales (el Spider-Man del extinto “Universo Ultimate”), el joven de 15 años Sam Alexander (nuevo Nova) y la adolescente de origen pakistaní Khamala Kan, como la nueva Miss Marvel.


Historia: una vez más, los Héroes Mas Poderosos de la Tierra deberán unirse para hacer frente a una amenaza que no podrían combatir por separado. Se trata de un señor de la guerra “Chitauri” que pretende abrir un portal interdimensional para invadir nuestro planeta (qué original, por otro lado), al tiempo que los Vengadores verán como uno de sus miembros parece estar conspirando en su contra desde dentro, aunque bueno… también tendrán momentos más agradables. ¡Incluso para el amor!


SPOILER: dado que Iron Man está actualmente arruinado, el grupo deberá formar su base de operaciones en un viejo hangar, pero no tardarán en descubrir que el nuevo dueño de la torre de los Vengadores es en realidad Kang, El Conquistador. Aunque bueno, en realidad no es Kang del todo, ya que la personalidad de éste se ha divididido en varios series y bueno… Sam acaba descubriendo que el nuevo Thor es Jane Foster y el grupo consigue vencer a Kang y su esbirro, Equinox, personaje que debutó allá por los 70 y que aúna los poderes de la Antorcha Humana y el Hombre de Hielo. La aventura termina con Sam acompañando a Jane a una de sus sesiones de quimioterapia.



Crítica: está claro que Marvel quería dar un cambio a la colección y abandonar las grandes sagas cósmicas de Jonathan Hickman, centrándose más en las dinámicas de un grupo más reducido, la interacción entre sus miembros y el sempiterno choque generacional entre los miembros más veteranos y las jóvenes promesas. El resultado ha dividido al fandom, pues los hay que están entusiasmados con este regreso a los orígenes, mientras que otros piensan que el nuevo tono no le hace justicia a los supuestos Heros Más Poderosos de la Tierra. A modo personal, tengo que confesar que me ha decepcionado sobremanera a nivel gráfico. Un irreconocible Adam Kubert que parece haber hecho sus páginas aprisa y corriendo da paso al estilo “cartoon” de Mahmud Asrar, que quizás sea el más apropiado para lo que dictan los guiones de Waid, pero que no hace el título atractivo a simple vista. Para postre, la inclusión de un villano meramente genérico en este arco se perdonaba por la inclusión de una Visión más fría, calculadora y enigmática que nunca, pero esta interesante subtrama se abandona al final de la historia con la típica excusa de “yo no quería, me obligaron a hacerlo” (si bien, os recomiendo encarecidamente la lectura de su cabecera individual, publicada a la par que el cómic que nos ocupa, escrita por Tom King. De lo mejorcito que se ha visto en la editorial en años). No es todo malo, claro, ya que la relación entre Kamala Khan y Nova parece sacada de una sitcom del estilo “Como conocí a vuestra madre”, y la de los nuevos “Capi” y Thor, con un famoso beso de por medio que levantó ríos de tinta en las redes por tanto en cuanto parecía traicionar el bagaje de los personajes, según algunos, me parece más madura e interesante, y creo que puede dar para bastante. Con todo, debo sumarme a quienes opinan que, de momento, el título no es la cabecera imprescindible que Marvel espera que sea. Pero apunta maneras, y eso ya es mucho más de lo que se puede decir de la mayoría; sobre todo, si sigue profundizando en las relaciones entre sus miembros, algo no obstante difícil debido a que el grueso de ellos tienen sus propias colecciones en solitario. Aún así, desde Orgullo Fan… ¡seguiremos informando!

martes, 4 de abril de 2017

DARECEVIL: el diablo en la bahía (2014)


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Información general: reseña de “Devil at Bay”, arco argumental publicado entre los números 1 al 5 USA del volumen 4 de “Daredevil”, lanzado entre marzo-agosto de 2014 por Marvel en USA, con el equipo creativo formado por Mark Waid (guión), Chris Samnee (lápices y tinta) y el español Javier Rodríguez (color). En España, Panini lo publicó en el tomo 6 dedicado a “Daredevil”, en noviembre de 2014, tomo de 160 páginas al precio de 14.95 donde también se incluía el cómic digital “Road Warrior”, todo ello bajo el título de “100% Marvel: El diablo en la bahía”.


Antecedentes: con Axel Alonso como jefe editorial de Marvel, la antigua Casa de las Ideas ha optado, en los últimos años, por una política de estructurar sus colecciones como si fueran una especie de “temporadas televisivas”, lo que generalmente implica cambio del equipo creativo y un nuevo “status quo” para los personajes. No obstante, el exitoso tercer volumen de Waid & Samnee (ganadores del premio Eisner, nada menos), seguir al frente del título en el nuevo relanzamiento “All New Marvel NOW”. A pesar de su continuidad, el volumen 3 finalizó con la salida del número 36 y la colección se inició con un nuevo “número 1”.


