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miércoles, 22 de febrero de 2017

Crítica de "Capitán Phillips" (2013)


Año: 2013. Título original: Captain Phillips. Estudio: Scott Rudin Productions. Basado en: el libro “A Captain´s Duty” de Richard Phillips. Director: Paul Greengrass (“Green Zone”). Intérpretes:Tom Hanks, Barkhad Ahdi, Favsal Ahmed, Davod Warsjpfslu. Corey Johnson. Presupuesto: 55 millones de dólares. Recaudación: 217 millones. Premios: nominada a 6 Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Actor de Reparto.

Sinopsis: el capitán Richard Phillips y su tripulación son perseguidos y abordados por unos piratas somalíes que tienen la intención de pedir un rescate por su liberación. La cosa se complicará cuando consigan echarlos del buque… pero a costa de que los asaltantes se lleven a Phillips como rehén, comenzando entonces una cuenta atrás entre las Fuerzas Armadas y los piratas por liberarle antes de que lleguen a las costas de Somalia.

Crítica: seamos honestos: la premisa argumental de la película tiene poco “fuste” (o “chicha” o como queráis llamarlo) por más que esté basada en un hecho real. Es por eso que “Capitán Phillips” es una excelente película, pues con estos mismos mimbres se podría haber realizado un auténtico tostón (la tv movie “Alakrana” de Telecinco, con Miguel Ángel Silvestre, sin ir más lejos); y lo que aquí tenemos es un film que te mantiene enganchado en todo momento, con un trabajo de montaje y de sonido sobresalientes, sin el cual la película no sería lo mismo. Como anécdota personal curioso, debo decir que creía que Hanks estaba nominado como Mejor Actor por su trabajo aquí, pero no es así (sí lo está el actor que interpreta al jefe de los “piratas”). Y lo cierto es que no me extraña después de haber visto la película. El protagonista de “Big” o “Philadelphia” tiene unas escenas finales que casi hacen que se te salten las lágrimas por la carga emotiva, pero su peso en el resto del metraje es más bien el darle un empaque más comercial a un proyecto que exceptuándole a él, no cuenta con otro rostro conocido de cara al gran público. Me gustaría reseñar de entre todos los valores añadidos del film la dirección de Greengrass, tan tensa y efectiva como ns tiene acostumbrados, sabiendo siempre dónde está el foco de interés real de la historia que maneje entre sus manos. Creo que todos los amantes del film estamos deseando verle un día dando un puñetazo sobre la mesa y demostrando que está en la primera división en cuanto a lo que respecta de los realizadores de su generación. La que hoy reseñamos puede que no sea esa cinta redonda por la que pase a la posteridad, pero es una piedra más en una filmografía que está cincelando con la maestría de un fino estilete.

Resumiendo: reventaría todas las quinielas si se llevase el Oscar a Mejor Película, pero “Capitán Phillips” es, ante todo, un film entretenido y brillante, con momentos de tensión muy logrados y un conjunto global muy por encima de la media. E insisto: en otras circunstancias, podría haber sido uno de los telefilms que Antena 3 emite en las sobremesas de los fines de semana.

Memorable: ese juego del “ratón y el gato” que se establece en la primera mitad de la peli entre las dos embarcaciones. La escena final con Hanks, aguantando un plano del que pocos actores saldrían tan indemnes como él lo hace. bien es cierto que estamos tan acostumbrados a verle en pantalla grande sobrellevando el peso de una producción que en demasiía se le trata injustamente, no valorando lo que en otro sería de aplaudir hasta rabiar. Un “señor” actor.

Mejorable: uno no deja de tener la impresión de que todo el asunto se habría solucionado fácilmente con un par de granadas de mano y… bueno, sin hacer SPOILER, la resolución la podrían haber hecho mucho antes. Otro acierto pues, del casting; porque a Jason Statham o Bruce Willis, los pobres piratas no le habrían durado ni los títulos de crédito iniciales.

Parafraseando: es una de esas películas donde la cámara lleva más peso que los diálogos, pero los dos principales roles tienen esta importante reflexión: “El año pasado secuestré barco griego. Seis millones de dólares”. “¿Seis millones de dólares? ¿Y qué haces aquí?” “Tú hablar mucho” “El problema no es que yo hable mucho… es que tú no escuchas”.

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