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lunes, 20 de febrero de 2017

Crítica de "Abierto hasta el amanecer" (1996)


Año: 1996. Director: Robert Rodríguez (“Sin City”). Guión: Quentin Tarantino (“Malditos bastardos”). Intérpretes: George Clooney (“ER/Urgencias”), Quentin Tarantino, Harvey Keitel (“Malas calles”), Juliette Lewis (“Asesinos natos”), Salma Hayek (“Frida”), Cheech Marín (“Machete”), Danny Trejo (“Desperado”). Presupuesto: 19 millones de dólares. Recaudación: 25 millones.

Franquicia: la película dio paso al film documental “Full Tilt Boogie” (1997), que seguía el proceso de rodaje de la cinta original, y dos secuelas, “Texas Blood Money” (1998) y “La hija del verdugo” (1999), amén de una serie de televisión emitida desde 2014, y un videojuego. Ninguna de las continuaciones, sin embargo, contaba ya ni con Tarantino ni Clooney, y sólo Rodríguez permanecía como productor ejecutivo. Una cuarta película estuvo en desarrollo en 200, sin que finalmente llegase a ver la luz.

Sinopsis: los hermanos Seth y Richard Gecko han conseguido eludir a la justicia y se dirigen a El Paso, más allá de la frontera mexicana, para disfrutar de su botín. Pero para conseguir cruzar hasta México no tendrán más remedio que retener al pastor Jacob Fuller y sus dos hijos. El particular grupo llega hasta “Teta Enroscada” (“Titty Twisted”), un tugurio de mala muerte en mitad del desierto que, sin ellos saberlo, es un nido de vampiresas.

Entre amigos: desde que se conocieron cuando ambos presentaban en los festivales sus respectivos debuts, Rodríguez y Tarantino se hicieron amigos hasta el punto de que años después rodaron el proyecto conjunto “Grindhouse”. Tarantino se pasó todo el rodaje metiéndose con Clooney, quien previamente había rechazado uno de los papeles principales de “Reservoir Dogs”. En dicho film, ejercía de cabeza de cartel y productor ejecutivo Harvey Keitel, que aquí repite, en este caso como sacerdote renegado. Lewis, por su parte, fue protagonista de los “Asesinos natos” de Oliver Stone, uno de los primeros guiones de Tarantino. Por último, tanto Hayek como Trejo y Marín son habituales de la firlmografía del realizador chicano. Igualmente, el ranger de Texas Earl McGray, al que interpreta Michael Parks, repite en varias películas de ambos directores. La película entera está llena de guiños cinéfilos auto.referenciales.

Crítica: “¿Qué es esto?” “Se llama puñetazo”. Rodríguez, en realidad, siempre quiso ser un realizador de serie B o Z. idolatraba al John Carpenter de “Asalto a la comisaría del distrito 13” o “Rescate en Nueva York” y quizás el éxito de su película casera, “El mariachi”, elevó demasiado las expectativas de las “majors” de Hollywood. Consciente de ello, de que su segunda película podía hacerle caer de un golpetazo desde el pedestal al que le habían subido, se apresuró a comprometerse en varios proyectos que incluían la secuela “Desperado”, un episodio de la película a cuatro manos “Four Rooms” y la que hoy nos ocupa. Ésta “From Dusk Till Down”, aunque muchos no lo saben, fue una petición expresa de la empresa que realizó los efectos visuales, ya que querían darse a conocer en Hollywood. Tarantino les escribió el guión y Rodríguez dijo: “¿Por qué no?”. De ahí viene la parte más criticada del film, que parece romperse (y caer en la casquería más vulgar) en su tramo final, que venía impusto por contrato. Pero “Abierto hasta el amanecer” es una película lapidaria que se ha convertido en objeto de culto con el paso de los años, desde el tatuaje tribal de Clooney hasta el baile erótico con la boa que tanto han repetido las strippers de todo el mundo. Prueba, además, de la energía con la que desembarcaron Rodríguez & Tarantino, con ese demoledor prólogo marca de la casa y el travelling posterior con el coche en movimiento con una imagen insertada donde descubrimos a la cajera de supermercado metida en el maletero. Todo ello, con un Clooney en plan estrella, jugándosela con este regreso al cine tras haber protagonizado algunos bodrios en su juventud, previos a su éxito televisivo. Para otro día dejaremos el análisis de la productora Dimension Films, que sobre todo durante los noventa, se especializó en subproductos que dieron más de un braguetazo en la taquilla. “Bienvenido a la esclavitud” “No, gracias… Ya he estado casado”.

Resumiendo: en el largo tiempo que transcurrió entre la realización de “Jackie Brown” y “Kill Bill”, Tarantino se dedicó a ver muchas películas de todas las partes del mundo, engancharse a series de televisión y escribir distintos borradores. Él justificaba su inactividad aduciendo que quería “mantenerse fresco” y que cada película fuese realmente un acontecimiento. Una frescura que muchos se atrevieron a decir que había perdido tras el visionado de la mencionada adaptación de la novela de Elmore Leonard. ¡Qué ilusos! “Abierto hasta el manecer”, no obstante, se encuentra dentro de sus primeros trabajos como profesional en Hollywood y habla mucho de esa “frescura” a la que hace alusión el cineasta: está llena de momentos brillantes, originales, contundentes… y también algo inmaduros, por qué no decirlo. Sin ser “perfecta”, hoy en día es una cinta de culto imperecedera. Que ya es decir.

Memorable: una banda sonora con temas sensuales y contundentes. Lo del grupo Tito & Tarántula convertidos en vampiros y tocando una guitarra fabricada con un cuerpo humano… muy friki.

Mejorable: ¿qué más se recuerda de esta película que todavía no se haya mencionado? En efecto, el monólogo de Cheech sobre los tipos de chochos que podrán encontrarse en el local. Eso, y algunos diálogos un tanto racistas sobre los retrasados mentales o los asiáticos.


Parafraseando: huérfana de toda su familia, al final de la aventura Kate pregunta a Seth si puede acompañarle hasta El Paso. Éste se niega, rotundo, soltando uno de esos chascarrillos que te hacen pasar a la historia del cine y convierten a tu personaje en un icono: “Puede que sea un cabrón… pero no soy un puto cabrón”.

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