Historia: tras revelar su identidad secreta para derrocar a los Hijos de la Serpiente, Matt Murdock pierde su licencia para ejercer como abogado en New York debido a las implicaciones morales de su doble vida como justiciero enmascarado, y tanto él como su nuevo interés romántico, Kirsten McDuffie, se mudan a San Francisco, ciudad donde Matt ya había vivido un tiempo durante su relación con Viuda Negra. Sin embargo, sus poderes extrasensoriales tendrán que esforzarse al máximo en una urbe apenas transitada donde, nunca mejor dicho, irá “a ciegas”. La popularidad que suscita el hecho de tener un exVengador por sus calles (conocido ahora tanto cuando va con el traje rojo de cuernos como sin él) no hará gracia al héroe caído en desgracia Mortaja (alias Max Coleridge), quien le llevará de cabeza a un nuevo enfrentamiento contra su viejo enemigo el Búho, establecido como jefe mafioso de la ciudad del Golden Gate.


SPOILER: durante el proceso de traslado, con apertura de nuevo gabinete jurídico incluida, Matt y Kirsten hablan de Foggy Nelson, el amigo de la infancia de Murdock y socio desde siempre, en pasado y cierta nostalgia, dando a entender que el hombre ha sucumbido finalmente a los estragos del cáncer que padecía. Al final, descubrimos que, efectivamente, Foggy ha muerto. O, por lo menos, para la opinión pública. Porque en realidad, se ha fingido su propia muerte para que pueda recuperarse sin temor de ser objetivo de algún enemigo de DD, ahora que es vox populi su verdadera identidad.


Crítica: al haberme enganchado de nuevo al Hombre Sin Miedo después de la triste “Shadowland”, he tenido un problema con esta revisión que del héroe hicieron Waid y Samnee (revisión, me consta, muy aclamada y que estaba deseando tener la oportunidad de “probar”; prometo ponerme al día con el volumen anterior. Porque claro, he realizado un ejercicio retrospectivo y resulta que, irónicamente, a lo tonto llevo como treinta años leyendo cómics y no recuerdo a un Daredevil que no fuese “oscuro” o “Trágico” (al menos, las etapas que más han dado que hablar, desde Frank Miller hasta B.M. Bendis). Entonces, esta supuesta vuelta a los orígenes (coincidiendo, además, con el 50 aniversario del personaje creado por Stan Lee y Bill Everett)… ¿qué orígenes son? Porque no es el “DD” que yo conozco entoda una vida de léctor. Tampoco es el que se utilizó para el enfoque de la discutible película protagonizada por Ben Affleck. Ni el empleado para la más reciente serie de Netflix. Es, pues, un regreso a los orígenes… que ahora nos interesa sacar a la luz. Porque lo cierto es que el caos y la autodestrucción cada vez más presentes en la colección habían llevado al bueno de Matt Murdock a una psique difícil de mantener (y lo prueba el citado “Shadowland”). Con esto no quiero decir que el acercamiento de Waid sea malo. Simplemente… “chocante”. Se me hace difícil ver al “cuernecitos” en plan Otis Redding tarareando “Sitting on the dock of the bay”. Y por las críticas que he leído en internet, aunque la gran mayoría apoyan incondicionalmente esta etapa, también hay quien la odia. Digamos que yo estaría en término medio, por lo menos en lo que respecta a este tomo. Hay cierta sensación de “vacuidad”, de no estar pasando nada, a peasr de que sí estén sucediendo, un regustillo desazonador que no termina de hacerme levantar de la silla y aplaudir. Quizás en ello también tenga responsabilidad el trabajo gráfico de Samnee, con un estilo “independiente” y de género “noir” que en teoría le vienen bien al atormentado héroe de Marvel. Sólo que, en este caso… ¡no está atormentado! Y además, ese trazo grueso no es, precisamente, mi favorito, aunque esto ya sean querencias personales. Alabo, no obstante, su estructura de página y el hecho de que sea de los pocos dibujantes que a día de hoy continúan más de tres números en un mismo título. Pero esa ausencia de escenarios (que, insisto, en un supuesto “Daredevil Black & White” quedarían de puta madre), aquí obligan a Rodríguez a utilizar como relleno toda su paleta de colores más chillones, con un resultado final que sólo entendería Andy Warhol. En resumidas cuentas: puede que sólo sea cosa mía, o que el “boca-oreja” me hubiese puesto las expectativas muy altas, pero “Devil at Bay” me ha convencido a medias. Sin duda, es un tono en el personaje que Daredevil necesitaba, aunque sólo fuesen para “oxigenarle”… pero esperemos que con tanto aire de la bahía no salga volando.

