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Información
editorial: reseña de la miniserie “Flashpoint” 1 al 5 USA publicados entre mayo
y septiembre de 2011 por parte de DC Comics, realizados por Geoff Johns (guión)
y Andy Kubert (dibujo). Hablamos del gran evento DC de aquel año, un
mega-crossover que afectó a todos los títulos de la editorial, con limited
series relacionadas, tie-ins, one soy y demás. En total unos 50 tebeos, aunque
la trama principal se desarrollaba en este título que pasamos a analizar.
Antecedentes:
tras lo visto en “Flash Renacimiento” y “The Flash” volumen II, números 1 al
12, Barry Allen, el llamado “segundo Flash”, ha resucitado tras muchos años
dado por muerto (en “Crisis en Tierras Infinitas”, nada menos) y ha vuelto a
recoger el manto del velocista escarlata, con el Profesor Zoom (conocido como
“Flash Negativo”) como principal némesis.
Sinopsis: Barry
Allen despierta de pronto en una realidad alternativa donde su madre sigue
estando viva… pero él ya no tiene los poderes de Flash. Además, Themiscira y
Atlantis (o lo que es lo mismo: Wonder Woman y Aquaman) están inmersos en una
guerra que ha devastado al mundo. Pero no sólo eso. Bruce Wayne murió siendo un
niño, a la salida de un teatro, y es su padre, Thomas Wayne, quien lleva el
disfraz de Batman (es decir: el mundo al revés) y Superman, en esta realidad,
nunca fue adoptado por los Kent, de manera que pasa sus días como rata de
laboratorio, en unas instalaciones especiales del gobierno. ¿Qué tiene que ver
el Profesor Zoom con todo esto? La batalla final se acerca y el destino de todo
el Universo DC está en juego, donde héroes y villanos tomarán partido y puede
que muchos no salgan con vida (OJO: destacar que los héroes de Wildstrom y los
de Vértigo conviven con los del Universo DC “normal” en esta realidad).
SPOILER: el
Profesor Zoom aparece y culpa a Barry de haber provocado el desastre de este
mundo alternativo. ¿Por qué? Utilizando sus recién adquiridos poders para
viajar en el tiempo, Barry volvió al pasado para evitar que su madre muriese,
lo que creó la ruptura en el espacio-tiempo culpable del desaguisado. Thomas
Wayne acaba con Zoom y da la posibilidad a Barry de volver a cambiar el pasado,
viajando para impedir a su “otro yo” que cambie el pasado. Pero cuando se
dispone a hacerlo, una misteriosa mujer encapuchada aparece y le comunica que
la única manera de salvar todas las realidades radica en fuisonarlas en una
sola. Así sucede y Barry vuelve a despertar, de modo parecido a como lo hizo al
principio de la aventura. Pero… ¿en qué realidad se encuentra?
Las consecuencias:
más allá de la propia historia del crossover, DC Comics aprovechó la coyuntura
para “resetear” a todo su universo y comenzar todas las colecciones desde 0, en
una nueva continuidad con algunos cambios respecto a la anterior y donde los
personajes de Wildstrom y Vértigo se integraban también dentro del mismo
Universo. El “reboot”, que continúa activo en USA en el momento de escribir
estas líneas, se conoce como “Los Nuevos 52”.
El momentazo:
después de matar a Zoom y antes de que él mismo sucumba en la batalla, Thomas
Wayne le entrega una carta a Barry para que a su vez se la transfiera a su hijo
en la corriente temporal “normal”. Barry así lo hace y Bruce lee las últimas
palabras de su padre: “Querido hijo. Hay algo que sé sobre la vida: algunas
cosas pasan por accidente. Te quiere tu padre, Thomas”. Y vemos, puese que por
primera vez, a Batman llorando tras terminar de leer. Épico.
La crítica:
muchos acusan a esta saga de estar demasiado “editorializada”, que es una mera
excusa para cargarse toda la continuidad, que Johns está flojo, que arranca muy
lenta y luego en el último número quieren contarlo todo, que es un mero refrito
de “La Era de Apocalipsis”… Pero: ¿qué queréis que os diga? A mí me encantan
las historias post-apocalípticas con tintes gore (impagable cuando Thomas
atraviesa a Zoom con una espada o cómo hace su ·re-entré· Superman a costa de
la Hechicera). Además, Kubert sigue estando en estado de gracia y leer cada
número de la miniserie es una auténtica gozada por sus splash page y sus entido
de la narrativa. En su conjunto, “Flashpoint” es una buena historia. No es
redonda, de acuerdo, y tiene muchas subtramas desaprovechadas (a pesar de todas
las “series derivadas” que se publicaron a raíz del evento), pero ofrece
grandes momentos de diversión y catapulta a Flash a primera plana del Olímpo de
los héroes DC. Sin duda, una de esas historias que se recordarán en el futuro
(aunque sólo sea por las consecuencias que dejó en todo el Universo) y que no
debería de perderse ningún lector de cómics, sea o no seguidor de la
“Distinguida Competencia”.
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