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miércoles, 1 de marzo de 2017

Crítica de "El buen pastor" (2006)


Año: 2006. Estudio: TriBeCa Pictures. Título original: The Good Shepherd. Director: Robert De Niro (“El Padrino II”). Guión: Eric Roth (“Munich”). Intérpretes: Matt Damon (“Infiltrados”), Angelina Jolie (“El intercambio”), John Turturro (“O Brother!”), William Hurt (“Perdidos en el espacio”), Alec Baldwin (la serie “30 Rock”), Joe Pesci (“Casino”), Billy Cudrup (“Sleepers”… ver crítica), Timothy Hutton (“Beautiful Girls”), Michael Gambon (Albus Dumbledore en la franquicia “Harry Potter” tras la muerte de Richard Harris), Eddie Redmayne (posteriormente ganador del Oscar por “La teoría del todo”), Lee Pace (Ronan el Acusador de “Guardianes de la Galaxia”). Presupuesto: 90 millones de dólares. Recaudación: 99 millones.

Sinopsis: la historia es una recreación ficticia del surgimiento de la Central de Inteligencia Americana (CIA), inspirada en la vida de James Jesus Angleton, fundador de la misma, transformado aquí en Edward Wilson, un joven serio y afectado por el suicidio de su padre siendo él niño, que es reclutado por el FBI mientras estudia en la Universidad de Yale para hacer de espía durante la II Guerra Mundial. Al finalizar esta, y cuando Wilson cree que volverá a Estados Unidos para estar con su mujer y su hijo, a los que apenas conoce, el gobierno volverá a forzarle a que siga luchando en el contra-espionaje ante el advenimiento de la “Guerra Fría”. A partir de ese momento, la vida de Wilson se convertirá en una espiral de traiciones, mentiras y juego sucio donde cualquiera, hasta su propia familia, puede convertirse en un enemigo.

Crítica: hubo un tiempo en que Robert De Niro, el actor, se cansó de su profesión. Le suele pasar a los mejores. Es comprensible: ya no tienen nada que demostrar y mantener el nivel de exigencia consigo mismo se torna en quimera, siendo mucho más apetecible dedicarse a vivir de las rentas y acostumbrarse a los cheques de Hollywood en productos comerciales cuya presencia es requerida para dar algo de caché a los mismos. Sin embargo, con “Historias del Bronx”, De Niro demostró que había aprendido algo de su amigo Scorsese y dio una lección de buen cine en su primer trabajo detrás de las cámaras. En “El buen pastor” volvía a demostrar tener un toque inteligente, sobrio y elegante a la hora de ponerse “al otro lado” pero, sin embargo, el resultado no fue el mismo y, aunque el film tiene momentos de gran potencia dramática (el interrogatorio de Turturro, el trágico final con la prometida del hijo del prota en un avión…) también adolece de un metraje excesivo y una narración algo confusa, sin concesiones hacia un espectador que, cuando quiera engancharse a la historia, quizás ya haya desertado de la misma por sopor o incomprensión.

Resumiendo: “The Good Shepherd” transmite caos y desconcierto (algo que, por otra parte, podría ser intencionado teniendo en cuenta su temática), pero también es un ejercicio de cine clásico, un thriller de espías con un plantel de actores dignos de admiración. Luces y sombras, en definitiva, quizás suscitadas estas últimas por la ambición del libreto y la absoluta firialdad de su protagonista (en un ejercicio de contención bastante destacable de Damon, por otro lado), que hacen difícil la empatía para con el espectador. Aún así, una de esas películas que quizás haya que ver varias veces para “rascar” sus muchos matices.

Memorable: Matt Damon travestido durante una representación teatral universitaria, demostrando un sentido del humor que su personaje no volverá a tener en el resto del metraje. El film también tiene otras concesiones hacia el público gay, como el profesor de literatura que acabará siendo su mentor o la pelea de barro bajo una lluvia dorada en las pruebas de acceso a la “secta masónica de Yale”.

Mejorable: en algunos momentos, parece que la asignación de Damon como protagonista es una mala elección de cásting. El actor parece demasiado joven para transmitir todo el periplo vital de su personaje. Todo ello, a pesar de que el chico me parece de lo mejorcito de su generación, un valor seguro en casi todo lo que hace, independientemente del género del film en cuestión.


Parafraseando: uno de los puntos fuertes del film son sus diálogos. Destacamos éste entre Damon y un Joe Pesci en su primer papel tras un retiro de seis años alejado del cine: “La gente como usted me dan miedo. Son los que montan grandes guerras” “No, nos aseguramos de que sean pequeñas, señor Palmi”.”Quiero preguntarle una cosa… Los italianos tenemos la familia y la iglesia; los irlandeses tienen su patria; los judíos tienen su tradición; incluso los negros tienen su música… pero, ¿y su pueblo? ¿Qué tienen?” “Los Estados Unidos de América. Ustedes sólo están de visita”.

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