P.D.: eso sí, lo de Daredevil en plan “rock star” asediado por las niñas en su identidad de civil para hacerse un “selfie” es todo un puntazo “marca de la casa Waid”.

viernes, 10 de febrero de 2017

"Irredeemable", otro cómic a la gran pantalla


20th Century Fox adaptará en película de imagen real el cómic de 37 números “Irreedemable”, publicado por Boom! Studios, obra de Mark Waid (guión), Peter Kause y Diego Barreto (dibujo), que cuenta la historia de Plutón, el superhéroe más poderoso de la Tierra, quien sufre  una grave crisis que le lleva a enfrentarse a sus antiguos compañeros del grupo Paradigma y, por ende, a ser considerado el mayor villano de la historia. Adam McKay, director nominado al Oscar por “La gran apuesta”, y guionista además de “Ant-Man” y su secuela en ciernes “Ant-Man and the Wasp”, será el realizador de esta producción que podría contar con Ryan Gosling (de plena actualidad por la aclamada “La la land”) como principal protagonista, si bien este último punto todavía no se ha confirmado. Aunque como siempre, en Orgullo Fan… ¡seguiremos informando!

domingo, 15 de enero de 2017

KA-ZAR vol. 4 (01 al 07 USA, 1998): reseña y análisis




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Información general: reseña de los números 1 al 7 de la serie regular de “Ka-Zar” publicada en 1997 por Marvel Comics en formato grapa y en España por Comics Forum. Realizada por Mark Waid (guión), Andy Kubert (dibujo), Jesse Delperdang (tintas) y Joe Rosas (color). En Estados Unidos fue reeditada toda la etapa de Waid y Kubert en dos tomos inéditos en nuestro país.

Antecedentes: a finales de los 90, ante la sangría de lectores que le estaba provocando Image y la moda de las portadas holográficas, alternativas y demás, la Casa de las Ideas firmó una tregua con sus antiguos “hot artista” para una alianza mutua. Mediante el evento de Onslaught, los principales héroes parecían morir y las colecciones de Los Vengadores, Capitán América o Los 4 Fantásticos fueron realizadas por el estudio de Jim Lee y Rob Liefeld en lo que vino a llamar “Heroes Reborn”. Mientras, Marvel aprovechó el vacío de personajes en su universo para darle oportunidad a “Thunderbolts”, “Mercurio” o “Ka-Zar”. Andy Kubert, que tras su etapa en los mutantes andaba como loco por encargarse de una colección de un solo personaje (después se iría al Capi) convenció a su colega Waid, que había salido rebotado precisamente de los “X-Men” y también había visto como le habían quitado la exitosa etapa que estaba realizando con Ron Garney en el título del Abanderado. Juntos realizaron la serie regular del señor de la Tierra Salvaje, en catorce números que fueron aplaudidos por la crítica, pero que, tras “Heroes Return” y la salida de sus autores, quedó condenada a la cancelación.

Argumento: tras el nacimiento de su primer hijo, al que han llamado Matthew (por Daredevil, uno de sus exnovios), Shanna la diablesa está teniendo serios problemas con Kevin (nombre real de Ka-Zar) quien de pronto se ha vuelto un adorador de la tecnología y colecciona “discmans” para escuchar grunge o juega con una Game Boy, lo que pone invariablemente en pelibro el prehistórico ecosistema de la Tierra Salvaje. Para colmo de males, aparece en escena Gregor, el mentor de Kraven el Cazador, quien secuestra al pequeño Matt por petición de Parnival Plunder, el maligno hermano de Kevin, quien ansía los secretos de la Tierra Salvaje por motivos desconocidos. Así, Ka-Zar acabará cumpliendo su sueño de viajar hasta New York junto a Shanna y el tigre dientes de sable Zabu, para luchar contra Parnival, el Rino… y una amenaza cósmica que podría ser demasiado poderosa para ellos.

Crítica: a lo largo de la historia del cómic hemos tenido bastantes ejemplos de colecciones que, exentas de la responsabilidad de macro-eventos y “familias” han ofrecido un nivel alto, aunque también es cierto que parten con la ventaja de las pocas expectativas que se tiene de ellas. Esto mismo pasó con “Ka-Zar”, serie que Waid convirtió en una comedia romántica de aventuras (al estilo de los films que protagonizaba Matthew McConaughey antes de ser el actor de moda en Hollywood), ayudado por un Kubert dinámico y en plena forma, con el apoyo de los primerizos experimentos de colores infográficos (para darle diferentes texturas, por ejemplo, a la piel de los dinosaurios) cuyo resultado final eran unas planchas dignas de las mejores superproducciones. Si bien algunos acusaron la decisión de Waid de mandar de masiado pronto al héroe a la Gran Manzana y desaprovechar el entorno sin parangón de la Tierra Salvaje, yo creo que ese contraste era necesario para entender precisamente lo que dicho contexto significa para el personaje, algo así como un “Cocodrilo Dundee” de las viñetas. También se dijo que el tratamiento que Waid hacía de Kevin era demasiado aniñado y plano, alejado del carácter original del rubiales, pero… ¡por favor! Estamos hablando de Ka-Zar, que no es sino un sosias de Tarzán para la Marvel. Waid y Kubert le dibujaron un entorno propio donde podría haberse desarrollado (otro de los puntos fuertes de la cole: el factor del peligro in crescendo, de haber seguido así habríamos visto a Kevin enfrentarse a… ¿Galactus?) y la lástima es que sólo tuviesen un año para llevarlo a cabo. Desde luego, “Ka-Zar” es una de esas pequeñas series que no pasarán a los anales pero que resultaba fresca y captaba como ninguna otra en ese momento el espíritu netamente divertido de las primeras historias de Lee y Kirby.