Año: 2014. Dirigida por:
Joe y Anthony Russo (“Tú, yo y ahora Dupree”). Basada en: el personaje creado
por Joe Simon y Jack Kirby y el arco argumental homónimo escrito por Ed
Brubaker. Intérpretes: Chris Evans (la Antorcha Humana en las dos primeras
películas de “Los 4 Fantásticos”), Scarlett Johansson (“Lost in Translation”),
Sebastian Stan (la serie “Gossip Girl”), Anthony Mackie (“8 Millas”), Cobie
Smulders (Robin Scherbatsky en la serie “Cómo conocí a vuestra madre”), Frank
Grillo (“Warrior”), Emily VanCamp (la serie “Everwood”), Hayley Atwell (la
serie “Los pilares de la tierra”), Robert Redford (“El golpe”), Samuel L.
Jackson (“Pulp Fiction”). Presupuesto: 170 millones de dólares. Recaudación:
714 millones. Premios: fue nominada al Oscar por Mejores Efectos Visuales.
Sinopsis: Steve
Rogers sigue acoplándose a ser una anomalía temporal, viviendo en una realidad
que no le pertenece y donde se siente como el chico de loa recados de Nick
Furia y la organización SHIELD. Algo que, sin embargo, cambia radicalmente
cuando Furia es asesinado y Rogers es acusado de ser responsable en parte de lo
ocurrido, lo que le convierte en enemigo público número uno y en la
clandestinidad, teniendo que buscar aliados en un mundo que le es ajeno. Por si
todo ello no fuese suficiente, pronto descubrirá que su viejo amigo, Bucky
Barnes, a quien creía muerto en la II Guerra Mundial, aún está vivo y asemeja
ser tan joven como el propio Capi.
Crítica: esta vez
no podemos comenzar nuestro análisis respodiendo a la pregunta de: “¿Es mejor
que su antecesora?”: Porque la primera “El primer vengador” tenía un regusto
clásico, aventurero, épico a la par que cómico que la hacían “encantadora” más
allá de ser un vehículo de mera diversión. En “Soldado de Invierno” perdemos
esa patina de candidez pero, desde luego, es mejor que, por ejemplo, “Thor 2” y
uno de los blockbusters más impresionantes del año, pero… sin esa originalidad.
Vamos, que es una superproducción de tomo y lomo, quizás una de las mejores
producciones de Marvel Studios… pero el listón en esta franquicia estaba puesto
muy alto. Aún así, la secuela del Capi es una gozada para el fan de toda la
vida, con constantes referencias a la colección de tebeos (Badroc, Sam Wilson,
Sharon Carter, Bucky, el barón Strucker, Zola, Hydra…) y con otro cameo
gracioso de Stan Lee, que había prometido aparecer “solo” en las primeras
entregas de cada personaje. Lo único que chirría es esa tensión sexual con
Natasha, que en los cómics no se ha tratado de ese modo (la Viuda Negra es más
de Ojo de Halcón o Iron Man), pero vamos… tampoco es como para hacerse cruces.
Además, cierra el círculo con la historia de su primer amor, interpretado por
Hayley Atwell, algo que echábamos de menos tanto en la primera entrega como en
“Los Vengadores”. Y sobre todo, ayuda aún más si cabe a convertir al Abanderado
en el superhéroe favorito de todos, con un tratamiento y un trasfondo complejo,
humano y adulto (tanto es así que la chavalería llegará a aburrirse en los
momentos que no sean “de tortas”, y lo sé por experiencia por un maldito pase
al que tuve que acudir y donde una jauría de Gremlins no dejó de dar el coñazo
en lo que duró el metraje).
Resumiendo: el
Capi entra de lleno en la teoría de la conspiración al más puro estilo “Misión
Imposible” y demuestra que tiene entidad propia más allá de servir como
preludio a la siguiente entrega de “Vengatas”. En dura puja con el Hojalatas de
un carismático Downey Jr., el Abanderado es el superhéroe de Marvel Studios que
mejor sensación deja en sus películas independientes, a años luz de “Doctor
Extraño”, “Ant Man”, “Thor” o “Hulk”. Y no es que esas sean precisamente malas
películas.
SPOILER: en la
escena tras los créditos vemos a Mercurio y la Bruja Escarlata (los hijos de
Magneto), que también figuran en el cast de “Los Vengadores 2: La era de
Ultrón”. Personajes por cierto interpretados por Aaron Taylor-Johnson y
Elizabeth Olsen, actores que ya habían coincidido en el remake de “Godzilla”.
Memorable: Wilson
le aconseja un disco de Marvin Gaye para recuperar algo de tiempo perdido y
Rogers se lo apunta en una lista de “tareas pendientes” donde también figura…
“Star Wars”. Puntazo también para las escenas de acción. Se que parece de Perogrullo
en este tipo de producciones, pero no todas consiguen la espectacularidad y el
ritmo trepidante que aquí se imprime.
Mejorable: es más
previsible que la anterior entrega y en ocasiones parece más una película de
otros personajes que del propio Capitán América. Algo que se acentuará aún más
en la siguiente entrega en solitario del “Barras y Estrellas”, donde el bueno
del Capi era un comparsa más entre tanto tipo con mallas, a pesar de tener un
peso mayor que el resto, obviamente. Pero bueno, a fin de cuentas, esa
interacción fue la que marcó la diferencia en su día en el Universo Marvel.
El dato: entre
los numerosos guiños (a los fans del cómic, pero también a la cultura popular)
hay uno al sermón de “El camino del hombre justo” que Samuel L. Jackson
inmortalizó en “Pulp Fiction”. Ya sabéis: “De Ezequiel, 25, 17: El camino del
hombre recto está por todos lados rodeado de injusticias por culpa de los
egoístas y la tironía de los hombres malos”, etc. ¿Lo habrán hecho aposta?
Seguro que sí.
Parafraseando: en
alusión a esa tensión sexual entre los dos principales protagonistas, la Viuda
Negra le cuenta al Capi el origen de una cicatriz de guerra, ante el
escepticismo de éste: “Se acabó lo de ir en bikini”. “Ya… seguro
que estás horrible” Sí, apuesto a que tú también te acabas de imaginar
a la Johansson en bikini. Oh, mygoodness!
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